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Mitchell me observa con sus expectantes ojos azules.

— ¿Recuerdas el día que te vi en la fiesta? —pregunto. A lo que yo solo respondí con un asentimiento.

>> Recuerdo haberte dicho que eras igual a tu madre cuando era joven a excepción del color de tus ojos. En ese momento una idea cruzó mi mente así que contrate a alguien para que te investigara. Me dijo que tú madre dio a luz unos meses despues de que yo la deje. Eres mi hija y se que tienes muchas dudas y quisiera que me des una oportunidad de explicarte todo.

Mi vista se volvió un poco borrosa debido a las lágrimas en ellos. Toda mi vida había soñado con tener a mi padre frente a mi, ahora todo parecía tan raro. Hace poco había descubierto que no había muerto, si no que había dejado a mi madre sin darle explicaciones.

— ¿Quieres una oportunidad? —pregunte— Dejaste a mi madre y te largaste sin darle explicaciones, ella no merecía eso.

Observó como agacha la cabeza para ocultar sus ojos llorosos.

— Mis padres, ellos fueron la razón. —responde— No estaban de acuerdo con lo que tenía con tu madre y me enviaron a la universidad a otro país.

— Al menos una carta le debiste haberle mandado, no sabes cuanto le afecto.

— Se que cometí errores que me seguirán toda la vida.

>>No tengo excusa para no haberle mando al menos una carta a tu madre. Y estoy muy arrepentido de no haberlo hecho, ahora no puedo cambiar el pasado y en verdad me gustaría que nos conociéramos más. Al final de cuentas eres lo único bueno que hice junto a tu madre.

Lo observé, tal vez había cometido errores pero al igual que yo hace poco nos habíamos enterado de la existencia del otro.

— También me gustaría conocerlo mejor, ¿Podría darme algo de tiempo?

Alzó su azulada mirada y el sonrió con los ojos llenos de lagrimas.

— Puedes tomarte el tiempo necesario.

Busco algo dentro de su saco para después entregarme una tarjeta de presentación.

— Este es mi número, cuando estes lista pues des llamarme, esperaré el tiempo que sea necesario.

▫️▫️▫️

Suspire antes de tomar la manija de la puerta principal de casa y abrir. Ahí estaban mis hermanos observando la televisión.

— ¿Donde está mamá? —pregunte.

— Está en la cocina. —respondió uno de mis hermosos sin apartar la vista del televisor.

Fui hasta la cocina donde me encontré con mi madre acomodando algunos víveres.

— Hola mamá.

— Hola cariño. —habló volteándome a ver.

— ¿Podemos hablar en mi habitación? —pregunte.

— Claro, ¿pasa algo?

No respondí y solo fui a mi habitación seguida de mi madre. Una vez dentro deje mis cosas sobre mi cama y me senté y le indiqué a mi madre que hiciese lo mismo.

— Hoy después de la escuela. —dije, tratando de encontrar las palabras adecuadas para contarle lo que había sucedido. — Alguien, bueno Mitchell Foster, el se apareció frente a mi y me pido hablar.

Mi madre se levantó rápidamente de la cama y se colocó frente a mi observándome nerviosamente.

— ¿Que? —pregunto con voz temblorosa.

— El sabe que soy su hija, me pidió una oportunidad para conocerlo mejor.

— ¿Quieres conocerle?

— Si.

— Entonces si es lo que quieres puedes hacerlo.

— Gracias mamá.

Hablamos en detalle todo lo qué pasó cuando me encontré con Mitchell. Y sobre como me sentía al respecto.

Mi madre había dicho que no necesitaba escuchar las excusas que tenía que darle Mitchell y que no quería verlo. Así que me pido amablemente que en el futuro no encontrarse con aquel hombre.

▫️▫️▫️

— ¿Entonces ese hombre quiere conocerte mejor? — pregunto mi mejor amiga.

Solo asentí ganándome la mirada de Oliver y Sídney.

— ¿ Le darás la oportunidad? —pregunto Oliver.

— Aún lo estoy pensando pero creo que si.

— Cual sea tu sedición sabes que te apoyaremos.

Sonreí al escucharla. Eran unos amigos maravillosos.

— Es hora de ir a clases. —habló Oliver sin ganas.

Nos levantamos de las bancas donde nos es contratamos en el patio de la universidad.

Oliver se despidió de nosotras para tomar un camino diferente e ir a su respectiva clase. Sidney y yo, caminamos juntas hasta la clase que teníamos.

— ¿Le has contado a Aidan? —pregunto mi amiga.

— El solo sabe quien es mi padre. Pero aún no le he dicho que hable con el.

— ¿Cuando le dirás?

— Después de clases iremos a comer por ahí y hablaré con el.

Sugar HeartsWhere stories live. Discover now