Capítulo 22

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¡Gracias😊🙏  por las lecturas y esos votos, ustedes son increibles!

—¡Acepto, quiero ser tu novia!

No sabía que esas palabras podrían darme tanta felicidad como la que siento ahora que la tengo en mis brazos y puedo olerla, sentirla.

Aunque el dolor de mi costilla me recuerda que debo ir con cuidado, no me contengo en eliminar el espacio que nos separa mientras me fundo en un abrazo y sujeto sus piernas alzándola en mi regazo.

—¡Gracias por aceptar, mi ángel!

Charlotte se entrega a mis besos por completo, sus manos se apoyan en mis hombros, sus piernas se balancean a cada lado, me como su boca con gusto, sintiéndola tan mía que se siente bien manifestarlo en voz alta mientras se lo susurro al oído.

Cuando mis manos van a sus piernas, esas que acaricio con suavidad, un gemido inesperado de la mujer que en mis brazos parece arcilla siendo moldeada a mi antojo para este momento, me sorprende gratamente.

—Suave y sensible. —musito, con voz ronca producto de las sensaciones que despierta en mí con solo escucharla.

La sensibilidad de su piel es impresionante, por ello sigo tocándola hasta rozar el dobladillo del bóxer que la cubre. Charlotte se remueve en su sitio, pero lo disfruta y me deja avanzar solo un poco, hasta que alguien rompe nuestro momento.

—¡Oh! ¡No quería... yo!

Abro mis ojos en demasía en reacción al ser sorprendidos, mientras que Charlotte suelta una risilla tímida.

Trato de normalizar mi respiración antes de responderle a mi ama de llaves, que permanece paralizada en el umbral de la puerta. Desde donde puedo verle estando Charlotte de espaldas a ella.

—No hay problema Rita—contesto, sin separarme de Charlotte—. buenos días.

—Buenos días, señor. —responde sonriéndonos, ahora mucho más tranquila circulando en la cocina y ocupándose de seguir con el desayuno—¿Tomaran desayuno aquí o en la terraza, señor?

—Aquí esta bien ¿cierto, mi ángel?

—Si, aquí esta bien. —responde Charlotte, bajándose de mis piernas.

—Por cierto, Rita. Ella es Charlotte Parker, mi novia.

'Rita la saluda con una pequeña reverencia al bajar un poco su cabeza y sonreírle a mi chica.

—Soy Rita, señorita. Lo que necesite, solo dígamelo y me encargare.

Charlotte se acerca y la abraza, asombrándome con su gesto.

—Un gusto Rita, y nada de señorita, solo Charlotte. —le pide Charlotte a Rita, sin dejarle escapatoria.

—Como usted desee, seño... Charlotte. —responde Rita, volviendo a sus deberes, a los que se le une Charlotte que se encarga de servir un plato para mi con huevos y tocino.

El aroma de la comida penetra mis fosas nasales, antojándome de lo que hay frente a mí. Todo esta tan bien preparado, que da pena comerlo y bajo la atenta mirada de Charlotte tomo el tenedor para probar el primer bocado.

Seis semanas después de mi accidente, el suceso parece lejano, pero es lo que es.

Un ataque frontal que, a estas alturas, aun es desconozco su origen, no obstante, Patrick y yo seguimos indagando quien, porque y cuando orquesto el plan, que nos tomó por sorpresa.

Ya descartamos a Henry Parker de la lista de posibles responsables, después de una exhaustiva investigación, que no arrojó un resultado distinto a un daño por desgaste en el sistema de frenos, según los investigadores del concesionario. Y aunque eso arrojara como resultado, se muy bien que quien preparo todo, lo hizo con ayuda de profesionales en el tema.

𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥Where stories live. Discover now