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~Law~

Pasaron un par de días desde la derrota de Doflamingo. Aún me estaba recuperando de las heridas, igual que Mara. Sin embargo, ella parecía volver a estar animada, lo cual me alegraba.

La tripulación de los Mugiwaras estaban con nosotros en la cabaña, bebiendo y riendo. Luffy era el único que dormía. Se lo tenía bien merecido, realmente.

Cuando menos nos lo esperábamos, la puerta de la cabaña se abrió, dejando ver a una sombra alta y con sombrero de copa. Los Mugiwaras se pusieron alerta, tratando de proteger a su capitán.

—¡Sabo! —gritó Mara y el susodicho se sobresaltó.

—¿Cómo...? Bueno... hola chicos —sonrió entrando finalmente— he venido a despedirme de vosotros... Y de mi hermano.

Se giró hacia el menor, que seguía durmiendo. Acarició su frente con cuidado.

—Deberíamos despertarle —Robin habló esta vez— si te vas sin despedirte seguro que se pone triste.

—Es mejor dejarle descansar... Ha peleado muy duro —sonrió el rubio—. Me gustaría daros esto —sostuvo un pequeño trozo de papel—. Por favor, dádselo en cuanto despierte y cuidad de mi hermano —sonrió ampliamente.

Después de eso, salió por la puerta, cerrándola.

Mara suspiró.

—¿Qué pasa? —ladeé la cabeza con curiosidad.

—Sabo es el hermano de Luffy, pero no lo volverá a ver hasta dentro de mucho —susurró para que solo yo pudiera oírlo.

Alcé la mirada al capitán de los sombrero de paja. Había perdido a su hermano mayor en Marineford hacía dos años. No sabía que tenía otro hermano... hasta ahora.

Mara se levantó de donde estaba.

—Voy a salir un poco, necesito tomar el aire —dijo mirándome— ¿vienes?

Me levanté casi de inmediato, siguiéndola al exterior.

El aire cálido de Dressrosa azotó mi rostro. Por fin podíamos respirar con tranquilidad. El país estaba a salvo de las garras de Doflamingo. Mi deuda había sido saldada.

«Cora-san —pensé—, ahora puedes descansar en paz, finalmente. Han pasado trece años, pero por fin puedes descansar»

Alcé la cabeza, mirando el cielo. Estaba despejado. Sonreí ligeramente y una brisa me acarició el rostro, esta vez con más cuidado.

Gracias.

—¿Law? —la voz de la chica me sacó de mis pensamientos y la miré— ¿Estás bien? —parecía preocupada.

Me acerqué a ella, abrazándola con algo de fuerza.

—Mejor que nunca —sonreí.

Me correspondió al abrazo. Por ahora quería olvidarme de la guerra que habíamos iniciado, de todo lo que supondría haber derrotado a Doflamingo.

Oí que alguien carraspeaba detrás de mí y me separé de Mara rápidamente. Me giré para ver a un marine, mirándome fijamente. Su pelo parecía una bola y su barba estaba trenzada.

—Trafalgar Law, ¿verdad? —habló el marine.

—¿A quién me dirijo? —mi tono se enfrió, mirándolo desafiante.

—Sengoku —habló él. Su nombre resonó en mi cabeza. Cora-san...— Rosinante... él era como un hijo para mí.

Me quedé boquiabierto a su declaración.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora