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5 años después

Shaleen

Observe a Nicholas jugar con sus carros de juguete. Algunos escasos rayos de sol se filtraban a través de la ventana, llegando a iluminar el cabello de mi hijo, el cual ahora con el sol lucía más cobrizo de lo que era.

Habían pasado 5 años, había sido muy duro criar a Nicholas como madre soltera, pero lo había logrado con la ayuda de mis abuelos y de Dean. Había terminado mis estudios hace tres años, en una de las mejores escuelas y ahora estaba trabajando junto a mi abuelo en la sede central de sus hoteles, la cuál estaba en Londres.

Ahora cinco años después de dejar Los Ángeles, para iniciar una nueva vida todo iba perfecto. Dean había sido un gran apoyo, con el tiempo nos habíamos convertido en mejores amigos, para después convertirnos en novios y hace cinco meses que estábamos comprometidos. Dean es un gran hombre, amaba tanto a Nick y a mi.

— ¿Entonces cuál tu respuesta hija? —preguntó el abuelo.

Lo observe por varios segundos, lo que me pedía hacer no sabía si era capaz de lograrlo. El abuelo pedía que regresara a Los Ángeles para ayudar a mi padre como subdirectora de las cedés de en America. Era una gran oportunidad un asenso, pero no estaba segura por el hecho de regresar, y comenzarme a mover en el sector hotelero en Los Ángeles, tarde o temprano terminaría encontrándome con Aidan. Y no quería eso, menos quería que supiera de la existencia de Nick. Si, era su padre, pero Aidan no pensó dos veces antes de comprometerse con su esposa y tener un bebé, ahora el tenía su propia familia, Nick y yo no formábamos parte de su vida.

Desde que me había mudado no había sabido nada de Aidan, le había pedido a la gente de mi alrededor que no lo mencionaran. Y había bloqueado en mis redes sociales para que no aparecieran noticias sobre el.

— Lo haré, tomare al puesto. Pero primero necesito hablarlo con Dean.

Una gran sonrisa se Formo en el rostro de mi abuelo. Le devolví la sonrisa, era un gran abuelo después de todo, siempre me apoyaba en todo y no cuestionaba mis decisiones.

— Serás una gran subdirectora cariño.

Después de una charla amena salimos a comer a casa de los abuelos.

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— Definitivamente es una pésima idea. —hablo Dean después de contarle sobre el asenso.

— Sabes que es una oportunidad única, aquí en Londres jamás llegaré a tener ese puesto.

— ¿Quieres arriesgarte con volver a verlo? ¿Estás dispuesta a decirle la verdad a Aidan? Después de todo una vez que estemos allá se terminará enterando.

Tenía un punto, pero mi miedo a volver a ver a Aidan no sería más fuerte esta vez, quería ese puesto y en estos momento no me sentí apoyada por mi prometido.

— El abuelo dijo que te dará un puesto también.

— No es tan fácil Shaleen, tenemos nuestra vida aquí, tenemos planes, no quiero que se arruinen por eso.

— No se arruinarán continuaremos con ellos en Los Ángeles.

— ¿Enserio crees eso?

Lo observé con frustración, claro que creía que podíamos continuar en Los Ángeles, a pesar de todo, formaríamos nuestra familia.

— Claro, nada cambiará, y si él se entera de su hijo simplemente dejaré que forme parte de su vida, después de todo es su padre.

Dean me observaba dolido, ya que él era mucho más padre para mi hijo que Aidan.

— Querrá darle su apellido, y yo quiero que nuestro Nicholas tenga mi apellido.

Tenía razón, él querría ponerle su apellido si llegaba a saberlo, y también estaba Dean, quien había estado a mi lado desde el momento del nacimiento de Nick, me había ayudado en esas noches que mi hijo se enfermaba o no sabía que hacer para que dejara de llorar, había visto sus primera paso y había escuchado sus primeras palabras, sabía que Dean amaba a Jackson y quería que tuviera su apellido, y yo no me negaba a eso.

— No cuentes conmigo para ir a Los Ángeles, tenemos nuestra vida aquí y se perfectamente que allá nada será lo mismo. —habló.

Los observé con los ojos llorosos, estaba poniéndome en una decisión demasiado difícil, seguir con la familia que tanto había soñado alado de un hombre maravilloso que se había convertido en ese rayo de luz en medio de la oscuridad o el puesto que tanto había soñado.

— Por favor cariño, reconsidéralo. —le dije suplicante— No quería que las cosas se arruinaran pero tampoco estaba dispuesta a dejar mi sueño.

— Hasta mañana, necesito tiempo para pensar la cosas. —tomó sus llaves y salió del departamento sin decir nada más.

Suspire y seque la lagrima que se me había escapado. En cierta manera sabía que Dean tenía miedo, miedo de perder a quien consideraba su hijo y a su prometida en caso de reencontramos con Aidan. Dean siempre habías sabido del gran amor que había tenido por Aidan, y todo lo que significaba para mi. Pero ahora todo estaba en el pasado, si siempre querría de cierta manera a Aidan por que era el padre de mi pequeño, pero no planeaba dejar al hombre que había estado conmigo después de todo.

Fui hasta mi habitación y vi a Nick recostado sobre mi cama durmiendo profundamente. Era tan sorprendente el gran parecido físico que tenía con Aidan, a excepción de que tenía unos hermosos ojos azules al mismo tono que los míos. Ahora Nick cumpliría cinco años en unos días, todos los recuerdos ahora parecían tan lejanos.

Jamás me arrepentiría de todo lo que había vivido con Aidan, por que gracias a eso había conseguido a un hijo maravilloso. Y sabía que siempre estaría presente en mi vida al ver a Nick.

Sugar HeartsWhere stories live. Discover now