40

249 35 32
                                    

~Mara~

Cuando conseguí calmar un poco mis llantos, miré atrás. Nos habíamos alejado mucho de dónde habíamos discutido, pero Law seguía ahí. Estaba clavado en el suelo con la cabeza gacha. Tenía la vista un poco nublada, así que no podía saber con precisión qué es lo que estaba haciendo. Cuál era su expresión...

¿Así acababa todo...?

—Mara —el pelirrojo me llamó, pero no aparté la mirada del azabache—. Mara, deja de mirarle...

—Shachi... ¿Por qué vienes conmigo? Law es como tu hermano...

—Puede ser..., pero no puedo permitir que te abandone, eres mi mejor amiga —me tomó entre sus manos y me abrazó con cuidado.

Una gran esfera azul nos rodeó de repente. Miré hacia Law, tenía una mano extendida, creando un room. Quise decirle algo a Shachi, pero con un movimiento, el azabache me transportó a su mano. Empecé a llorar como primer impulso, tratando de zafarme de su agarre.

Su mano no estaba cubierta de haki, por lo que no era difícil escaparme, pero estaba tan mal que no quería intentarlo. Dejé de patalear, llorando desconsoladamente bajo el suave agarre de su mano.

Shachi salió disparado hacia nuestra posición, pero Law nos llevó a otro lado.
Era un callejón apartado de la zona en la que estábamos.

Dejó a Kikoku sobre la pared, junto a la nodachi de kairoseki que llevaba a la espalda y se deslizó hasta el suelo.

Abrió la mano y me arrodillé sobre su palma, aún llorando.

—Mara... —su voz era suave.

No levanté la vista para verle, aún dolida por la situación.

—Mara, no había terminado de hablar... Escúchame —me pidió.

Yo no le respondí, solo sollocé, tratando de limpiar mis lágrimas, que caían a borbotones por mis mejillas.

Un dedo suyo se acercó a mí, acariciando mi cara con mucho cuidado.

Levanté la cabeza para verle momentáneamente. Su expresión era triste, de arrepentimiento.

—Si no puedes confiar en mí —sollocé—. No debería seguir aquí...

—Lo siento —susurró, poniendo un dedo en mi diminuta cabeza—. Confío en ti. Siento haber dicho esas cosas. Sé que no es excusa y entenderé si no quieres perdonarme... No lo he dicho para herirte. Ni eso ni nada de lo que he dicho, en general.

»Solo... Han sido unos días muy complicados y nada está yendo según lo planeado. Se nos acerca una guerra y que te vayas... Que propusieras volver, tras todo este tiempo, me acabó de romper —fue su turno de apartar la mirada.

»Por supuesto que me preocupaba la idea de que te hubieran matado. Lo primero que le dije a Hawkins cuando me lo dijo fue que era mentira. Te conozco y sé que eres lo suficientemente fuerte como para salir de todo esto sola. Cuando salí de ahí, mi primer impulso fue ir a buscarte y matar a todos, pero no podía ser impulsivo —me miró nuevamente—. Lo único que quiero es que confíes en mí. No va a cambiar nada entre nosotros, puedes estar segura.

Con un dedo tomó mi mano derecha.

—Te quiero, Mara. No me arrepiento de haberte pedido que te casaras conmigo. De hecho, es una de las mejores decisiones que he tomado nunca. Pero, por favor... Cuenta conmigo para esto, es lo único que te pido.

Cuando terminó su discurso, me lo quedé mirando, aturdida. Se me volvieron a llenar los ojos de lágrimas y empecé a llorar nuevamente.

Volví a mi tamaño por puro instinto y le abracé con fuerza, mojando todo su yukata con mis lágrimas.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Where stories live. Discover now