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La semana pasa pronto y el jueves llega rapido entre trabajos y exposiciones de la universidad. Aidan y you habíamos quedado de ir a comer después de la universidad, pero había tenido que resolver unos asuntos urgentes que le llevarían más tiempo de lo debido pero aún así quería que saliéramos. Así que me había invitado a visitar las oficinas de sus empresas.

Ahora mismo estaba tomando un taxi que me se dirigía hasta el centro donde se encontraba la oficina. A decir verdad estaba muy nerviosa, ya que ahora era oficialmente su novia.

Cerca de veinte minutos después el taxi se detuvo frente a un gran edificio de cristales, donde en grandes letras doradas se leía el apellido de Aidan. Una vez que le pague al conductor baje del taxi, coloqué mi mochila sobre mis hombros y me dispuse a entrar. Las puertas eléctricas me recibieron en cuanto me acerque, camine hasta llegar al lujoso recibidor de mármol gris que estaba en el centro de la primera planta.

— Buenas tardes. —salude a la chica que estaba detrás del mostrador.

— Hola, ¿en que pudo servirte? —preguntó con cierta cortesía.

— Tengo una reunión con el señor Aidan Eaton.

— ¿Cuál es tu nombre?

— Shaleen Dunne.

La chica asintió, y tomó el teléfono sobre el recibidor, habló durante un breve momento con alguien. Sonrió y tomo una tarjeta de identificación de plástico donde se veía el nombre de la compañía y debajo decía "invitado".  La chica me extendió la tarjeta y la tomé.

— El señor Eaton, esta en una junta de urgencia. —habló y sonrió— Me dieron indicaciones para que subas al último piso, y esperes en la sala de espera hasta que te hablen.

— Gracias. —respondí a sus indicaciones.

— No hay de que, y no te quites la tarjeta hasta que regreses.

— No lo haré.

Ella me dio una sonrisa y continuó escribiendo sobre una libreta. Me aleje del recibidor y camine hasta donde el final de la sala donde estaban los elevadores. Espere a que llegara y subí junto a un par de personas que esperaban su llegada.

— Señorita, ¿a que piso va? —preguntó un joven.

— Al ultimo por favor.

El chico me regaló una sonrisa en respuesta y marco en los botones el ultimo piso. Antes de llegar el elevador de detuvo varias veces hasta que las puertas se abrieron indicando que era el último piso. 

El lugar tenía una decoración demasiado elegante con pisos de mármol blanco, el espacio era amplio, por un lado había una pequeña sala de estar, también había siete puertas de lo que parecían ser oficinas y enfrente de estas en cad suba de encontraba una chica en un escritorio, haciendo papeleo.

— ¿Shale Dunne? —habló una chica castaña de gafas.

— Hola, si soy yo. —respondí caminado hasta donde estaba la chica.

— Hola soy Lucia, la secretaria del señor Eaton. —habló sonriéndome— Me informaron que subirías.

>>El señor Eaton esta en una junta, puedes ir a la sala de espera, la junta está por terminar en unos veinte minutos. ¿se te ofrece algo de tomar?

— Okay, muchas gracias. Si no es mucha molestia agradecería un vaso con agua.

— Perfecto, valla a sentarse y en unos minutos le traigo su agua.

La chica salió de su escritorio y camino hasta entrar en una puerta. Por mi parte me dispuse a sentarme sobre un sillón individual.

Saqué mi celular y me dispuse a observar mis redes sociales para matar el tiempo. Minutos después llegó Lucia con el vaso de agua y me entregó con una sonrisa. A decir verdad esperaba secretarias rubias parecidas a modelos. Aún que ninguna de las chicas era fea si no lo contrario pero era amables y eso era genial.

Tome el vaso de agua lentamente y sentí miradas sobre mi. Observe y vi que algunas de las chicas me observaban con intriga. Seguramente se preguntaba qué hacía buscando a Aidan.

Un rato más tarde una puerta de cristal se abrió dejando ver a un hombre en traje que salió seguido por otro más.  Detrás de ellos salió la tía de Aidan, que me había presentado hace unas semanas atrás.  En seguida salió Aidan junto a su padre y una hermosa chica de cabello negro.

La chica hablaba sobre algo y Aidan junto a su padre reían. Era como si se conocieran de toda la vida. Aidan detuvo su caminata en cuanto me vio, me dio una hermosa sonrisa y se alejo de su padre para dirigirse hasta mi.

Me levante colocando mi mochila sobre el sillón. Una vez Aidan estuvo frente a mi me robó un beso rápido.

— Te extrañe mucho. —le dije.

— Yo más cariño. —respondió.

Al escuchar sus palabras sentí como si mi corazón se hinchara de tanto amor que sentía por ese hombre.

— Ven vamos a mi oficina.

Tome la mochila y tome su mano para seguirlo hasta su oficina. Antes de entrar Aidan se detuvo al escucha Roa voz de su padre.

— Aidan, ¿no planeas presentarle tu novia a Madeline? —habló.

El solo asistió, su padre y Madeline se acercaron a nosotros.

La chica era realmente hermosa, su cabello negro era lacio y llegaba por encima de sus hombros, sus ojos eran de un verde esmeralda realmente hermoso, su rostro tenia un toque angelical.

— Shaleen, ella es Madeline Morgan, mi mejor amiga desde que tengo memoria.

— Mucho gusto. —dije.

— El gusto es mío. —habló la chica con una sonrisa.

— Nosotros vamos a mi oficina. —habló Aidan.

— Aidan, no olvides la cena en honor a Madeline esta noche. —habló el padre se Aidan.

— Claro padre ahí estaré.

— Querida Shaleen, con gusto te invitaría pero es una cena exclusiva para los socios de la empresa. —habla en padre de Aidan con malicia.

— No se preocupe señor Eaton, comprendo perfectamente.

Aidan le da una mala mirada a su padre y me vuelve a toma de la mano y me guía hasta una de las oficinas. Una vez dentro me indica que tome asiento en una silla frente a un hermoso escritorio.

— Disculpa a mi padre. —habla sentándose sobre otra silla detrás del escritorio— Solo quiere molestar.

— No tengo problemas con eso.

— Gracias por comprender. —dice y toma un folder de varios que tiene apilados sobre el escritorio.

>> Aquí está en contrato, hable con mi abogado y redactamos otro donde indica que ambos estamos de acuerdo en terminar con el contrato.

Observo el folder que me entrega, donde hay un contrato de unas tres hojas.

— Léelo con calma mientras yo terminó de firmar unas cosas y después iremos a comer algo, ¿te parece?

— Claro.

Aidan se concentra en sus asuntos y yo léelo en contrato donde básicamente dice que estamos terminando con la relación de sugar daddy-sugar baby. Una media hora después tomo una pluma de mi mochila y pongo mi forma sobre los papeles.

— Listo, ahora no eres más mi sugar daddy, ahora solo eres mi novio. —habló alegremente entregándole el contrato.

Sugar HeartsWhere stories live. Discover now