not you again, please › kookmin

، 🦋 : Realidad.

Jarin había salido con Jongsuk por la tarde, haciendo que también Jimin y Jungkook los acompañaran, aunque después cada quien se fuera por su lado, dándoles su espacio.

Los mayores iban tomados de las manos por la plaza. Jungkook no había hablado mucho, y eso lo notaba Jimin. Haciéndolo preocupar un poco.

—¿Qué te pasa? —preguntó con una mueca.

Jungkook volvió en sí, girando su cabeza a donde Jimin. Alzando sus cejas y apretando sus labios, haciéndole saber que tenía su atención.

—Nada, ¿por qué?

—Estás muy callado.

Jungkook soltó una risa nasal, afianzando su agarre de la mano de Jimin, la cual llevó a sus labios para dejar un beso en el dorso de esta.

—No es nada. No te preocupes.

Jimin enarcó una ceja, llamando su atención. Pero, Jungkook no quería decirlo, y no porque le hubiera molestado algo, sino todo lo contrario. Las palabras de Jarin hacia él fueron una gran bocanada de aire que fue directo a sus pulmones, y que después se encargó de acelerar su corazón debido a la emoción que descargó en su sistema, al saber que la propia hija de su novio, lo aceptaba y entendía los sentimientos que tenían.

—Jungkook, por favor. Dijimos que íbamos a hablar las cosas —formó un puchero—. Es nuestro primer día de novios y ya la estás cagando, amor.

Un comentario que desfiguró el rostro de Jeon, asustado. No, no. Se prometió no hacerlo de nuevo. Y aunque el comentario de Park no fuera en serio, él se lo había tomado así.

—Es que... no sé. Fue lindo escuchar lo que dijo Jarin de que te estoy haciendo feliz —sonrió de lado.

Jimin sonrió de igual forma, notando el brillo en los ojos de Jungkook, su ligero sonrojo en sus mejillas.

—¿Te gustó escuchar lo que dijo mi hija de ti? Saber que tienes su aprobación.

Jungkook sonrió mordiendo sus labios.

—Sí, porque me prometí hacerte feliz y recuperarte. Armar lo que deshice, y bueno... creo que lo estoy haciendo bien.

Jimin lo besó en los labios. Un pequeño beso sonoro al separar sus labios. El rizado acarició su mejilla.

—Juntos vamos a armar nuestro desastre, amor.

—Te amo.

—Yo te amo más.

✧✦✧

Jimin tendría una noche a solas con su hija, tal cual era antes.

Jungkook fue a su casa, dándoles su espacio, no sin antes prometer llegar al día siguiente para ir a desayunar como pareja.

Jarin esperaba a su papá en el sofá. Sus piernas encogidas, hasta llevar sus rodillas a su pecho, cubriendo sus piernas con una manta, mientras elegía una película que ver. Jimin no tardó mucho en llegar con palomitas y dulces, dejándolos en la mesa de centro, para poderse acomodar a un lado de su hija en el sofá. Jarin aprovechó que lo tenía cerca, para recostar su cabeza sobre su pecho.

Jimin sonrió al sentirla con él. Tanto así, que le fue inevitable no besar su cabellera y acariciarla con cariño, en un silencio que era rellenado por el sonido de la película.

—Te extrañé estos días, papá. Lo siento —musitó.

—También te extrañé, amor. Y no te preocupes, ya arreglamos todo, ¿no es así?

Jarin asintió. Trató de poner atención a la pantalla, sin embargo, no podía. Quería conocer todos los detalles de su relación con Jungkook, el porqué lo odiaba tanto, y qué fue exactamente lo que los unió en sí. Más detalles de su relación adolescente, y la forma en que la llevaban ahora. Muchas preguntas estaban en su cabeza.

—¿De verdad se dieron así las cosas entre el señor Jeon y tú?

—¿Así cómo? —echó su cuerpo hacia delante para tomar una palomita y llevarla a su boca.

—Sí, que tan sólo hablaron y arreglaron todo tan fácil en las vacaciones. Es que, se notaba que no lo querías —torció sus labios.

Jimin lamió los suyos, y los mordió. Si, bueno... hablar no fue lo primero que pasó entre ellos. Guardó silencio, buscando la forma de decirlo, pero Jarin, conociéndolo, ya podía adivinar.

—¿Qué pasó antes? —entrecerró sus ojos—. ¿Cómo supiste que seguías sintiendo cosas por él para llegar a todo esto? —se acomodó a su lado, emocionada.

Jimin rodó los ojos con diversión. No podía ocultarle más cosas a su hija, además, ya estaba mayor como para entender más de la vida adulta y cómo suceden algunas cosas.

—Hubo celos —habló en voz baja—. De los dos —Jarin asintió subiendo sus cejas—. Después una discusión por los mismos celos que pasaron en un bar del hotel, y la discusión fue en el ascensor de camino a la habitación que compartíamos.

—¿Y luego?

—Los celos y un amor pasado no son buenos cuando se juntan, menos con tensión —se encogió de hombros—. Una cosa llegó a la otra, y pasó lo que pasó.

Notó la cara de su hija. Sorprendida.

—Amor, no había tenido nada con nadie en mucho tiempo, ¿sí? Iba a caer fácil, tenemos necesidades.

Jarin soltó una fuerte risa, que provocó que el rubor de la cara de su padre, se volviera cada vez más fuerte.

—Entonces después de eso hablaron —mencionó cuando dejó de reír.

Jimin negó, entonces Jarin frunció su entrecejo. Confundida. ¿De verdad su papá estaba haciendo con Jungkook todo lo que nunca lo ha visto hacer con nadie?

—Acordamos que sólo tendríamos sexo en esas vacaciones, y después nada de nada. Al inicio todo fue bien, pero los sentimientos fueron pasando más y más. Jungkook me pedía hablar y terminé accediendo con la condición de que fuera al llegar acá. Y sí, lo demás es historia que ya conoces.

—Entonces... ¿engañaste primero a Taeyong?

Jimin asintió con sus labios apretados. Apenado.

Jarin tan solo lo miró a los ojos. Jimin pensó que estaría decepcionada de él, aunque, lo único que notó en su rostro, fue su boca abierta en una "o", y sus ojos de par en par abiertos, mostrando sus pestañas que llegaban casi hasta sus cejas.

—Papá, creo que entonces no conozco nada de ti. Eres como esa versión vieja que me contaste de ti.

Jimin sonrió de lado. Sí, siempre figuró ser el más responsable y correcto después de Jungkook. Sin embargo, era la contrario, y Jeon lo complementaba a la perfección.

—No siempre fui yo, amor. Ahora lo estoy siendo.

—¿Con el señor Jeon?

Jimin asintió con una sonrisa de lado a lado, y su pulso acelerándose con tan solo escuchar su nombre.