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Cuatro horas después de estar en la sala de espera del hospital, Aidan y yo estamos más dormidos que despiertos, Alex sale a buscarnos con una gran sonrisa en el rostro.

— Ya soy padre. —dice al vernos con mucha felicidad en su voz.

— ¡Muchas felicidades! —exclama entusiasmado Aidan y abre los brazos para poder darle un gran abrazo a su mejor amigo.

— Estoy realmente feliz con la noticia. —me dijo a Alex, quien me agradece con un abrazo también.

— De vedad agradezco mucho que estén aquí.

>>Y sé que están casados así que vallan a dormir un rato y después regresan para que conozcan a mi hijo ya que la hora de visita es hasta el mediodía.

— Está bien, regresaremos después. —responde Aidan— Iremos a descansar un rato.

— Nos vemos Alex. –Me despido para después tomar la mano de Aidan.

Mientras salimos mi acompañante pide un uber ya que hemos venido en el automóvil de Alex. Diez minutos después el uber llega y subimos después de verificar que sea el automóvil correcto.

Rato mas tarde ambos bajamos del automóvil que nos ha dejado en uno de los complejos mas lujosos de departamentos de la ciudad. Un guardia nos abre la puerta y nos desea buena mañana, después vamos hasta el elevador y al ser demasiado tempano no hay nadie en el. Cuando las puertas de metal se abren bajamos y se puede ver un pasillo con dos puertas de madera obscura bastante elegantes. Aidan abre la de la izquierda y observo un departamento muy elegante, todo perfectamente ordenado. La gran sala de estar nos da la bienvenida junto a unos grandes ventanales que van desde el techo al suelo de madera, también hay un lujoso piano negro. Más allá hay una mesa con al menos diez lugares y otra puerta con una isla que seguro da a la cocina, también hay un amplio pasillo donde me imagino están las habitaciones.

Sigo en silencio a Aidan por el pasillo y entramos a la primera puerta al abrirla me doy cuenta de que se trata de su habitación. En su gran cama se encuentra mi mochila.

—He pedido a uno de mis chóferes que trajera nuestras cosas.

—Gracias.

—iré a tomar una ducha, puedes hacer lo mismo en la habitación contigua.

>> Si no has traído ropa para dormir puedes tomar una de mis camisas, después puedes regresar para dormir un rato.

Mi respiración se cortó al escuchar decir aquellas palabras.

—Está bien, muchas gracias.

—El armario esta ahí —hablo señalando una puerta doble— Nos vemos en unos minutos.

Le di una sonrisa antes de que se marchara en dirección hacia la ducha. Caminé hasta la puerta doble y la abrí percatándome de lo grande que era su armario y lo ordenado que estaba, en un lado tenia colgado muchos trajes, en otro espacio tenia camisas tipo polo y de más ropa perfectamente acomodada. Caminé hasta quedar frente a varias camisas más sencillas, tome una camisa básica blanca y salí del lugar para dirigirme hasta la otra habitación.

▫️▫️▫️

Suspire observando la puerta de madera y debatiéndome si tocar la puerta de la habitación de Aidan. Ya había terminado de bañarme y solo tenia puesta ropa interior y su camisa. Me di la vuelta y caminé hasta la cocina para conseguir algo de agua. Tomé un vaso de vidrio y me serví un poco de agua, estaba nerviosa y no sabía porque ya que había dormido un par de veces con Aidan.

Me exalté al ver a Aidan entrar en la cocina, traía un pijama y su cabello rojizo estaba levemente húmedo. Me sonrió y también tomo un poco de agua y me observaba mientras tomaba del vaso, una vez que terminó puso el vaso en el fregadero, y se acercó hasta a mí, tomo el vaso de mi mano e igual lo dejo donde el otro. Regreso y unió nuestras bocas en un beso desesperado, sin pensarlo correspondí su beso, puse mis manos alrededor de su cuello. El beso comenzó a aumentar de intensidad, haciendo que nuestros cuerpos se pegaran más uno al otro, una de las manos de Aidan se coló debajo de mi camisa, haciendo que la piel se me erizara. Su mano comenzó a tocar mi piel y comenzó a subir hasta llegar a uno de mis senos, el cual apretó con firmeza haciéndome soltar un gemido.

—Solo dime si quieres que me detenga. —me hablo, rompiendo el beso y observándome fijamente.

— No quiero que te detengas. —hable con seguridad, al escuchar mis palabras una gran sonrisa se formó en su labios.

Nuevamente nuestras bocas se unieron en un beso apasionado y Aidan continúo tocando debajo de mi camisa. Aidan me tomo de las caderas alzándome un poco y enrede mis piernas alrededor de sus caderas, una vez así comino hasta su habitación. Con cuidado me coloco sobre su gran cama. Nuevamente nos unimos en un beso, y no quería que se detuviera nunca, sabia perfectamente donde iba a terminar esto y era realmente algo que estaba dispuesta a hacer, yo no era virgen así que no habría ningún problema. 

Esta vez fue mi turno de tocar de bajo de la camisa de Aidan y sonreí al sentir su abdomen marcado por el gran ejercicio que seguramente hacia. Con su ayuda logramos quitar su camisa dándome una vista fabulosa, mis manos tocaban su cuerpo sin pudor alguno. Ahora mi blusa estaba tirada en algún lugar de la gran habitación.

— Eres muy hermosa Shaleen. —me dijo con voz entrecortada.

Ahora Aidan, dejaba besos húmedos por mi cuello. Con su ayuda logre quitar el pantalón de su pijama dejando verlo solo en un bóxer negro. Mi mano bajo hasta llegar al elástico de su bóxer, baje mas mi mano y toque su gran erección encima del bóxer haciéndolo soltar un gemido. Sus manos quitaron rápidamente mi sostén, sus besos bajaron hasta mis senos y comenzó a mordisquear mi pezón y con una de sus manos le presto atención al otro amasándolo a su antojo, mi espalda se arqueo al sentir el gran placer que estaba sintiendo en estos momentos, mis manos tocaron la musculosa espalda de Aidan, haciendo que mis uñas se clavaran sobre esta, provocando un gruñido por parte de mi acompañante, su boca dejo mis senos y continuo besando hasta llegar al borde de mis bragas que al igual que las demás prendas fue retirada de mi cuerpo dejándome completamente desnuda a su merced.

Se paro mis muslo, para después con su dedos comenzara a tocar mis pliegues húmedos por la gran excitación que estaba sintiendo, masaje mi sexo haciéndome sentir las corrientes de placer acumulándose en mi vientre. Aidan metió dos de sus dedos en mi interior, primero uno y después otro, penetrándome despacio, levante mi cadera en busca de más.

— ¡Dios, Aidan! —exclame con excitación al sentir su dedos en mi interior.

Aidan aumento la velocidad de sus dedos, arque la espalda mientras mi cuerpo comenzó a sentir la tensión del orgasmo que se aproximaba, pero los dedos de Aidan salieron de mi interior. Bajo su bóxer y se estiro hasta alcanzar una de las mesitas de noche donde en uno de los cajones saco un condón, observe su gran erección mientras con cuidado abría el paquete y se lo coloraba con cuidado. una vez regreso colocándose de nuevo sobre mi, Aidan tomo su erección con una de sus manos y la coloco en mi entrada, y con cuidado entro en mi, ambos gemimos ante la gran excitación que sentíamos. 

Nuestros cuerpos se acoplaron perfectamente, observo fijamente a los ojos a Aidan y este me dio una hermosa sonrisa. Comenzó las envestidas, mientras mis manos explorabas su cuerpo, estas aumentaron haciéndonos gemir más, mis piernas temblaron al sentir el orgasmo acercarse y solté un gran gemido en cuento en orgasmo toco mi cuerpo, unos segundos después el cuerpo de Aidan entro en tensión por el orgasmo que estaba por llegar las embestidas aumentador más mientras movía mi cadera para ayudarlo hasta que soltó un gemido más fuerte. Permaneció unos minutos mas en esa posición hasta que salio dentro de mi.

— Eres maravillosa Shaleen.


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Espero que les guste este capitulo, es la primera vez que escribo una escena de este tipo, y si algo no esta bien no duden en decirme. Y una disculpa por tardar tanto en subir el capitulo pero estaba tratando de acomodar mis ideas para que tuvieran un poco de coherencia. 


Sugar HeartsWhere stories live. Discover now