15

661 60 1
                                    

~Mara~

Me desperté unas horas después sobre el pecho de Law. Levanté un poco la cabeza, viendo que dormía plácidamente. Sonreí un poco y volví a acurrucarme.

Recordé lo que habíamos hecho, sonrojándome brutalmente. Nos habíamos acostado y había sido la hostia. Había sido más que eso. Sonreí ampliamente, frotando un poco mi cara sobre su pecho.

Noté como sus manos me apretaban ligeramente y volví a levantar la mirada. Tenía una pequeña mueca y tenía suaves espasmos. Me preocupé y me arrastré por la cama hasta llegar a la altura de su rostro y lo acerqué a mi pecho, dejándole descansar. Acaricié su cabello con cuidado, notando como su tensión se aflojaba y los espasmos se esfumaban. Estaba teniendo una pesadilla.

Besé suavemente su cabeza. Estuve un rato así, pero quince minutos después, se removió un poco y me estiró de la cintura, pegándose más a mí.

Levantó la cabeza unos segundos después, mirándome somnoliento.
Le sonreí a modo de saludo y él hizo lo mismo.

—¿Cómo te encuentras? —susurró, estirándome hacia abajo para que quedara cara a cara con él.

"Bien" gesticulé con la boca y sonreí.

—Me alegro —respondió besándome brevemente en los labios.

Le señalé con un dedo, haciéndole la misma pregunta. Me dijo que estaba bien, pero le señalé la cabeza. No pareció entenderme.

"Pesadilla" gesticulé nuevamente, mirándole algo preocupada. Él suspiró, bajando la mirada.

—No te preocupes, no es nada —no me miró y le puse una mano en la mejilla, acariciándola con cuidado, entonces me miró, suspirando.

—Siempre tengo la misma pesadilla, por eso no puedo dormir —le miré preocupada—. No pasa nada, aunque la haya tenido hoy, mis sueños han cambiado —repitió sonriendo levemente. Supe enseguida a lo que se refería y me sonrojé un poco.

Sabía que soñaba con Cora-san, con lo que pasó aquel día y la razón por la que quería vengarse.

Vio que aún tenía cara de preocupación, por lo que me estrechó un poco más contra él, besándome con suavidad.

—Vamos a la sala de operaciones, tengo que revisarte y curarte las heridas.

Asentí, depositando un último beso en sus labios antes de que me dejara libre. Me levanté de la cama, notando como las piernas me fallaban. Law lo vio y sonrió con malicia. Le miré mal en silencio.

—Ambos sabemos que mereció la pena —me guiñó un ojo y le saqué la lengua.

Le robé la camiseta cuando se ponía los pantalones. Y le pasé las vendas que antes cubrían mi torso. Suspiró al verme, mordiéndose el labio.

—Cuando llegaste y te pusiste mi ropa por primera vez no quise fijarme, pero estás para comerte.

Se acercó con aire amenazante con el pecho al descubierto y puse una mano delante, tocándole y negué con la cabeza. Se rio por lo que hice y me dejó estar, buscando otra camiseta en su armario.

Cuando acabé de vestirme, se puso el sombrero en la cabeza y me cogió por debajo de las rodillas y por detrás de los hombros. Le robé el gorro y me lo puse. Él me miró sonriendo pero no le importó.

Caminó por los pasillos conmigo encima, sentía como la garganta me ardía.

Llegamos unos momentos después a la sala de operaciones. Encendió las luces, encontrándonos a un Shachi mirándonos mal.

Law no hizo ninguna expresión, pero yo no pude evitar sonrojarme y el pelirrojo se aguantó las ganas de sonreír.

El capitán me dejó sobre la camilla donde estaba antes, ignorando la presencia de Shachi y me volvió a poner las vías en la mano, cambiando la bolsa que conectaba con los tubos.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Where stories live. Discover now