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El restaurante era muy tranquilo, en una de las mesas Aidan me esperaba mientras leía el menú.

Se levantó para darme un corto beso y recorrer la silla para que me pudiera sentar. Una vez que estuve sentada tome el menú y minutos después alegó el camarero a pedir nuestra orden. Quien más tarde regresó con nuestros pedidos.

La comida pasó tranquila, hablando de cómo había sido nuestro día.

— Hoy Mitchell Foster, me pregunto por mi hermosa novia.

Mis músculos se tensaron al escuchar su nombre.

— ¿Y que le dijiste?

— Que estabas en la universidad, dijo que pareces una gran chica.

Force una sonrisa al escuchar sus palabras. ¿Debía decirle que al que hombre era mi padre biológico? Una lucha interna se apoderó de mi mente, es decir era mi novio y le quería mucho pero no sabía si era el momento y lugar para decir aquello.

— Hay algo que tengo que contarte. —le digo después de aquella lucha interna.

Tenía que ser sincera con él.

— Cuéntame.

— ¿Recuerdas que te mencione que mi padre biológico murio?

— Si lo recuerdo, ¿qué pasa? ¿Está todo bien?

— Hace poco mi madre me confesó que mi padre biológico está vivo. — habló para después hacer una pausa— Mi madre me dijo que él se llama Mitchell Foster.

>>Es muy loco lo se, yo no podía creerlo, toda mi vida pensé que mi padre biológico estaba muerto y un día simplemente me entero que él se fue de la vida de mi madre sin decir nada. Y unos días después me encuentro con el frente a frente. Sin duda el mundo es un lugar demasiado pequeño.

Aidan me observa fijamente y abre y cierra su boca un par de veces, sin saber que decir.

— ¿Como te sientes al respecto? —pregunta— ¿Te gustaría que supiera la verdad?

— No se como me siento respecto a ese tema, es algo muy raro. —respondo— Creo que si me gustaría conocerle mas, solo me gustaría saber unas cuantas cosas.

— Tal vez debas hablar con él, se que no soy bueno dando consejos sobre padres por que el mío es un caso perdido pero si sientes que debes conocerle creo que deberías hacerlo.

▫️▫️▫️

Puse mi mochila a un lado del departamento de Aidan en cuanto llegamos. Después de comer habíamos decidido ir a su departamento así que aquí estamos.

Aidan se deshizo de su saco y chaleco colocándolos ordenadamente sobre un sillón individual.

Mordí mi labio al observar lo guapo que era y como la camisa blanca se ajustaba perfectamente a su cuerpo. Me acerqué y tome su cara entre mis manos, para después besarlo.

No tardo en corresponder el beso, que se volvió más apasionado con el paso de los minutos. En algún momento su camisa y la mía estaban en el piso. Aidan dejo de besarme y tomó mi mano para guiarme hasta su habitación donde continuamos besándonos.

Aún besándonos me recosté sobre la gran cama, ahora estaba en ropa interior al igual que mi compañero. Aidan comenzó a besar mi cuello y bajar con besos húmedos hasta llegar a mi vientre.  Por mi parte con una de mis manos tocaba su abdomen y con la otra tocaba su gran elección oculta de bajo de su bóxer, provocando que soltara pequeños gemidos y gruñidos.

Una vez que ambos estuvimos desnudos mi novio se estiró y tomó un preservativo de uno de sus cajones de la mesita de luz que había a un lado de la cama, lo abrió y lo colocó sobre su miembro erecto. Volvió a colocarse sobre mi y mientras me besaba entro en mi lentamente, en cuento estuvo adentro de mi comenzó a moverse despacio haciéndome soltar gemidos, la embestidas continuaron aumentando hasta que sentí como mis músculos comenzaban a contraerse y sentía como si algo fuese a explotar dentro mío, un fuerte gemido salió de mi al momento que llegue al clímax, mi mitos después Aidan me acompañó con el mismo sentimiento soltando un gran gruñido.

Ambos nos acostamos sobre su cama, coloqué mi cabeza sobre su pecho. Aidan depósito un meso sobre mi coronilla.

— Te amo Shaleen.

Al escuchar aquello mi corazón comenzó a latir aún más rápido, sonreí ampliamente.

— También te amo Aidan.

▫️▫️▫️

Al siguen día después de la escuela estaba sentada sobre una de las bancas bufando por que no encontraba mi celular entre las cosas de mi mochila y había olvidado en cual de las cuatro bolsas estaba. Sonreí al encontrarlo en la bolsa más grande al fondo de la mochila, lo saqué y volte dándome cuenta que alguien está frente a mi, solo observé sus zapatos.

Alce mi vista lentamente, hasta encontrarme con Mitchell Foster observándome fijamente. Parpadeé un par de veces para saber si lo que estaba viendo era verdad y no producto de mi imaginación.

— Señor Foster. —hable tratando de no sonar nerviosa— ¿Puedo ayudarlo en algo? —pregunte e inmediatamente me levante de donde me encontraba.

— Necesitamos hablar. —respondió, observándome con cierta ¿admiración?

Mi estómago se revolvió al escucharle decir aquello. No sabía que necesitaba aquel hombre de mi.

— Claro, dígame.

— Aquí no. —respondió— ¿Algún lugar privado donde podamos hablar?

— Hay una pequeña cafetería por aquí cerca, podemos hablar ahí.

— Vamos te sigo.

Tome mi mochila y la coloqué sobre mis hombros y comenzó a caminar a un lado de mi padre biológico, era raro y algo incómodo nos abre sobre qué podríamos hablar aún que miles de ideas cruzaban mi mente.

— Shaleen, ¿Que estás estudiando? —pregunto.

— Negocios internacionales. —dije orgullosa de mi carrera.

— Una gran elección.

Nadie dijo nada más debido a que habíamos llegado a la cafetería, afortunadamente ni había muchas personas, ambos entramos y nos sentamos en una de las mesas más alejadas.

Después de que la mesera nos tomó nuestras órdenes de retiro. Ahora está a solas sentada frente a mi progenitor, sin saber bien que hacíamos aquí.

— ¿Sabes quien es tu padre? —pregunto de repente tomándome por sorpresa.

Entonces supe la razón por la cual estábamos ahí. Él lo sabía todo.

— Si, se quien es mi padre.

Sugar HeartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora