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Hace un mes había creado mi cuanta en sugar daddy, había recibido varios mensajes. Y solo me había atrevido responderle a uno de ellos, un adorable señor de sesenta años, el cual me había caído demasiado bien, me había contado que había perdido a hija cuando ella tenía veinte años y que yo le recordaba a ella. Le había platicado de mi situación y él me había ofrecido su ayuda. Hace una semana, había acompañado a una subasta a Elías el adorable señor.

Hoy era jueves así que me encontraba caminando hacia mi primera clase del día, la cual me tocaba con Sídney. Entre al aula y ahí estaba mi amiga.

—Hola Sidney. —salude.

—Hola Shaleen. —Devolvió el saludo dándome un caluroso abrazo y beso en la mejilla- ¿Qué hiciste el fin de semana?

— Buscar trabajo, ya sabes —mentí. En realidad no había buscado trabajo, con la cantidad de dinero que me había dado Elías podría costear la mitad del pago del próximo pago para la universidad. Ahora solo faltaba la otra mitad.

—¿Aun no consigues nada? —pregunto mi amiga con mucha preocupación. Yo solo negué con la cabeza. No me gustaba ver a mi amiga preocupa por mis problemas. Tuve que decirle esa gran mentira debido a que sabía que ella me iba a insistir a llevarme a mi trabajo e ir por mí. Le contaría de mi "trabajo" en cuanto consiguiera el dinero que me faltaba. Ninguna de las dos volvió a hablar debido a que llego el profesor.

Las demás clases se pasaron rápidamente, así que las clases por fin se habían terminado. Kaleb el novio de mi mejor amiga se había ofrecido a pasarme a dejar a casa, ya que iría con Sydney de paseo y mi casa les quedaban de paso.

***

Después de haber terminado todas las cosas que tenía que hacer, me acosté un rato en mi cama y revise todas mis redes sociales. Mientras revisaba una de ellas me llego una notificación de mensaje de la aplicación de Sugar daddy. Abrí la notificación y me llevo directamente a la conversación.

**Hola, buenas noches. Me interesaría que me acompañaras a una cena bastante importante.

Fui al perfil del hombre que había mandado el mensaje, debido a que me ofrecía una buena cantidad de dinero. Mire la foto de perfil, donde se mostraba a un hombre no mayor de treinta años, quien vestía un implacable traje azul marino con una corbata a juego, un peinado apropiado y era extremadamente guapo, al parecer tenía unos lindos ojos verdes. Su nombre era Aidan Eaton. No sabía si responder el mensaje, el hombre era demasiado atractivo como para estar en una página de este tipo., fácilmente cualquier otro tipo podría estar haciéndose pasar por él. Además con ese increíble atractivo podría pedirle fácilmente a cualquier chica, lo que escribió en el mensaje y seguramente aceptaría sin dudarlo.

Escribí la respuesta pero está dudando en enviarla o no, y no sabía cuál era la manera más adecuada para responderle, pensé por unos segundos más y finalmente envíe la respuesta.

*Buenas noches, claro que me encantaría.

Una vez enviado el mensaje salí de la aplicación. Unos minutos después, llegó un mensaje de aquel apuesto hombre.

**Perfecto, ¿te parece ir a comer pasado mañana para ponernos de acuerdo?

* Si, está bien. Dígame la hora y el lugar.

** En el restaurante Ongietorri, a las cuatro de la tarde.

Mire incrédula el mensaje, el Ongietorri era uno de los mejores restaurantes de la ciudad, y tenían una cadena de ellos por varias partes del mundo. Aún que hubiera preferido un lugar más discreto y agradable.

**Dices que tienes una reservación a mi nombre y ellos te llevarán a la mesa.

* Está bien, nos vemos pasado mañana.

Y ahí terminó la conversación, me había dejado en visto el mensaje. Mi único problema era que no tenía ropa suficientemente apropiada para ir al restaurante. No tenía otra opción que contarle a Sídney lo que estaba haciendo, así ella podría prestarme algo de su ropa, por que éramos de la misma talla, a excepción que ella tenía un poco más de busto.

Sugar HeartsWhere stories live. Discover now