A través de los mundos (Trafalgar Law)

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~Mara~

Volví a mi habitación después de que Law me diera los papeles. Me sorprendió un poco que me los diera sin más, tengo entendido que es bastante desconfiado, y con razón, me acaba de conocer. Dejé el tema aparcado y entré en la habitación, cerrando la puerta detrás de mí.

Me permití observarla detenidamente. Con todo lo que había pasado no había tenido ni un momento para respirar, así que me relajé. 

Me senté frente al escritorio que había al otro lado del cuarto y dejé los papeles y el lápiz sobre la mesa. Miré de reojo la mochila, que aún estaba en el suelo, y la cogí, poniéndola sobre mi regazo. Observé su interior, que seguía siendo de color negro. Metí la cabeza dentro, viendo una vez más mi habitación en el mundo real. Observé la mesa, buscando mis utensilios para dibujar. Está claro que con un lápiz no me basta y dudo que Law tenga rotuladores Copic por aquí.

Encontré la bolsa donde guardaba los rotuladores. Saqué la cabeza y metí el brazo, intentando alcanzar la bolsa sin tirarlo todo por el suelo. Cuando la atrapé, estiré de ella, sacándola de la mochila.

—Soy la putísima Mery Poppins —dije para mí, sonriendo con malicia. Parezco tonta, hablando conmigo misma.

Abrí el estuche, con todos los rotuladores y sonreí. Al menos tengo manera de conectar con el mundo real. Más o menos.

Sin nada más que hacer, me puse a dibujar. A parte de ser mi trabajo, también era una pasión, así que no podía desaprovechar ningún momento para hacerlo. Además, como el tiempo no pasa en la vida real, puedo hacer trabajos con los que iba un poco de culo.

Sin embargo, no me di cuenta de la hora que era hasta que me golpeé la cabeza con el escritorio. Miré la hora en el pequeño reloj que decoraba una de las dos mesitas que había a cada lado de la cama.

—Las tres de la mañana... ¿ya?

Me levanté de la silla en la que estaba, cerré el estuche de rotuladores y lo volví a meter en la mochila, dejándolos sobre mi mesa real.

Me acosté en la cama con la sudadera que Law me había dado, usándola para abrazarla. Estás tú que voy a desaprovechar la oportunidad. Además, nadie me va a ver.

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~Law~

Me levanté temprano, cansado, como siempre. Pero no tenía tiempo que perder. Me duché rápidamente y salí de mi habitación hacia la cocina, donde me encontré a mi tripulación modo zombie. A todos menos a cierta morena.

—Buenos días —saludé. Ninguno me respondió, solo me miraron con ojos cansados. Suspiré y me acerqué a la cafetera, sirviéndome un café.

»¿Habéis visto a Mara-ya? —pregunté tras sentarme en mi sitio habitual.

—Seguirá durmiendo —bostezó Penguin—. Yo también quiero seguir durmiendo... —apoyó la cabeza sobre su mano y se dejó caer mientras se dormía.

Golpeé la mesa con la mano, consiguiendo que se sobresaltara. Me miró mal y yo le sonreí con malicia.

—Si quiere pertenecer a esta tripulación, tendrá que tener un horario de madrugada muy estricto —hablé con seriedad. Tras tomarme el café, me levanté, dejé la taza en la cocina y salí de allí para ir al cuarto de la chica.

Caminé hacia su habitación, tocando un par de veces la puerta. Como respuesta tuve unos balbuceos. Seguía dormida.

—Maya-ya, es momento de levantarse, date prisa si no quieres quedarte sin desayunar —no hubo respuesta.