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~Law~

Luffy y yo llegamos rápidamente a la meseta central, estábamos en medio de la pelea contra Doflamingo y Trébol. Bellamy también había aparecido, pero fue derribado fácilmente a pesar de que Luffy no quisiera hacerle daño.

Tras un buen rato de pelea, Luffy fue derribado y me quedé a solas con Doflamingo y Trébol.

—Tienes el poder de la Ope Ope no mi —habló el mayor con una gran sonrisa—. Eso significa que puedes darme vida eterna con tu poder.

—Jamás —declaré entre dientes—. Te derrotaré el poder que tanto deseas.

—¡Ja! Eso ya lo veremos —se mofó.

Volvió a empezar la batalla. Sus ataques eran mucho más violentos que antes y yo empezaba a sentirme agarrotado. Me agarró del brazo derecho con fuerza.

—Corazón te mantuvo más tiempo con vida del que te merecías. Pero no te preocupes, Law. Pronto te reunirás con él. Aunque... Para hacer mas interesante tu muerte, deberías hacer la cirugía de la inmortalidad —sonrió y empezó a estirarme del brazo, con la intención de arracármelo del cuerpo. Jadeé por el dolor, cerrando los ojos con fuerza, pero traté de calmarme.

—Ambos saldremos beneficiados —sonreí, burlón, como si no fuera a sacarme el brazo de cuajo—. Hagamos un trato, trae a Corazón de vuelta a la vida y lámele los pies a todos los habitantes de Dressrosa. Entonces, te daré lo que quieras.

Su sonrisa se esfumó de su rostro y empezó a estirar más y más del brazo. Grité del dolor, sabiendo que lo hacía despacio solo para verme sufrir. Cuando estaba a punto de arrancármelo, un disparo sonó a lo lejos, perforando el brazo de mi agresor.

Doflamingo dejó de estirar mi brazo y empezó a buscar a su agresor con la mirada. Aproveché el momento de confusión para golpearle en la cara con mi puño convertido en hierro, haciéndole retroceder. Otro disparo se escuchó.

Me incorporé tan rápido como pude y vi a Mara a lo lejos. Llevaba ropa nueva y sostenía en sus manos ambas pistolas, que soltaban humo por los disparos.

—Tú... —la voz de Doflamingo hizo que apartara la mirada de ella. Sus hilos brotaron con fiereza hacia mí. Intenté esquivarlos, pero no era suficientemente rápido para hacerlo, por lo que algunos se estrellaron contra mi cuerpo, clavándose en mí.

Siseé del dolor, quedándome de rodillas. Mara volvió a disparar, pero esta vez no acertó, pues Doflamingo se movía mucho más deprisa. Tanto que no tardó ni un instante en llegar a su posición.

Mara se transformó en una fuerte corriente de agua, atrayendo toda la que podía del país. Un gran torbellino de agua se formó con ella, tragándose al mayor.

Cuanto más rápido iba, más fuerte se hacía la corriente y más se apretaba sobre sí misma.

Miré atónito la escena, tratando de recuperarme. El poder de la fruta de Mara era temible. Intenté recolocarme el brazo en su sitio, pues estaba dislocado.

Sin embargo, el torbellino cesó de golpe. Cuando pude verlo mejor, Doflamingo la tenía cogida del cuello con su mano cubierta de haki. Tenía las venas del cuello hinchadas, muy molesto.

—Debería haberte matado ahí mismo, zorra... —comentó entre dientes, apretando el agarre en el cuello de mi chica.

¡Room! ¡Shambles! —intercambié la posición de Mara con una piedra que había cogido. Ella apareció sobre mi mano y se desplomó, agarrándose del cuello.

La miré brevemente. Noté como Doflamingo se giraba bruscamente hacia mí, clavando sus ojos en nosotros.

—Esto es algo entre tú y yo. Déjala —fruncí el ceño, mirándolo amenazante.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora