𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥

Capítulo 25

*Primer capítulo, del maratón por la boda👰💒 Ward - Parker.  

¡Disfrutenlo, se viene una bomba💣!

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—¿Puedes darme unos minutos? —pregunta Amelia, apareciendo en mi habitación.

—Ven, ayúdame con esto— la invito a seguir con la mano, para luego tomar el corbatín—. Patrick esta recogiendo a sus padres, el auto de Tiana y Judson se averió.

—Eso dijo. Me lo encontré de camino—responde, parándose frente a mi para acomodar mi corbatín negro—. Antes de ir a la iglesia, solo quería recordarte que, a partir de aquí, empieza el golpe final.

—Amelia, ya te dije que es suficiente. Tenemos el control sobre toda la empresa de Henry. —contesto arrebatándole el corbatín de las manos, antes de alejarme.

—¡No es suficiente! ¡tu prometiste hacerle pagar, lo tienes que cumplir!

—Amelia, —contesto cansado y exhalando con brusquedad— Henry me hizo firmar un acuerdo transfiriéndome el poder total sobre Parker Enterprise, prácticamente me lo entrego todo sin pensar en más, sin saber quién soy en realidad. Me lo dio todo,  tengo todo el poder sobre Parker, llevaremos a cabo lo que planeamos. Lo conseguimos.

—Si, eso estuvo bien—avala, posando sus manos sobre mi pecho—. Pero no es suficiente. Cuando la mires en el altar, cuando la tengas frente a ti, recuerda que su padre le cegó la vida al nuestro, provoco la enfermedad de mamá, nos separó—quito sus manos de mi pecho con brusquedad, más ella me rodea, luego se detiene a mi lado para hablarme en voz susurrante a mi oído— Hazlo pagar con el dolor de su hija, cobra nuestra deuda.

—¡No lo hare! ¡entiende que no puedo hacerlo!

—¡Claro que lo harás! ¡Nuestros padres, nosotros dos somos lo único que necesitas para demostrarte a ti mismo lo que ese hombre nos hizo, Alejandro! —grita con furia en voz, llamándome por aquel nombre que cambie para ocultarme de todos los que pudieran recordar a mi padre— ¡ella tiene que sufrir, tiene que pagar con su dolor para que la deuda quede saldada!

—¡No, no, no! —niego moviendo mi cabeza con furia. Vuelco con mi mano la lampara sobre la mesa de noche, que se estrella contra el piso y paraliza en su lugar, a Amelia—¡ella no puede saberlo! ¡ella no!

—¡¿Ah no?! —se recompone, señalándome en tanto se ríe con cinismo de mi desgracia— ¿Y cómo justificaras lo que has hecho?! ¡¿Cómo le dirás que le propusiste matrimonio, a cambio del acuerdo que su padre te hizo firmar para que salvaras su empresa?! ¡¿dime cómo?! ¡todo te condena desde antes de que le amaras! —me espeta—¡esto es una venganza! ¡Ya disté el paso robándole el corazón, ahora déjala en el altar y acaba con esto!

Respiro acelerado conteniendo la rabia que amenaza con mandar a mi hermana lejos de mi e ir por la mujer que amo y llevarla lejos de toda la porquería que soy y que me rodea.

Mi vista va a la caja donde reposan nuestras alianzas, las que en poco ocuparan nuestros dedos y será la representación de la unión que solo Dios podría deshacer. Eso es precisamente lo que me lleva a tranquilizarme, a seguir con la única opción que me queda para salvarla, evadir a mi hermana y seguir imperturbable ante los acontecimientos que lo cambiaran todo.

—Charlotte es inocente, ni tú, ni nadie puede tocarla sin antes matarme —la contradigo poniéndole fin a nuestro enfrentamiento. —. Me casare con ella, asumiré el control de todo y llevare a Parker Enterprise a la quiebra. Tendremos lo que siempre quisimos, y tu dejaras a Charlotte en paz.