𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥

Capítulo 27

*Aquí termina el maratón por la boda Ward-Parker.

Denle amor💓 a este y a todos los capítulos sin falta, son de gran ayuda para subir en el ranking y que más lectores conozcan mi obra. De ustedes depende que me adelante al horario y les suba el siguiente, que viene bien Spicy🔥.

¡Gracias, disfruten su lectura!

Nuestra llegada a la recepción se torna agitada desde el primer momento.

Todos nuestros invitados nos acaparan de principio a fin con un único interés común, más allá de celebrar nuestra boda: beneplácito y favor en los negocios, de mi padre y de Alexandre.

El momento de nuestro primer baile es quizá el único instante en toda esta celebración, en que podemos hablar tranquilos, sin ser interrumpidos por los invitados que ahora nos observan bailar en la pista, los acordes de One And Only, de Adele, una canción que escogí precisamente por la letra que toma a la perfección lo que siento y pienso acerca de nosotros.

—La escogí pensando en nosotros. —confieso entregándome al balanceo de nuestros cuerpos.

Nuestras manos unidas reposan sobre el pecho de mi esposo, entregándome al momento, olvidando a la multitud de invitados que nos rodean mientras nos movemos lentamente siguiendo el ritmo de la música y la voz melodiosa de la mujer que interpreta la letra.

—Nunca lo sabrás si nunca lo intentas. Para olvidar tu pasado y simplemente ser mío. Te reto a que me dejes ser la única—canturreo solo para él, cuando sus manos van a mi cintura— Prometo que soy digno. Para estar en tus brazos. Así que ven y dame la oportunidad. Para demostrarte que soy la única que puede caminar esa milla, hasta que comience el final.

Sus manos acunan mi rostro en determinado momento para acariciarlo y luego besarme brevemente, en tanto la canción sigue hasta llegar al final.

—Eres y serás siempre la única, mi ángel.

Cuando termina la canción, Tyler se acerca, la reacción de Alexandre es tensa, pero se contiene y cede el lugar, para evitar llamar la atención de todos.

—Ten cuidado Tyler. —le advierte antes de alejarse sin perderme de vista, pero rápidamente Larissa lo acapara y lo lleva a la pista de baile sin ocultar el descaro en sus acciones.

—Te casaste con él —dice mientras damos vuelta —. Dime ¿sabes que esa mujer fue su amante?

—Si me alejaste de mi esposo para hacer tus comentarios fuera de lugar, hasta aquí seguimos.

—Ya, esta bien. Solo... Charlotte, no te confíes de Alexandre, no lo conoces bien, su pasado no esta claro y al cambio yo...

—¿Tu qué? —interrumpo preguntando— Tu me conoces desde niños, sí, pero jamás comprendiste que no puedo quererte, porque te veo como un hermano. No quiero pasarme el resto de mi vida repitiéndolo, Tyler. Adiós.

Abandono a Tyler en la pista sintiéndome incapaz de soportarlo un segundo más, y cuando pensaba que esto era lo único que podría molestarme, aparece ella para ponerle la cereza al pastel. Es descarada la manera en cómo se acerca a Alexandre, al deja un beso cerca de la comisura de sus labios y este patidifuso, no hace nada más que hacerse el tonto, sin darse su lugar, sin dármelo a mí.

Es tanta mi furia que me alejo de la recepción evitando a todo aquel que me encuentro en el camino, hasta dar con el exterior del salón y refugiarme en el tocador.

Sentada en el váter me tomo varios minutos en soledad y silencio.

El mismo que se ve interrumpido por las voces que vienen del exterior cuando la puerta del tocador es abierta y luego cerrada casi que enseguida.