Nocturlabio

21 3 3
                                    

¿Alguna vez se han sentado frente al mar a ver el  va y ven de las olas?

Trasmite una paz indescriptible, tu cuerpo se relaja tanto que toda tu energía entra en un estado de tranquilidad inigualable.

Se que Christian puede estar incómodo con mi peso sobre él en este auto, pero la forma en que me acaricia el cabello es tan reconfortante, que no quiero que termine, solo hay una persona que en mis peores momentos lo ha hecho y por eso es mi hogar.

Sin embargo el que Christian lo haga me produce otras sensaciones exquisitas.

Sus manos alisan mi cabello con ternura, y siento como sus dedos se enredan en mis mechones mientras su mejilla descansa en la parte superior de mi cabeza.

Siento que podria dormir aquí y descansar mejor, como hace mucho tiempo no lo hago.

—¿Estás dormida?— Dice con voz ronca

Niego con la cabeza
El solo suspira, es lógico que ya esté cansado de mi peso y de algo tan...raro.




Ahora quiero salir corriendo de aquí, sin tener que verlo a los ojos...

Me reincorporo tratando de evadir su rostro porque no se bien que acaba de pasar y de pronto siento ganas de llorar, tengo que salir ya de aquí.

Solía ser una chica muy fuerte, valiente y extrovertida, y aunque de alguna forma aún lo soy, después del peor choque de mi vida hay miedos que me eclipsan, hay mareas que siento que me llegan tan rápido que me ahogan de repente.

Lo peor de estas situaciones es que estás conciente pero no lo puedes controlar, es como estar en anestesia pura, sabes todo lo que está pasando a tu alrededor pero simplemente no puedes moverte.

Toda la pasión, la emoción, las ganas de sentir, me han abandonado y solo han dejado lo que siempre me queda: mil emociones negativas, sabiendo que son incorrectas pero que no puedo frenar.

Hago el intento de levantarme de inmediato y salir ...huyendo de aquí.

Christian me detiene colocando ambas manos en mis caderas.

—¿Que pasa?
—Me tengo que ir—Digo rápidamente

El frunce el seño un poco confundido

—¿Por que?
—Es tarde y tengo que ver a mi hermano—Digo en tono más bajo

Hay un silencio incómodo, pero Christian no me suelta.

Siento sus dedos en mi barbilla para levantarme la cara, no quiero ver sus ojos, no ahora...

—¿Hice algo que te incomodo?
—No no es eso—Digo desviando rápidamente la mirada porque me siento muy vulnerable

—¿Me tienes miedo Kai?—Me dice buscando mis ojos con su mirada

Sus ojos están tan oscuros que podría jurar que en este momento son más negros que los míos.

Niego con la cabeza lo que ha preguntado

—¿Entonces?
—Simplemente tengo que regresar a casa

Maldita sea, se que parezco una estúpida frente a él, pero ahora es lo último que me importa solo quiero sentirme segura en mis cuatro paredes, tenía mucho que no me sentía así de vulnerable y eso me está volviendo loca.

El solo asiente con la cabeza pero en su rostro puedo ver qué está confundido y tal vez un poco intrigado por saber que problema mental tengo.

Siento como se reincorpora y lo tengo a centímetros de mi rostro.

Besa mi frente de una forma tan extraña que me descoloca por completo.

Desde AltamarWhere stories live. Discover now