Desde Altamar

Tempestad

La tormentas marinas suelen ser impresionantemente fuertes, pero hay un momento en que su categoría cambia a tempestad, el núcleo de la tormenta se hace inmenso, vientos de extraordinaria fuerza azotan el mar, remolinos escalofriantes se posicionan para tragar todo a su paso y olas gigantes golpean sin piedad.

Hace tres años una tempestad azotó nuestra pequeña familia de dos, una tempestad que yo permiti llegar.

Me levanto a ducharme antes de que mi hermano llegue a casa y me encuentre en este estado.
No tengo fuerzas, he llorado tanto y siento un vacío enorme en mi pecho, pero no puedo dejar que Kall me vea así.

Mi móvil no a dejado de vibrar, mensajes arrepentimiento, echándome a mi la culpa y diciendo que sin mi se morirá antes de lo esperado, están volviendome loca.

Desenredo mi cabello frente al espejo de mi habitación y no conozco mi reflejo, mis ojos están rojos e inflamados, mi rostro está pálido y mis labios resecos.

Una lágrima cae sobre mi mejilla, no se en que momento me perdí de esta forma.

Al principio eran discusiones en las que si el me decía algo yo le respondía, yo me defendía de forma tonta  e ilusa, hasta que me cansé, hasta que deje de luchar por mi, hasta que era discusiones de uno, mientras yo solo lloraba, hasta que pasaba noches llorando pensando porque no podía funcionar que estaba mal conmigo, porque no podía amarlo como el decía amarme.

Mi móvil vibra una vez más  sacándome de mis cavilaciónes.

—Kailani sabes que no puedo vivir sin ti, no se cuántos días me resten y solo quiero disfrutarlos a tu lado porque Te amo, aquí estoy humillandome una vez más para salvar lo nuestro.📲 Es él.

Estoy tan confundida, no se si soy una mala persona, si tal vez él tenga razón y soy tan inmadura que no me doy cuenta de lo mucho que me ama y que todo es por mi bien y realmente soy yo quien lo hace perder los estribos.

Estoy por responderle, por darle una nueva oportunidad a esto...

Escucho que la puerta principal se abre, trato de limpiar mi rostro cuando alguien toca mi puerta... En otras circunstancias correría a recibir a mi hermano pero hoy ya no puedo, me duele cada parte del cuerpo y él alma.

—Pasa
La puerta se abre
—¡Taran! Adivinen quién llegó—La sonrisa de Kalell es preciosa pero se desvanece en segundos al verme—¿Que te paso?

Cruza la habitación a pasos gigantes y me observa de arriba a bajo.

—Kai ¿Que tienes? ¿Que te paso—en sus ojos veo confusión y preocupación a partes iguales

Lo abrazo y me desarmo, el me abraza pero se que está confundido y ahora mismo no sabe que hacer.

Lloro en el pecho de mi hermano, porque ahora no se cómo decirle todo lo que está pasando, no se cómo decirle que tire a la basura todos los sueños que el me ayudo a cumplir, como le digo que le he fallado.

En los ojos de Kall siempre he visto amor y orgullo hacia mi, no estoy lista para ver la decepción y el dolor que le causare.

—Kailani, dime qué tienes, me estás asustando—Me dice apretándome contra él

—Termine con él—Es lo único que puedo decir y mi hermano suspira

—Ay mi morena, que te puedo decir son cosas que pasan, en su momento te lo dije todo era muy precipitado pero se que eran tus decisiones  y tenía que respetarlas, si te soy sincero creo que a sido lo mejor, yo no conozco de nada a ese tipo y siento que has cambiado y reconozco que no me gusta para nada—Besa mi frente