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— ¿Como te fue en los exámenes? —pregunto Aidan, mientras tomaba un poco de su café.

Sonreí al escuchar su pregunta, ambos estábamos en aquel café donde nos habíamos visto por primera vez. Habían pasado dos semanas desde el cumpleaños de Alex, desde ese día no habíamos vuelto a salir por qué yo tenía que presentar mis exámenes.

— Me fue excelente. –le respondí.

— Me alegro por ti. —hablo y tomó un sorbo de su café— Ahora que estás más libre, quería hablarte sobre la cena para recaudar fondos para donarlos por parte de nuestra cadena de hoteles.

>>Es en pareja y bueno me gustaría mucho que pudieras acompañarme.

— Sabes que estaré muy encantada de acompañarte.

El resto del día nos la pasamos hablando sobre el evento y cosas triviales. Después de unas horas Aidan me dejó cerca de mi casa y se fue a su departamento. La mañana siguiente me levante más temprano de lo normal por que tenía que llevar a rectoría lo que faltaba de pagar en la universidad.

Me despedí de mi madre y salí hacia la universidad. Salude a la amable secretaria y me dejó pasar a donde haría mi pago. Una mujer de avanzada edad me atendió con una sonrisa.

— Buenos días, vengo a hacer mi último pago.

Pregunto mi nombre y mi matrícula, durante unos segundos tecleó en la computadora.

— Señorita Dunne, su cuenta ya ha sido pagada hace dos días.

— Pero yo no...

— Bueno señorita Dunne, nos vemos el siguiente semestre. Hay más personas que tengo que atender.

La mire incrédula, salí del lugar y me senté sobre una banca que estaba fuera del lugar.

— ¿Todo bien Shaleen? —pregunto mi mejor amiga llegando y sentándose junto a mi.

— No, fui a dejar el último pago y resulta que ya está todo pagado.

— Tal vez fue Aidan, habla con él.

▫️▫️▫️

Después de clases, tome mi celular y marqué el número de Aidan. Unos segundos después de sonar él contesto.

— Hola Shaleen, ¿todo bien? —pregunto curioso.

— Algo así, es solo que quería saber si podemos hablar.

— Claro que podemos hablar, puedo enviar a mi chofer por ti. —respondió— Solo que tendremos que hablar en mi oficina por que tengo mucho trabajo y no puedo dejar la oficina.

— Si, no hay problema, estoy en mi universidad.

— Okay, nos vemos en unos minutos, Jeff es mi chofer e irá por ti en mi automóvil.

— Si, muchas gracias.

Colgué el celular y lo guardé en una de las bolsas de mis pantalones.

— ¿Entonces? —pregunto mi amiga.

— Vendrá su chofer por mi e iré a su oficina. —hablé emocionada.

— Eso es un gran paso. —hablo risueña.

— ¿Cuál es un gran paso? —Pregunto Oliver llegando.

— ¡Hola Oliver! —saludamos ambas.

— Me da gusto verlas chicas, hoy no pude acompañarlas a almorzar por que tenía que terminar un proyecto.

— No te preocupes, después puedes recompensarlo. —hablo Sidney.

— ¿Que tal ahora? —pregunto viendo la hora de su reloj— ¿Que tal si vamos a comer?

— Yo no puedo. —hablé un poco apenada— He quedado con Aidan.

— Bueno, no te preocupes, otro día lo reponemos.

Seguimos hablando de nuestro día de clases hasta que el automóvil negro de Aidan se estacionó cerca de mi vista. Me despedí de mis amigos y fui hasta ahí. Un hombre de avanzada edad en traje negro bajo del auto conforme me iba acercando, abrió una de las puertas trasera del automóvil.

— Buenas tardes, Señorita Dunne.

— Buenas Tardes. 

Quince minutos después llegamos hasta donde se encontraba el primer hotel de la gran cadena Eaton Inn. En la entrada se encontraba un botones, el chofer quien se llamaba Jeff, le dio indicaciones que me acompañara hasta la oficina de Aidan. Una vez dentro quede aún más sorprendida por lo lujoso que era el lugar, caminamos por unos pasillos hasta que llegamos a un área donde había muchas oficinas y gente con carpetas y bien vestidos iban de un lado a otro.

— Aquí es señorita. —dijo el joven y se despidió llenándose del lugar.

Había una chica pelirroja ordenando algunas carpetas sobre un escritorio afuera de la oficina de Aidan.

— Buenas tardes, tengo una cita con el señor Eaton. —hablé llegando hasta el lugar.

— Buenas tardes, puede pasar. —hablo dándome una gran sonrisa, para dejes levantarse y caminar hasta la puerta para tocar dos veces. Abrió la puerta dejándome pasar.

Me adentré a la oficina después de darle las gracias. La oficina se veía algo grande con un gran ventanal que daba hacía la parte trasera del hotel donde se podía ver la gran alberca. Todo estaba perfectamente ordenado y muy limpio.

— Hola Aidan. —hablé acercándome hasta el gran escritorio donde Aidan revisaba algún documento.

— Hola Shaleen. —hablo levantándose para caminar hasta mi dándome un beso en la mejilla— ¿Que t perece si vamos al restaurante del hotel? Ahí podemos hablar.

— Si, me parece Perfecto.

Salimos de la oficina y nos dirigimos al restaurante del hotel, una vez ahí inmediatamente le dieron una mesa, una vez en la mesa un mesero se acercó a dejarnos el menú, y minutos después regreso para que pudiéramos ordenas.

— ¿Sobre que quería hablar?

— Solo quería saber por qué pagaste mi colegiatura, es que solo no lo esperaba.

— Sobre eso, se que necesitas ese dinero para más cosas y además soy tu Sugar Daddy, recuerda que puedo darte obsequios y ese es uno.

— Muchas gracias de verdad, es solo que no lo esperaba. Eres un gran hombre Aidan.

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Lamento mucho haber hecho esperar tanto, pero entre exámenes finales y problemas personales no tenía tiempo para poder escribir y menos tenía imaginación. Muchas gracias por darle una oportunidad a esta historia.

La imagen de arriba es como me imagino a Aidan. Espero y les guste💕

Sugar HeartsWhere stories live. Discover now