Neptuno

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 A diferencia de Poseidón que es considerado el Dios del mar por los Griegos, Neptuno era un Dios que pasó de dominar sobre el agua dulce a controlar el viento, las tormentas y los caballos en el océano, su fuerza e inteligencia lo llevo a ser el Dios del agua, las turbulencias y los terremotos marinos.

Neptuno era el Dios Romano del mar y los océanos.


Siento un dolor agudo en mi pecho, siento como si algo me aplastará con un peso enorme.

Kalell se a encerrado en su habitación y no he tenido el valor de tocarle la puerta, estoy sentada junto a mi cama tratando de calmarme porque siento que en cualquier momento voy a desmayarme.

Escucho ruido en el departamento y me levanto de inmediato, salgo de mi habitación y casi choco con mi hermano.

—¿A dónde vas?—Digo con miedo en la voz
—Quedate aquí Kailani—Me dice sin más, se dirige a la puerta sin mirarme

—No Kall espera por favor—Corro tras él, pero el es más rápido y ya a llegado a las escaleras de emergencia

Trato de alcanzarlo pero Kalell corre por las escaleras, solo escucho sus pasos firmes caer en cada escalón, son más de 9 vueltas hasta el estacionamiento y siento que mis pulmones van a estallar.

Kalell está más que furioso lo veo en cada movimiento, desconozco por completo a mi hermano, no hay rastro del que siempre ríe y dice malos chistes.

No puedo pensar con claridad, cruzo por algunos autos y lo alcanzó antes de llegar a la salida del estacionamiento.

—Kalell por favor—Le tomo el brazo con toda la fuerza que me queda mientras mis ojos se llenan de lágrimas

El pecho de mi hermano sube y baja de forma descontrolada

—Sube al departamento Kailani—Me dice con un tono de voz contenida
—No Kall por favor, no quiero que te metas en problemas, yo estoy bien—El empieza a caminar mientras yo me aferró a su brazo

Le estoy suplicando pero no puedo detenerlo, no me escucha en absoluto, me ha arrastrado varios metros mientras me resisto a soltarlo.

Se para en seco y sigo su mirada, mi corazón empieza a latir tan fuerte que siento que se va a salir de mi pecho.

Un auto negro está parkeado a unos cuantos metros, lo conozco muy bien y eso me llena cada poro de mi cuerpo de miedo, retrocedo un paso.

Mi mandíbula empieza a temblar y mis lágrimas caen, Kalell siente como aflojó mi agarre y se gira a mirarme.

Su respiración se hace más intensa y sus ojos se cristalizan una vez más, el rostro de mi hermano está tan descolocado, su cabello está alborotado de tanto pasarse las manos en la cabeza, se aprieta el puente de la nariz y respira profundo, me toma de los hombros.

—Sube al departamento Kai, en un momento voy—mi hermano se gira y corre al auto.

El conductor lo ve a unos cuantos pasos, y se que no esperaba ver a mi hermano y menos en ese estado, Kalell está rojo de coraje y se acerca a grandes zancadas a la puerta del auto.

En segundos veo como Kall abre la puerta del auto, y saca de el al hombre que me a atormentado durante meses.

El es de la estatura de mi hermano y tiene condición  física, pero Kalell hace mucho ejercicio.

Lo agarra del cuello y lo estrella contra el capo del carro de forma estruendosa, no puedo hilar lo que está pasando.

—Maldito ¿Desde cuándo?—Le grita Kalell muy cerca de su rostro mientras el lo empuja y Kall se tambalea

Desde AltamarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora