*Segundo capítulo del maratón, boda Ward-Parker.
Ojala puedan escuchar la melodia de Bach, que interpretan cuando Charlotte camina hacia el altar, mientras leen ese fragmento. No se me olvida que les dije que venia una bomba, atentos que pronto lo sabrán.
Si en mis manos estuviera, mi boda con Charlotte solo reuniera a los mas cercanos, pero ante el anhelo de Henry por ver a su hija vestida de novia y celebrando esta fastuosa boda, no me quedo mas que ceder.
José conduce la camioneta camino a la biblioteca publica de la ciudad, donde realizaremos la ceremonia, faltando media hora para que empiece, miro el reloj en mi muñeca, que llego a mi puerta muy temprano enviado por Charlotte, como mi regalo de bodas.
Las calles están vestidas de blanco, natural en un cuatro de diciembre y en parte consigue gustarme la fecha, aunque escogerla no fuese del todo fácil para Charlotte. Ella añoraba una boda en primavera, pero le insistí en acelerar nuestro enlace y diciembre era la mejor fecha para conseguirlo. Y justo eso, más las intrigas de Amelia inmiscuyéndose en los preparativos, han ocasionados algunas discusiones entre los dos, que por el bien de los dos conciliamos antes de la boda.
El mensaje en mi móvil confirmando la entrega del regalo que le envié a Charlotte a su suite, provoca una sonrisa que borra el amargo gusto que dejo la discusión con Amelia.
<<Mi ángel>>
Sonrió en automático al leer su nombre en la pantalla de mi móvil, el mismo que respondo de inmediato sin hacerla esperar.
— ¡Mi amor, gracias por el regalo! Ya lo estoy usando. —afirma con emoción en su voz, al hablarme.
— Me alegra saber que ha sido de tu gusto, ángel. Recuerda que aún no te digo a donde nos iremos de luna de miel, ese es el otro regalo que tengo preparado.
— Ni me lo recuerdes, no sabía que llevar. Empaque ropa para clima tropical, eso me dijiste.
— Lo hiciste bien, angel. A donde vamos el clima es tropical, ya te di la pista que tanto pediste.
— Entonces ¿nos vemos en el altar?
—Nos vemos en el altar, cariño.
♔
Permanezco de pie en el altar dispuesto justo en la entrada del Astor Hall, en la biblioteca pública de Nueva York. Tiana es quien me ha acompañado hasta el altar, se lo he pedido y ella ha aceptado.
Los invitados permanecen en las sillas transparentes distribuidas a cada lado, dejando un camino a la mitad por donde he pasado antes y por donde Charlotte hará su entrada. Todo bordeado de velas dentro de cilindros de cristal en diferentes tamaños que, a juego con la luz cálida y hojas verdes, flores blancas, le dan intimidad y calidez al lugar.
Reconozco a muchos de los invitados. Parte de estos son míos, otros de Henry y de Charlotte.
Charis entra del brazo de Tyler, lo que es en sí una aparición sorpresa teniendo en cuenta que me odia por ser yo quien se case con Charlotte y no el. Mary entra del brazo de Patrick, al ser ambos nuestros padrinos. Amelia, a llegado hace unos minutos en compañía de Larissa, ambas saludan a Tiana y Judson, ambos sentados en los primeros lugares del lado izquierdo. Cuando todos ellos ocupan su sitio, se que la entrada de Charlotte esta muy cerca.
Y tal cual lo entiendo, así sucede.
De espaldas, esperando la señal de Patrick para darme vuelta, escucho la melodía suave del grupo de violines que interpretan Aria, de Bach. El sonido celestial de los violines, opaca el murmullo de los invitados que pronto deja de existir y solo la música entra por mis oídos avisando que ella esta aquí.
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𝗘𝗻 𝗹𝗮𝘀 𝗺𝗮𝗻𝗼𝘀 𝗲𝗾𝘂𝗶𝘃𝗼𝗰𝗮𝗱𝗮𝘀 ❤🔥
العاطفيةAlexandre Ward desde muy pequeño asumió como un propósito de vida, vengar la muerte de sus padres. Por ello se pasa el resto del tiempo organizando hasta su adultez, un plan para conseguirlo. Pero en el camino conocerá a Charlotte Parker, de quien...
