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~Law~

Abandonamos Punk Hazard ese mismo día, lo cual nos permitió quitarnos un poco de ropa al fin. Llevaba dos meses queriendo quitarme el dichoso abrigo.

Mara parecía muy pensativa durante los días que estuvimos en el Thousand Sunny. Al principio pensaba que era por el plan que habíamos elaborado para detener a Doflamingo, pero empezaba a preocuparme.

—Law —Mara estaba tumbada en la cama, boca arriba, solo con una camiseta mía puesta.

—¿Sí? —me giré para mirarla, parecía preocupada.

—No podemos seguir tu plan —dijo ella aún sin mirarme.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque va a fracasar... —bajó la mirada hacia sus pies—. Doflamingo no va a ceder su puesto como Shichibukai, es bastante evidente.

Suspiré. Tenía razón. No le importa una mierda la vida de Caesar y mucho menos que le quitara el corazón. Cuando hablé con él por aquel den den mushi diciéndole que renunciara a su puesto, solo fingía. Sin embargo, en ese momento estaba tan cegado por la venganza que no fui capaz de verlo con claridad.

—Law... —la miré de nuevo. Estaba apretando los labios, aguantándose las ganas de llorar—. En Dressrosa... Podrías morir y y-yo... —hablaba en un hilo de voz.

Sin decir nada, me acerqué más a ella, abrazándola contra mi pecho.

—No nos va a pasar nada. Estaremos bien, siempre salimos de todo —intenté consolarla, pero no pareció servir de mucho.

—Doflamingo quiere matarte, Law... Es muy serio. No quiero que mueras —susurró contra mi piel.

La abracé con fuerza. No podía prometerle que no iba a morir. De hecho, cuando empecé a planear esto, contaba con morir... pero ahora que la tenía a ella, no quería. Quería estar a su lado.

Se agarró de mi piel, clavando las yemas de sus dedos en esta y noté como temblaba.

—Sé que estarás cubriéndome las espaldas, Mara. Confío en ti y en tu habilidad —la aparté de mí, mirándola. Sus ojos soltaban lágrimas sin parar; se las limpié con los pulgares—. No llores —le pedí con suavidad.

—Por mucho que confíes en mí, yo sola no puedo hacer nada... Tienes que ir con cuidado y no confiarte ni cegarte por la ira. Sé que anhelas la venganza hacia Cora-san y por todo lo que te hizo pasar, pero...

Escuchar a Mara hablar de Cora-san me tensó un poco. No me molestaba en absoluto que ella hablara de él pero recordar aquello me hacía sentir incómodo.

—Vamos a dormir, ¿vale? Mañana será otro día —cambié de tema en un intento de calmarla. Asintió a modo de respuesta.

Se acurrucó sobre mí y no tardó en dormirse. Yo, sin embargo, estuve despierto unas horas más, pensando en lo que habíamos hablado.

Tenía razón. Es posible que en Dressrosa mi plan se vaya a pique. Algo me decía que estar con Mugiwara-ya haría que nuestros planes se fueran a la mierda siempre. Suspiré internamente, frustrado.

Bajé la mirada a ella. Aún dormida, tenía una expresión tensa. Me lo pensé varias veces, pero finalmente pasé una mano por su mejilla, acariciándola suavemente. Antes había actuado en un impulso, pero hacer este tipo de cosas me daba bastante corte. El amor físico no es lo mío. Por suerte, su expresión se relajó y por fin pude dormir tranquilo.

~Al día siguiente~

Me encontraba en cubierta tumbado boca arriba con los ojos cerrados cuando escuché la risa de Mara al otro lado. Giré la cabeza para verla hablando con Zoro en una mesa.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Where stories live. Discover now