Capítulo 19

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*Primer capítulo del maratón de cumpleaños.


Intento controlar el mando del auto, la llovizna que cae sobre la carretera lo hace imposible y al accionar el freno del auto, estos no responden, lo que me obliga a terminar dirigiendo el auto hacia un costado de la carretera con violencia.

Cierro los ojos con fuerza esperando el impacto que rompe los cristales, los golpes a mi cuerpo son aminorados por las bolsas de aire, pero no por ello evita la leve conmoción en mi sistema por el accidente. Cuando abro los ojos, me veo rodeado por las bolsas de aire usadas a mi alrededor, que aparto con los brazos, hay un poco de humedad en mi ceja derecha acompañado de un poco de escozor, llevo mis dedos a la zona y los observo manchados de sangre por el corte, tras ello trato de reconocer si tengo más heridas o cortes, pero al parecer únicamente me he herido en esa parte del cuerpo.

Ubico la manija de la puerta que pone resistencia para abrirla y un poco de fuerza es necesaria para conseguirlo. Las gotas de lluvia mojan mi rostro cuando consigo salir del auto con dificultad, pues al doblar mi cuerpo mi costado duele lo suficiente para obligarme a respirar con dificultad por el dolor.

—¿Señor? ¿Señor? ¿se encuentra bien? —pregunta un desconocido, a quien enfoco desde el suelo.

Cabeceo asintiendo, en respuesta.

—Si, estoy bien.

—¡Uff! La ha librado, señor. —responde el hombre que me acompaña, haciendo énfasis en el auto —. Hemos llamado a emergencias, venía detrás de usted cuando derrapo hacia la derecha.

Por primera vez desde que estoy en el suelo, ahora sentado, observo el auto.

Si que tuve suerte pues toda la parte delantera del costado derecho esta arruinada, lo que indica que es pérdida total. Las bolsas de aire cumplieron su trabajo al protegerme de los fuertes golpes, lo que me evito graves lesiones que comprometieran mi vida.

Minutos después una patrulla de policía aparece acompañada de una ambulancia de la que salen los paramédicos, quienes me auscultan. De inmediato deciden moverme y llevarme un hospital para una mejor revisión por el dolor en mi costado y verificar si estamos obviando detalles importantes, por la ausencia de lesiones graves a la vista.

—¿Tiene alguien a quien podamos llamar?

Les indico el contacto de Patrick, el único que puedo recordar pues no doy con mi telefono.

Las puertas de la ambulancia son cerradas. Mi camisa es cortada con tijeras por el paramédico, lo siguiente que observo es como se mueven en sincronía para atenderme, tomarme los signos vitales y conectar varios cables a mi pecho para medir mi frecuencia cardiaca.

El dolor se hace más fuerte a me, cuando el paramédico revisa la zona afectada ahora que estoy sin camisa. Alcanzo a notar la piel roja, algo lastimada.

—Creo que hay una fractura en la tercera costilla, descarto hemorragia interna, pero en el hospital tendrán que verificarlo. —informa por el radio el paramédico, mientras que su compañero inyecta algo en la vía.

—Es un analgésico para el dolor del costado. Pronto estaremos en el hospital.

Cuando llegamos a la sala de urgencias me llevan a un cubículo, donde una enfermera me revisa y examina, además de inyectar algo mas en la bolsa que el paramédico me suministro antes.

También limpia mi herida, me indica que ya viene el doctor que tomara los puntos de la misma. La cortina es abierta y un hombre con bata blanca que imagino es el doctor que antes menciono la enfermera, ingresa.

𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin