not you again, please › kookmin

، 🦋 : Mensajes.

Jarin:
Hola, papá!! 🩷
Mañana Jongsuk y yo iremos a visitarlos, igual queremos que vayamos los 4 a un nuevo restaurante que encontramos cerca de casa.
Nos vemos!! Te amo! 💕

Jimin despertó con los mensajes de su hija. Leyéndolos con sus ojos entrecerrados muy a su pesar por el brillo del celular.

Al menos agradecía que esa vez sus hijos tuvieran la decencia de avisarles que irían a visitarlos, y así no los sorprenderían de nuevo.

Jimin:
Está bien, amor. Mañana nos vemos e iremos a ese restaurante 🥰
Descansa, y cuídate mucho. Te amo! ❤️

✧✦✧

Jungkook llegó con Jongsuk a la mesa donde Jarin y Jimin los esperaban. Jungkook, como siempre, sentándose al lado del mayor, después de dejar un beso en la mejilla de Jarin, y estrechar su mano con Jimin.

—Señor Park —dijo sentándose a su lado.

—Señor Jeon, un gusto volverlo a ver —agachó la cabeza como saludo.

Fingían tan bien, que sus hijos no podían imaginar que ellos ya se habían visto por la mañana, en casa de Jimin cuando Jungkook fue a dejar un arreglo de margaritas.

—¡Escuché que este lugar está siendo muy popular! —mencionó Jongsuk con entusiasmo.

—¿Qué quieren pedir? —preguntó Jarin, mirando la carta.

Todos hicieron lo mismo, manteniéndose ocupados por varios minutos entre todo el repertorio de platillos que había. Jungkook torció sus labios y formó un puchero por lo indeciso que estaba.

—¿Y si pedimos de todo y lo compartimos?

Los presentes en la mesa estuvieron de acuerdo. Jongsuk alzó la mano para que les tomaran su orden, mientras los mayores escondían sus manos por debajo de la mesa. Dejando caricias sobre el dorso, escondiendo sus sonrisas enamoradas.

Jarin no dejaba de mirarlos, sintiéndose tranquila al ver la buena relación que llevaban sus padres.

✧✦✧

—¡El tteokbokki está delicioso! —casi gritó Jimin antes de cerrar sus ojos y degustar el sabor de aquel platillo que moría por probar desde hace tiempo.

—¿Sí? —preguntó Jungkook mirando el pequeño pedazo del pastel de arroz bañado en salsa de pimiento rojo, que Jimin tenía en sus palillos.

El ojiverde asintió, subiendo y alzando sus cejas mientras movía su cabeza feliz. Jarin y Jongsuk no paraban de estar en su mundo con su ramen y gimbap que los maravilló.

—Es muy bueno. Prueba —olvidándose de la compañía de los menores, Jimin tomó otro pedazo del pastel de arroz en sus palillos, con una mano debajo de estos, funcionando como plato por si se caía, a la par que acercaba el bocado a Jungkook.

—No suena muy bien eso de pastel de arroz —Jungkook echó su cabeza hacia atrás.

—Vamos, es bueno. Yo soy especial en cosas de comida —insistió subiendo los palillos.

Jungkook rodó los ojos. No podía negarse a la carita que Jimin hacía para convencerlo. Abrió su boca, y Park soltó un pequeño chillido de emoción. Estaba por darle el bocado, cuando sintieron un par de miradas encima suyo.

Miraron de reojo, viendo a Jarin y Jongsuk con el ceño fruncido, confundidos.

Jungkook le quitó los palillos de Jimin, comiéndose por su cuenta el tteokbokki, nervioso. Asintiendo por el buen sabor.