Capítulo 18

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El maître me guía hacia el reservado que Patrick consiguió en tiempo récord, después de ser testigo silencioso de mi conversación con Henry por telefono.

El mesero a cargo de mi mesa vierte agua en mi vaso, cumpliendo con su trabajo mientras chequeo algunos documentos que Estela me envía vía email para revisarlos. En mi respuesta los apruebo diciéndole por escrito que están perfectos, que puede enviarlos usando mi firma electrónica y habiendo terminado guardo mi móvil en el bolsillo de mi saco.

Puede que sea el CEO de la compañía y eso me conceda ciertas libertades que mis empleados no tienen, pero, también tengo compromisos y deberes como lo es permanecer al frente de todo, aun cuando no este físicamente.

La puerta del reservado es abierta por el mesero, por ella aparece Henry quien camina en compañía de uno de sus asesores más antiguos, el señor Daniel Montgomery. Ambos se detienen al pararse junto a la mesa, lo suficientemente cerca para saludarnos con cordialidad.

—Alexandre.

Henry extiende su mano para saludarme, yo lo imito haciendo lo mismo.

—Henry. Me extraño tu petición de venir a almorzar, pero aquí estamos. Sentémonos, por favor.

El hombre me asiente con la cabeza, aceptando mi invitación. Retorno a mi lugar, mientras que Henry toma asiento en el puesto que esta justo al frente del mío, Montgomery se hace en la silla del lado izquierdo.

El mesero regresa de inmediato para colocar el puesto que antes estaba libre y de paso sirve el agua en sus copas y vuelve a retirarse cuando con un gesto silencioso le ordeno hacerlo.

—Bien, te escucho Henry.

Montgomery abre su maletín, extrayendo un folder negro de cuero que me extiende, despertando en mi la intriga cuando lo tomo en mis manos.

Mis ojos van directo a las letras que conforman cada oración de los párrafos del primer documento. Mantengo bajo control mi pose de empresario, que se muestra imperturbable ante lo que pueda suceder aquí dentro.

—¿Qué es esto? —me dirijo a Henry, quien me observa de un modo que no puedo identificar.

—Es el documento con el que hago tu ingreso a la junta de Parker Enterprise.

Por un breve instante pienso que cada palabra es producto de mi imaginación, pero es el ruido que se cuela del exterior cuando la puerta del reservado se abre, lo que me trae de regreso.

Busco mi vaso de Macallan, el cual agito suavemente antes de contestar.

—Henry, creo que hay algo que no tienes claro—enfatizo, en lo último—. Mi interés en tu compañía no es mas que la de obtener ganancias que nos beneficien a ambos, no hacer parte de ella por mi interés en tu hija. Si es precisamente a lo que estas apuntando.

—No malinterpretes mis palabras, muchacho—contesta—. Se que puede entenderse, verse de esa forma. Pero lo cierto es que no encuentro a alguien mejor para Charlotte, que tú. Mi hija jamás se ha querido hacer cargo del manejo de los negocios y asuntos de la compañía, no es su vocación.

Empiezo a comprender su enfoque, pero no me es suficiente, aún sigue sin convencerme. Que Henry involucre a alguien más para que se haga cargo de lo que le pertenece a Charlotte, para proteger su imperio sin importar lo que ella pueda pensar de esto, es muy bajo de su parte.

—¿Pensaste en Tyler? —le pregunto— es parte de la familia, trabaja hombro a hombro contigo. Debe esperar que lo tengas en cuenta para esto.

—Jamás podría entregarle las riendas de la compañía y de la familia— responde con severidad y rotundidad en su voz, que luego respalda la mirada dura y sin remordimientos al manifestármelo—. Solo he pensado en tu nombre, Alexandre. Eres quien puede proteger los intereses de la familia, cuando llegue el momento de mi ausencia.

𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥Where stories live. Discover now