37

257 33 28
                                    

~Mara~

Abrí los ojos lentamente, parpadeando varias veces para acostumbrarme a aquella intensa luz. Estaba desorientada. ¿Dónde estoy? ¿Dónde está Law? Quise mover los brazos, pero unas cadenas me lo impedían. Me sentía débil, por lo que estaba segura de que se trataba de kairoseki.

Miré a mi alrededor. Me dolía el cuerpo horrores, sobre todo la cara, el sabor de mi boca era de metal, por lo que suponía que estaba sangrando o que había sangrado en algún momento.

Alcé la vista, encontrándome con Smoker frente a mí.

—Al fin despiertas —dijo él, acercándose a donde estaba, tenía una especie de katana en la mano derecha. Aunque... esa funda me sonaba muchísimo.

No le respondí, frunciendo el ceño.

—Vamos, vamos... No te voy a hacer daño. Es decir, no si colaboras. Sigues siendo una pirata después de todo, y de las más buscadas, por lo que sé.

Me mantuve en silencio. No iba a decir nada. Suspiró.

—Bien... ¿Fuiste tú la que hizo esta espada? —alzó la nodachi, enseñándomela.

Al verla bien, noté como el corazón se me paraba de golpe. ¿Cómo es que la tenía? Law... Él... ¿Estará bien?

—No sé de qué me hablas —mentí, tratando de ocultar mi sorpresa.

—¿Cómo que no? —sonrió—. Él me lo dijo.

Le miré momentáneamente, sorprendida, pero volví a fruncir el ceño.

—Sigo sin saber de qué me hablas.

Le dio una calada a sus dos puros antes de lanzarme un fuerte puñetazo en el estómago. Jadeé por el dolor, agachando la cabeza.

—Primera advertencia, Mara —espetó y me cogió de las mejillas con una mano, alzándome la cabeza con brusquedad—. Si de verdad eres capaz de hacer armas de kairoseki nos serás muy útil.

—Primero, yo no os seré útil en ningún universo. No pienso trabajar para vosotros. Segundo, sigo sin saber de qué me hablas. ¿Qué te hace pensar que yo sé hacer nada con kairoseki? Soy usuaria. Tercero, ¿qué se supone que hacéis aquí? Esto es camino a Wano y está prohibida la entrada a los marines.

—Que seas usuaria no te impide poder manipular kairoseki —se encogió de hombros—. No te equivoques, también lo está para la gente como vosotros, así que estamos en las mismas —respondió—. Además, aquí las preguntas las hago yo.

Soltó mi cara y se incorporó nuevamente.

—Responde —amenazó.

Escupí sangre a sus pies.

—Soy consciente de lo que hiciste en Punk Hazard por nosotros, pero al igual que vosotros no tenéis ningún tipo de piedad con mi gente, yo no pienso tener piedad con la vuestra —frunció el ceño.

Salió por la puerta con Sinnoh en mano, dejándome sola. Necesitaba salir de aquí, pero el kairoseki me lo impedía, me hacía débil. Dios, qué asco. Me sacudí un poco, haciendo sonar las cadenas.

De repente se me encendió la bombilla. Siempre llevaba un disolvente de kairoseki que había creado. Por supuesto que lo había hecho. Si lo podía manipular para hacer armas, también podía descomponerlo e inventar un disolvente.

Me rebusqué en los bolsillos escondidos en mis prendas, encontrando el frasco de pulverizante. Sonreí y aguanté la respiración y después lo esparcí por el kairoseki, que se disolvió en cuestión de segundos.

—Cómo me alegro de haber estudiado —susurré para mí.

Me convertí en agua rápidamente, escapándome entre las puertas hasta llegar a la cubierta. Vi a Smoker caminando nuevamente hacia el interior, pero esta vez cargaba su arma característica al hombro. No sé hasta qué punto planeaba golpearme, pero prefería no saberlo.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Where stories live. Discover now