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~Law~

Me desperté unas horas más tarde. Mara ya no estaba a mi lado. Abrí los ojos lentamente mirando la ventana. El sol se estaba escondiendo. Me pasé las manos por los ojos, intentando aclarar mi visión borrosa.

Mara se encontraba leyendo un libro en el sofá que estaba frente a la cama. Al notar el movimiento por mi parte, levantó la mirada y dejó el libro a un lado. Se sentó junto a mí y me dio un beso en los labios.

—Buenos días —sonrió.

—Creo que ya no es de día —corregí de broma. Puso los ojos en blanco.

—Siento lo de anoche —volvió a disculparse.

Puse una mano sobre la suya, que estaba en la cama.

—Deja de disculparte. Ya está todo arreglado —la regañé un poco. Ella asintió.

Me levanté y me fui al baño. Mara se quedó en el sofá a seguir con su libro. Me duché rápidamente y me afeité las zonas en las que volvía a haber pelo. Nunca me había planteado dejarme barba, pero tampoco me interesaba, me quedaba bien la perilla.

Me miré al espejo. Las ojeras se habían reducido mucho desde que dormía con ella. Desde que dormía en general. Salí del baño con una toalla rodeándome la cintura.

Los ojos de Mara se clavaron en mí.

—Dios, qué bueno estás —se mordió el labio inferior. Se puso colorada cuando se dio cuenta de que había dicho eso en voz alta y me reí.

—No solo soy un cuerpo bonito, Mara, puedo hacer más cosas —la intenté provocar, mirándola con una sonrisa ladina.

Ella se puso nerviosa al instante. Me giré hacia el armario buscando ropa que ponerme.

Me puse una camisa abierta azul oscuro y unos vaqueros negros. Me sequé el pelo con una toalla y me puse el gorro después.

—Ojalá se te viera el tatuaje de la espalda —dijo ella haciendo un puchero.

—Bueno, es lo que hay. No me lo hice para que otros lo vieran sin más. Pero si muero al menos sabrán de que banda soy —me encogí de hombros. Ella me miró seriamente, pero relajó la expresión con un suspiro cargado.

—¿Qué haremos hoy?

—Puesto que ayer quedamos bastante mal en la fiesta, vas a evitar el pueblo por hoy. Los demás tendrán cosas que hacer. Yo voy a iniciar un plan para entrar en Wano a esperar a los Mugiwaras.

Asintió un poco triste. Le puse una mano en la cabeza y sonreí ligeramente.

—Puedes intentar hacer algo con el kairoseki que inventaste, es bastante útil. O igual hacer alguna aleación con metal para hacer alguna espada —le di algunas ideas para que no estuviera desanimada y ella asintió. Después de eso, me besó y se fue.

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~Mara~

Caminé por los pasillos con mi libro en la mano. Vi a un par de nakamas y les saludé a todos, pero ninguno era de especial interés para mí en ese momento. Quería desarrollar la idea que Law me había dado con el kairoseki. Zoro me había dado la misma idea unos días antes y me sorprendió que él pensara exactamente lo mismo que me dijo.

Fui a mi habitación para buscar mis aparatos y el kairoseki artificial y llevé las cosas a la zona que usaba para experimentar. Era una salita apartada de las zonas comunes en las que solo yo y Penguin podíamos entrar. Era como nuestro rincón.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora