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~Law~

Llegamos a Dressrosa una semana después. Hice mi mayor esfuerzo para aguantar las ganas de matar a Zoro, pues seguía insinuándose a Mara. Por suerte, ella pasaba de él en ese sentido.

Por otra parte, el capitán de este barco no me ponía la cosa sencilla. En cuanto podía, venía a molestarme y eso significaba que Mara también lo hacía. De ella aún vale pero de él... Joder, menuda pesadilla.

Estábamos organizando los grupos para ir cada uno por un lado y otros en el barco, pero, por supuesto, Luffy ya se había ido.

—De verdad que no lo entiendo. Como es que Mugiwara-ya no es capaz de quedarse quieto por un puto segundo —me apreté las sienes.

Mara puso una mano en mi hombro, negando con la cabeza. Luffy no tenía arreglo.

—En fin, nosotros iremos a entregar a Caesar a Doflamingo y vosotros os quedáis a guardar el barco, si va bien —propuse, mirando al resto de integrantes.

Todos asintieron y empezamos con el plan.

—Law... Sabes que no va a salir bien, ¿por qué insistes? —Mara me habló suave para que solo yo la escuchara.

—¿Qué sugieres? —pregunté.

—Evitar esto, precisamente. Doflamingo te atrapará, no puedes enfrentarte solo a él.

—No estoy solo —la miré y ella no respondió, preocupada.

Puse una mano en su cabeza, acariciándola suavemente.

—Todo irá bien.

Sin embargo, no fue nada bien. A mí me derrotó fácilmente. Estábamos en Green Bit, zona boscosa.

Mara apareció desde su posición, atacando con agua a presión al mayor, que hizo lo mismo, pero con hilos afilados.

Mara usó su mano libre y le disparó con kairoseki, dándole de lleno en el brazo. Su característica sonrisa se desvaneció, mirándola.

—Vaya, Law, has conseguido una buena chiquilla... Una pena que sea extranjera y que no vaya a durar mucho más —soltó.

Mara abrió los ojos, sorprendida por su declaración y él sonrió nuevamente.

—¡Así que he acertado! —lanzó un ataque, clavando los hilos sobre los brazos de ella, pero los transformó en agua, haciendo que no le pasara nada.

—Eres muy molesto —ella le miró con seriedad por encima del hombro, a pesar de que era mucho más bajita que él. Estaba subida de un árbol.

Sin embargo, Doflamingo se rió a carcajadas y yo me levanté como pude, lanzando un corte a traición con Kikoku, pero no sirvió de nada. Se lanzó hacia mí, golpeándome con fuerza contra el suelo, clavándome ahí.

Mara miró en mi dirección, pensando rápidamente en qué hacer.
Usó su poder para llegar hasta mí y me recogió, empezando a correr entre los árboles conmigo en brazos. Su agua me envolvía, por lo que debía pesar mucho menos.

—¿A dónde crees que vas, pequeña? —cuando estábamos por llegar a la salida del bosque, los hilos de Doflamingo la ataron, estirándola hacia atrás, donde estaba él— Aún no nos hemos conocido y ya te vas... No es muy educado por tu parte.

Mara activó su poder, pero no pudo hacer nada. Los hilos del mayor estaban cubiertos por haki y eso le impedía moverse. Caí hacia adelante, rodando por el suelo. La vi estirando su cuerpo hacia adelante, pero los hijos del mayor empezaban a cortarla por culpa de la fuerza que ejercían ambos en ambas direcciones.

La morena me miró mientras su cuerpo iba recibiendo cortes. Con las partes que tenía fuera del agarre, me envolvió con agua y me lanzó por los aires en dirección al Thousand Sunny.

A través de los mundos (Trafalgar Law)Where stories live. Discover now