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Observó el mensaje que me ha enviado Aidan, avisándome que no podrá salir a comer fuera de su empresa debió a un asunto urgente, y que mejor lo vaya a ver y comamos algo rápido en su oficina.

Después de una rápida respuesta de mi parte, comienzo a caminar para poder tomar un taxi e ir hasta la empresa de Aidan.

Unos minutos después me encuentro en el taxi en camino hacia mi destino, y en menos de veinte minutos estoy frente al gran edificio. Sujeto las agarraderas de mi mochila fuertemente, dudo si entrar, debido a que podría toparme con Mitchell y aún no puedo darle alguna respuesta a tu propuesta.

Suspiro y entro sin más al edifico, y camino hasta la recepción.

— Hola, tengo una cita con el señor Eaton, soy Shaleen Dunn.

— Hola, claro el señor Eaton la espera señorita Dunn. —responde dándome una sonrisa y extendiéndome una tarjeta de invitados.

Colocó la tarjeta en un lugar visible y comienzo mi camino hasta la oficina de Aidan. Cuando las puertas del ascensor se abren me dejan ver el elegante espacio, salgo del ascensor y me detengo unos pasos más adelante.

El padre de Aidan me observa con desprecio, y camina hasta estar frente a mi.

— Buenas tardes señor Eaton. —saludó por pura educación.

El me regala una sonrisa cínica.

— Aidan está ocupado con Madeline. —dice con una sonrisa— No creo que pueda atenderte ahora.

— Puedo esperar. —le digo— Aidan me pido que viniera.

Su cara de satisfacción se borra y ahora me observa furioso.

— No te acostumbres a esto, no te durará mucho. —dice y continúa su camino.

Volteo para encontrarme con su espalda y ver cómo entra al ascensor, antes que se cierren las puertas y me vuelve a mostrar una sonrisa cínica.

Volcó sobre mis paso y llegó a donde está la secretaria de Aidan.

— Hola, tengo una cita con el señor Eaton.

— Señorita Dunn, el señor Eaton pidió que esperara unos momentos, él se encuentra ocupado.

— Está bien, gracias.

Camino hasta la sentarme a esperar a que Aidan se desocupe, me distraigo con mi celular revisando mis redes sociales hasta que se escucha una puerta abrirse.

Madeline sale por la puerta y Aidan está detrás de ella sosteniéndole la puerta. Ella ríe y observa a Aidan quien también ríe alegremente.

Mi estómago se contrae ante una punzada de celos, los observo mientras ella se despide y va hasta el ascensor.

Aidan voltea hacia mi dirección y me hace una seña para que vaya junto a él. Recojo mi mochila y voy hasta la oficina de mi novio.

▫️▫️▫️

Habíamos terminado de comer lo que habíamos pedido para que trajeran y comiéramos en la oficina.

— Me encontré con Mitchell. —habló— Me busco y pidió hablar conmigo, el sabe que soy su hija.

— ¿Como lo supo? ¿Sobre que hablaron? — pregunta.

— Me investigo, resulta que le recordé a mi madre. —explicó— Me pidió una oportunidad.

— ¿Piensas dársela?

— Aún lo estoy pensando, siempre quise tener a mi padre en mi vida peor ahora es complicado.

Le explicó detalladamente sobre lo qué pasó en mi encuentro con Mitchell.

— Es un buen hombre por lo que he visto. —me dijo— Esta en ti, darle o no la oportunidad, por lo que me has dicho siempre quisiste tener a tu padre a tu lado y está es tu oportunidad.

Solo le di una sonrisa y me puse a pensar al respecto mientras Aidan revisaba algunos papeles.

El resto del día lo pase junto a Aidan, mientras el revisaba su trabajo yo hacia la tarea que me habían dejado en la universidad.

Era fantástico poder estar en la misma habitación con alguien en silencio sin sentirse incómodo.

Cerca de las ocho de la noche, cada uno guardó sus pertenencias y salimos de su oficina para irnos de ahí.

Cuando caminábamos hacia la salida de su oficina su celular sonó. Me indicó con sus manos que me sentará a esperar a que hablara. Una vez que termino de hablar tomo el teléfono sobre su escritorio indicándole a su secretaria que viniese.

— Tengo que salir del país, ha sucedido algo urgente en uno de los hoteles en construcción —explicó rápidamente.

La secretaria de Aidan, toco la puerta para después entrar. Este le dio indicaciones que necesitaba comprarle un boleto de avión para mañana a primera hora y que arreglara todo lo necesario para el viaje. Una vez termino la chica salió.

— Es algo grave. —pregunte curiosa.

— Al parecer si. —me dijo con un tono de preocupación.

— Veras que se arregla sin problemas.

Ambos salimos de ahí y bajamos al estacionamiento. Aidan condujo hasta mi casa mientras hablaba por un auricular con personas de su empresa.

Los observaba tenso, por lo que podía escuchar la situación podría ser más grave de lo que le habían dicho.

Aidan estacionó su automóvil frente a mi casa.

— Regresaré lo más pronto posible. —me dijo volteando a verme y regalándome una hermosa sonrisa.

— Te esperare el tiempo que sea necesario.

El sonrió y bajo del automóvil, llegó a la puerta del copiloto y la abrió para que pudiese bajar. Sin pensarlo lo abracé fuerte, recargue mi cabeza sobre sus pecho, cerré los ojos e inhalé el hermoso aroma que desprendía.

— Te voy a extrañar.

— También te voy a extrañar. —habló y dejó un beso en mi frente.

Deshicimos el abrazo después de un tiempo. Alce mi caza para obsérvalo, Aidan me dio un beso lento y dulce.

Después de unos pequeños besos más y unos abrazos, nos despedimos. Le dije adiós con mi mano encuentro se marchó.

Sugar HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora