Medusa

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Me he despertado antes que la alarma de mi móvil empiece a sonar...

Siento una sensación extraña desde que me he quedado dormida.

Estoy un poco perturbada por todo lo que me ha contado Christian hace unas horas, él duerme sobre su lado izquierdo con una almohada sobre la cabeza, he notado que tiene esa costumbre de taparse el rostro para dormir.

Christian es un hombre que podría decirse que tiene la vida resuelta, es muy atractivo e inteligente, al verlo superficialmente nadie imaginaria las heridas que lleva por dentro.

Y es que muchos de nosotros con simple vernos jamás se notaría las grietas y el daño de nuestra alma.

Nuestras heridas emocionales son como el viento, no las ves pero sabes que existen, a veces golpean lento y otras veces tan fuerte que te tambalean de nuevo hasta perder el equilibrio.

Tengo muchas dudas aun sobre él, pero más allá de preguntarle no se si podre mantenerme en pie con sus respuestas.

Me giro por completo para verlo y su respiración es acompasada, trato de recordar en que punto de estos dias he llegado a sentir un cariño por él, y llego a la conclusión de que el cariño que siento no es de ahora, es desde que conoci su personalidad, es un hombre divertido, que siempre sonríe, su aura esta llena de energía... Jamas lo he visto llorar.

Tocó su mano y por inercia acaricio sus dedos, mientras lo observo.

Se que Christian no me ama y la realidad es que yo tampoco a él, pero quiero pensar que lo que sea que tenemos es especial, y aunque lo más probable es que no sigamos juntos y esto termine pronto siempre me dolerán sus heridas.

Una lágrima rueda por mi mejilla, siento un nudo en la garganta y las escenas de lo que me a contado no salen de mi cabeza, inclino mi rostro descansando sobre su espalda mientras lo abrazo.

No puedo dimensionar la idea de que verlo ahora convertido en un hombre y saber lo que a pasado me rompa de esta forma, y a su propia madre no le halla movido ningún sentimiento ver sus ojos verdes llenos de miedo, ver sus pestañas llenas de lagrimas mientras sabia que por sus venas corre su misma sangre.

Algunas personas no deberían ser madres.

Kalell y yo siempre hemos tenido muchas diferencias y discusiones familiares, pero jamás ni en mi peor pesadilla puedo imaginar un daño así, mi padre jamás me a puesto una mano encima.


Sí, tuvimos una infancia falta de amor pero no llena de miedo.

Y meditando en eso, te das cuenta que las diferencias son abismales



Vivir un miedo constante en una etapa tan vulnerable de la vida, es romper desde adentro algo sagrado.

Estoy pensando en este tipo de circunstancias de la violencia física y psicológica que vivió Christian y alguien viene a mi mente de pronto...al pensar en ella siento el nudo de mi garganta más grande.



Carly


La chica del grupo de las acosadoras...

Carly es una chica preciosa, inteligente e independiente, estudia informática y farmacéutica mientras trabaja en una farmacia en Venezuela.

Es muy divertida y hemos tenido conversaciones llenas de risas y buenos momentos en el grupo desde que contactamos.

Compartimos un grado de locura en cuanto a fiestas, baile y diversión.

Pero hay algo en ella que siempre he notado en sus fotografías, tiene un matiz de tristeza en sus inmensos ojos y su sonrisa es una sonrisa genuina de las que sabes que atrás de ella hay lágrimas contenidas.

Desde AltamarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora