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Aidan tomó un poco del vino que había pedido para acompañar su comida. Este hombre hasta comiendo resultaba atractivo.

— Este es tu primer obsequio. –hablo poniendo la bolsa de la Apple Store sobre la mesa. Lo incrédula por unos instantes era una maldita Macbook, esas cosas estaban demasiado caras al menos desde mi punto de vista y mi posición económica.

— Muchas gracias, no era absolutamente necesario, pero de verdad te lo agradezco mucho.

— Se que lo necesitas para estudiar y esas cosas. Y creo que le lo has ganado.

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Observe conducir a Aidan, quien traía puestos unos lentes de sol, y eso lo hacia lucir más guapo. La fiesta de Alex comenzaba en media hora, ahora estábamos a menos de cinco minutos del Eaton Inn. Esta vez también nos quedaríamos a dormir para no arriesgarnos a irnos tan tarde, aún que la fiesta fuera a las cuatro de la tarde ya que según me había dicho Aidan, la esposa de Alex cursaba su último trimestre de embarazo y no querían hacer la fiesta tan tarde par evitar algún problema.

Una vez que el coche se detuvo en el estacionamiento ambos bajamos del automóvil y nos dirigimos hasta la recepción del hotel. La misma chica de la vez pasada estaba atendiendo a una personas y afortunadamente ahora había un chicho también atendiendo clientes. Esta vez no pasamos a registrarnos por que Aidan traía la tarjeta en su cartera. Subimos hasta el piso de la habitación y una vez ahí dejamos nuestras pertenencias en uno de los sillones, y esta vez no había olvidado mi ropa. Me observe por última vez al espejo que estaba en la sala, me gustaba como se veía ese vestido rosa que Aidan me había regalado.

— Vamos a buscar a Alex.  –hablo tendiéndome la mano. Tome las toallas que habíamos traído, después tome la mano de Aidan y las entrelazamos, para después bajar hasta el área donde sería la fiesta.

Observe que el hotel tenía otra área donde hacía fiestas privadas. Había una gran piscina, sillas para el sol, una barra para bebidas, pequeñas mesitas con sillas altas, mesa de postres y meseros terminando de dar los últimos detalles. Una vez que llegamos observe a Alex hablando con una mujer muy hermosa, pelinegra con uno hermosos ojos azules y una gran barriga.

— ¡Felicidades! –exclamó mi acompañante para después abrazar a su amigo. Después saludo a la bella pelinegra.

—Diana, ella es Shaleen. –hablo presentándonos.

Después de presentaciones y saludos, Aidan dijo que iría junto con Alex a ver si no faltaba algo. Yo me quede junto a Diana.

— Se ve que eres una niña muy buena, así que te encargo que cuides mucho a Aidan, espero que no estés por él solo por su dinero, que ya ha pasado muchas veces por eso.

Un nudo se formó en mi estómago, por que era la principal razón por la que estaba con él. Y jamas pasó por mi cabeza que un hombre tan inteligente y carismático como Aidan tuviera tan mala suerte en el amor.

— Aidan y yo somos solo amigos. –respondí un poco incómoda.

— Si tú lo dices. –hablo y soltó una risita risueña– solo promete que lo cuidas mucho.

— Lo haré.

— Acompáñame a ver podemos robar algo de la mesa de postres.

Sonreí ante su petición y la acompañe, Diana casi daba saltitos de felicidad al ver todo sobre la mesa. Tomó dos postres y me tendió uno a mi, nos sentamos en unas sillas cercanas y platicamos sobre cosas triviales. Ella hablaba muy emocionada cada vez que mencionaba a su bebé neonato, quien sería Niño y se llamaría Sebastián.

— ¿Tú quisieras tener hijos? –me pregunto– Por que a Aidan le hace mucha ilusión tener hijos.

Me atragante un poco con el postre pro que no esperaba esa pregunta y esa confesión.

— Si, pero dentro de muchos años más.

▫️▫️▫️

La fiesta estaba increíble el ambiente era muy alegre. Mire a Aidan a mi lado, quien reía por un chiste que había contado uno de sus amigos. A decir verdad su risa era muy hermosa, en realidad todo de él era hermoso. Uno de los invitados de Alex no dejaba de observarme, lo que me hacía ponerme un poco incómoda. Aidan se fue de mi lado debido a que quería ir al baño. Quise ir con Diana pero ella habla animadamente con otras chicas y no quise interrumpir.

— Richard Wayne. –hablo el hombre mientras me observaba de arriba a bajo. Me hacía sentir incómoda pero yo no era una persona maleducada así que lo saludé.

— Shaleen Dunne. –salude un poco incómoda.

— Eres muy hermosa Shaleen, Aidan es un maldito bastardo con suerte. –hablo soltando una risa– Fue un gusto, espero volver a vernos.

No dije nada más y deje que se alejara, suspiré cuando vi a Aidan acercarse a mi.

▫️▫️▫️

Unas horas más tarde la fiesta terminó, Alex y su esposa se retiraron a la habitación de hotel que habían reservado por qué Diana se sentía muy cansada. Aidan y yo despedimos al último amigo en común de ambos.

— Vamos a dar una vuelta por la playa. —hablo Aidan.

— Es una excelente idea.

Caminamos unos minutos hasta que llegamos a la playa, muy pocas personas se encontraban en el lugar y a lo lejos podía escucharse música de alguna fiesta. Caminamos tomados de las manos mientras hablamos de cosas triviales.

— ¿Es cierto que te va mal en el amor? –me atreví a preguntar.

— Si, en mi vida solo he conocido a una chica que me quería por lo que era, mi padre no la considero apropiada y me hizo irme a estudiar a Suiza. –hablo mientras tomaba un poco de arena entre sus manos– después de ahí todas las demás estaba conmigo solo por mi dinero.

— Entonces yo también pertenezco a esa segunda clase.

— No, tú eres diferente, no tengo problemas con eso por qué se que disfrutas de mi compañía mientras que tratas de sacar adelante tus estudios, al menos tú si tienes un propósito muy bueno.

>>Además ayudas a que mi padre no elija una horrible esposa para mi. Por qué si no haría que me casara con alguna de sus candidatas.

Sugar HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora