Capítulo 20

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Capítulo 20

*Segundo capítulo del maratón por el cumpleaños de Charlotte.

¡Gracias por el apoyo, mis amores!

He permanecido consciente, lo cual es bueno en palabras del doctor que me atendió al llegar a la sala de urgencias y procedió a suturar el corte en mi ceja.

Me han prohibido ponerme en pie mientras descartan alguna otra lesión distinta al corte, también me han suministrado analgésicos para el golpe y la costilla. Ahora estoy acostado en esta cama de hospital en una sala de urgencias, preocupado por lo sucedido en el accidente.

Se que conducía a alta velocidad, que estaba lloviznando, que existía la probabilidad que esto sucediera, pero enfrentarme a que los frenos del auto no respondieran, eso sí que no consigo asimilarlo.

Mis automóviles son sometidos a constantes revisiones preventivas que derivan del cuidado que debe dárseles. En la última revisión, el resultado fue optimo y es por eso que la idea de un sabotaje al sistema de frenos, no termina de salir de mi cabeza.

—¡Carajo! ¡la libraste loco de mierda!

Es lo primero que escucho salir de Patrick al verle parado en la entrada del cubículo. Rio sin poder evitarlo, al tiempo que maldigo por el jodido dolor en mi costado por la costilla rota.

—¡No me hagas reír, puto!

—¡Debería, para que se te quite lo pendejo! ¡¿Cómo carajo se te ocurrió conducir así?!

Respiro profundo por la punzada, que nuevamente me recuerda que tengo una maldita costilla rota.

—¡Cierra la maldita boca y escúchame!

—¡Y yo que pensé que lo mandón, se te quietaba con el accident...

—Los frenos no respondieron, Patrick. —digo con rapidez, dándole realidad a lo que mi mente venia procesando desde que me subí a la ambulancia.

Mi mejor amigo abre los ojos en demasía y pierde el color en su rostro al escucharme. De inmediato se ocupa de cerrar la cortina, reaccionando y toma asiento en la silla alta que dejo la enfermera antes.

—¿Cómo es eso de los frenos? Explícame, porque ese maldito auto lo revisaron hace poco.

Asiento, imitando su preocupación.

—Sabes que acostumbro a manejar a alta velocidad, todos mis autos pasan por revisiones en cortos periodos, y esta vez los frenos del auto no respondieron. Lo que me lleva a pensar que...

—Los manipularon para causar el accidente.

Vuelvo a asentir, acomodándome en la cama inútilmente, pues vuelve el jodido dolor.

—Pediré una revisión de inmediato.

—Hazlo—apruebo lo que dice—. No quiero que digas ni una palabra de esto a nadie. Manéjalo en secreto, —le indico, mientras lo anota todo en su móvil.

— ¿Qué pasara con la policía? Empezaran a investigar.

—De arrojar el resultado que estamos esperando, confirmara mi teoría y entonces ya veremos que procede—le explicó—. Por lo pronto, encárgate de que cualquier artículo en la prensa por muy poco que hable del incidente, sea retirado. En el peor de los casos, manéjalo como un desafortunado accidente, mientras probaba un auto que recién compre.

—Anotado ¿Qué le dirás a Charlotte y a Amelia?

—Ya vere que les dire. Por ahora llama a ambas, no quiero que se enteren de esto por la prensa, si es que ya se ha filtrado información.

𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥Where stories live. Discover now