Capítulo 35

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Capítulo 35

*Mensaje al final, leer por favor.

Una semana después.

Charlotte.

Sudorosa producto de las arcadas y mi tez pálida por las veces que devolví lo poco que he conseguido comer desde esta mañana, es la imagen que me da el espejo del baño del hotel.

He tenido que salir corriendo del salón, con la gerente siguiéndome al ver mi rostro cambiar de color mientras me hablaba y luego abandonar el lugar.

No sé si ha sido el aroma del café que sirvieron o el ambientador del lugar lo que me ha provocado nauseas. Lo cierto es que ha venido sucediendo toda esta última semana con cualquier olor fuerte y particularmente con el café.

—¿Se encuentra bien, señora Ward?

Solo con escuchar aquel apellido mis lagrimas acuden sin poder explicarlo, sin poder contenerlas. Es como si con solo mencionar algo que tenga que ver con Alexandre, hicieran más real su ausencia.

Un "sí" escueto es lo único que sale de mis labios para tranquilizar a la mujer que permanece al otro lado esperándome, y solo cuando me he enjuagado la boca y adecentado un poco, es cuando me acerco y salgo del baño.

—Estoy bien, estoy bien—le aseguro, fingiendo una leve sonrisa—. Algo que comí me ha revuelto el estómago.

—Oh, lo lamento. Si quiere, podríamos reagendar la reunión hasta que se encuentre bien de salud. —propone.

—No—me opongo—. Sigamos la reunión, falta poco para terminar y necesito conocer su propuesta, así que, adelante.

Con suerte consigo llegar hasta el final gracias al te de manzanilla que pido al servicio del hotel, eso calma mi estómago y me permite continuar con mis labores.

Llegar a mi oficina mi debilidad es notable y cuando Mary me mira, sabe que no estoy bien. Con su ayuda consigo recostarme sobre el sofá y minutos mas tarde, un medico voluntario de la fundación me realiza una breve revisión que termina conmigo en una camilla en la sala de observación.

—Has debido ir con un médico desde el principio, Charlotte— se dirige tajante Theo, cuando me mira—. Ya te hemos tomado una muestra de sangre, esperaremos los resultados, mientras tendrás líquidos a chorro para hidratarte y estabilizar esa presión ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

—Gracias por todo Theo, de verdad. —es Mary quien habla ahora, desde el pie de mi cama desde donde ha estado desde que llegamos.

El aprieta mi brazo con su mano y le sonríe a mi mejor amiga.

—Es mi deber. Ahora si me disculpan, debo ir a hacer algunas anotaciones.

—Por supuesto.

Cuando Theo nos deja a solas, Mary toma asiento en la banca a un lado de mi cama.

—¿Quieres que consiga algo para tomar o comer? —sugiere Mary, arropándome con la manta a mis pies.

—No, estoy bien—respondo bostezando—. Creo que me dormiré un rato, tengo sueño.

—Entonces duerme, Lottie. Me quedare aquí todo el tiempo estaré trabajando desde el móvil y le avisare a...

Sin mas ganas que las de dormir ahora que empiezo a sentirme mucho mejor, cierro mis ojos sin prestarle mucha atención a lo que Mary parlotea, pues el sueño se apodera muy rápido de mí.

𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora