، 🦋 : Mesa sola.

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Jarin ya estaba en la mesa, Jongsuk a su lado. Sus manos juntas sobre la mesa, hablando entre ellos, tal cuales adolescentes enamorados.

Cuando sus hijos entraron a casa, Jimin hizo el mayor intento de cambiar su actitud a una más cordial con Jungkook, hablando con él y respondiendo sus preguntas, a su suerte, el castaño ya había dejado atrás el tema de ellos debido a su gran y fuerte permanencia en hacerle saber que ya no le importaba nada de él y ni ellos como pareja en su pasado. Jungkook no puso más insistencia, tal cual hace veintiún años, después de los tres meses donde Jimin se la pasó terriblemente mal, guardando cada regalo de parte de Jungkook, poniendo en una caja sus fotos y llorando desconsoladamente en su habitación con la compañía de Hoseok.

El castaño lo ayudaba a poner los platos en el lugar respectivo de cada quien, Jimin tan sólo los servía y se los daba.

✧✦✧

La comida fue risas entre los menores, pero no de los mayores. Tan sólo vagos intentos de risas fingidas, no había diversión después de ver a tu ex-novio.

Ya era hora del postre, y el momento de hablar de la relación de sus hijos. Jimin picaba con su tenedor su pastel de vainilla.

—Jongsuk —llamó la atención del menor.

—Sí, señor —respondió al instante.

Jungkook también puso atención en él.

Jimin apoyó sus codos sobre la mesa, entrelazó sus manos para apoyar entre ellas su mentón.

—No te haré preguntas ni nada al respecto, tan sólo quiero decirte algo, ¿bien? Frente a tu padre y a mi hija.

Notó el pánico en el menor. Su manzana de Adán subió y bajó.

—Bien —respondió en un hilo de voz.

—No le rompas el corazón y cuídala mucho. Es mi gran amor y no soportaría verla mal por un idiota.

—¡Papá! —Jarin alzó la voz.

—Sin ofenderlo, amor —la tranquilizó. Jongsuk asintió en dirección de la castaña, haciéndole saber que estaba bien—. Tan sólo quiero que lo tomen con calma y cuidado —miró a Jungkook que tenía una mueca en su cara—. No vaya a ser que te engañe. Se nota que está en sus genes —miró directamente los ojos azules que una vez amó.

Jungkook negó, rascando su mentón.

—¡Papá! ¿Qué te ocurre? —gritó la menor levantándose de su asiento, enfadada por el comentario de Jimin.

Se quedó estático cuando entró en razón. Entreabrió sus labios. No quería decirlo, no hacia Jongsuk. Fue un impulso al ver a Jungkook.

—No... amor yo no quise decir eso.

—¿Entonces? —ladeó su cabeza.

—Es que... —no pensaba decirle a su hija que llevaba una historia detrás con el padre de su novio. Que él era el causante de la incomodidad en la mesa y en sus cometarios llenos de rencor—. Yo no sé —bajó la voz—  No quiero que te hagan daño.

—No puedes ir directo contra Jongsuk, papá —se quejó—. Ten respeto por él y por su papá.

Jimin asintió, rascando su nuca.

—Discúlpame Jongsuk, son... cosas del pasado conmigo mismo. Recordé algo que pasé por tu edad y no quiero que pase lo mismo con ella.

El castaño menor asintió con un pequeño y tímido gesto.

—Lo comprendo, señor Park.

Jimin le dio una sonrisa débil. Jarin negó tomando la mano de su novio, haciéndolo ponerse de pie.

—Esperaré a que se te pase tu arranque de papá tóxico —se quejó—. Y debes hablar con el señor Jeon también. Hablaste mal de él y su hijo —se quejó.

Jarin salió con pasos ruidosos. Subió las escaleras hasta su habitación, Jongsuk detrás de ella siendo casi arrastrado. Dejando a ambos adultos solos en la mesa, en un completo silencio que sólo era rellenado por el sonido del tenedor de Jimin sobre el plato.

Ya no le importaba estar con Jungkook. Cambió al ver que la cagó con su hija y su novio. Jongsuk no merecía sus malos tratos por el rencor que le tenía a su padre. Ellos no tenían la culpa de sus problemas. Y justamente lo primero que dijo que no haría, fue lo primero que hizo.

Recargó sus codos en la mesa, sobando sus sienes.

—¿Así que Jarin es la que tiene bajo control la casa, eh? —dijo Jungkook con una media sonrisa en sus labios y una pizca de humor en su comentario.

Jimin levantó su cabeza, negó.

—Jungkook, no estoy de humor para bromas tuyas, ¿sí?

—¿Ahora si me conoces?

Jimin rodó los ojos.

—Ya tengo bastante con que la haya jodido con mi hija y el tuyo para seguir contigo —respondió fastidiado—. Sólo dejemos de lado lo que pasó entre nosotros.

—A Jongsuk le importa una mierda eso que dijiste —rió—. Nunca se deja llevar por los comentarios de los demás, menos de ese tipo porque sabe lo que es, y lo he educado para eso.

—¿No importarle lo que digan?

Jungkook inclinó su cabeza a un lado.

—Y a no ser un jodido infiel a la persona que te ama —bajó su voz.

Jimin rió con careza de humor.

—Pudiste hacerlo bien la segunda vez, con tu hijo, al menos. Que bueno que hayas aprendido de tus errores.

Jungkook negó rodando los ojos. Pasó su lengua por su paladar y chasqueó sus labios. Jimin enarcó un ceja con la acción de quien tenía frente suyo, muy lejos, en la mesa.

—¿Qué? ¿Dirás que no?

Jungkook asintió.

—Diré que no —lo retó.

—Jungkook, por favor no te hagas el inocente —se burló.

Bien, no estaba yendo bien su plan de inicio porque de pronto ya quería tocar ese tema con Jeon y decirle todo. Echarle en cara lo mal que se sintió por su culpa y esa inseguridad que le creó para tener nuevas relaciones. Ya no quería guardárselo y aún más con todo lo que supo después.

—No me hago el inocente. Nunca me dejaste explicarte las cosas.

Jimin asintió.

—Te vi abrazándola, después te besó la mejilla y tú le sonreíste y acariciaste la suya. Hacías lo mismo conmigo —se quejó.

—Eso no fue engañarte.

—Yo digo que sí porque estaban escondidos en el aula. Por suerte tuya no vi un beso en los labios o algo más.

—Porque nunca hubo algo más.

Pensaba que su corazón no podía volver a sentirse como antes, pero lo hizo. No por tenerlo enfrente, sino por todo lo que Jungkook empezaba a negar. No había forma de que pudiera ser inocente. Su corazón se rompió por tercera vez, gracias la misma persona.

La primera, la causa de todo. Ese beso.

La tercera, su insistencia en decir que no pasó nada entre aquella pelirroja y él.

Y la segunda...

—Si nunca hubo nada más, ¿por qué unos años después se casaron? —suspiró con tristeza. Esa fue la tercera vez que su corazón se rompió—. Y claro, después de otros años tuvieron a Jongsuk.

Jungkook no supo qué decir. Estaba por hablar, pero cuando Jimin soltó eso, cerró la boca y echó su cabeza hacia atrás. Negó con su cabeza agachada.

Jimin, esperaba a que hablara. Al ver que no lo hizo, volvió a tomar la palabra.

—¿Por qué se divorciaron? ¿La engañaste con alguien más? —fingió una sonrisa amable.

not you again, please › kookminWhere stories live. Discover now