Surcar

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Muchas veces he venido a esta playa, he caminado por esta arena, he nadado en estás aguas, es de las playas más bonitas de este lugar, los grandes faros de navieros se ven a lo lejos, las olas van y vienen chocando con los limitantes de profundidad.

Después de dar mil vueltas, decidí salir con Christian a cenar, es su último día en tierra así que creo que es justo, según palabras de Dayana para aclarar algunas cosas.

Cenamos delicioso en un restaurante que Kalell y yo frecuentamos cada vez que el viene.
Christian quiso venir a esta playa así que no me dió muchas opciones, y no pudo escoger mejor lugar.

El se sienta en la arena cerca de unas palmeras que se mueven al compás del viento.

—Me gusta esta playa—Le digo tomando lugar a su lado
—Lo se Kai, es muy...tranquila—Dice un poco bajo

Y tiene mucha razón está playa trasmite mucha paz.

—Me voy en unas horas—Dice de pronto
—Ya lo sé Christian, Kalell también.
—Si, lo ví hace rato en las oficinas para sellar nuestra salida
—Esta vez no estuvo mucho tiempo aqui—Digo soltando el aire de mis pulmones
—¿sigues echándolo de menos cuando se va?
—Claro siempre se va a extrañar a quien se quiere
—Y valla que quieres a Kalell—Dice el con una mueca en el rostro

Me río
—Por su puesto, es tonto pero que se le hace

El solo sonríe

—Hace mucho no venía aquí
—¿Por que?—Pregunto con curiosidad
—A veces uno deja de hacer cosas, y no sabe cuánto le gustan hasta que las vuelve a realizar
—Wooooooow, Lagos a veces me sorprenden tus frases—le digo de forma divertida pero muy cierta, porque acaba de decir una gran verdad

El jala mis piernas hacia las suyas y las coloca encima, mientras juega con las agujetas de mis zapatos.

—Me gusta, tiene mucho estilo Ing. Kailani—Dice viendo mis tenis
—Que te digo Lagos, es la opinión d todo el mundo—Digo casi riéndome
El ríe

A veces puedo escucharme muy segura de mi misma, casi rozando el orgullo, pero a veces una cosa es lo que somos y otra cosa lo que demostramos.

—Kai—Me dice mientras desata y amarra mis aguantas
—Christian
— ¿Y a mi?
—¿A ti que?
—¿Vas a extrañarme?—Dice con la mirada en mis tenis

Podría jurar que es la primera vez que lo noto tal vez nervioso o incómodo no sabría decirlo con exactitud.

Sonrió porque su pregunta me ha tomado por sorpresa y porque no se muy bien que responder.

—Es complicado Lagos
—Si, si lo es
Pasan unos minutos mientras lo observó y el parece divagar en sus pensamientos.

—Vas a deshacer mis agujetas Lagos—Digo poniendo mi mano sobre la de él

El solo sonríe y fija su mirada en mi.
Christian tiene unos ojos preciosos que ahora están muy oscuros por la poca luz, pero siguen siendo igual de cautivadores, recuerdo que cuando lo conocí su mirada me ponía muy nerviosa, pero con el tiempo me acostumbré a ella.

Pero ahora no sabría explicar lo que me provoca su mirada, porque es mucho más que simples nervios.


Me toma la cintura y me coloca sobre él con mis piernas a sus costados.
Mi corazón empieza a latir con mucha fuerza, ya que desde que nos encontramos hoy no habíamos tenido ningún contacto físico hasta ahora.

—Quiero que me extrañes Kai—Dice besándome

Tardo un poco en reaccionar  porque sentir  sus labios me descolocan en gran manera, pero también por lo que acaba de decir ¿Quiere que lo extrañe? Que significa eso cuando se supone que él no quiere relaciónes ni compromisos

Desde AltamarWhere stories live. Discover now