، 🦋 : Gateway car

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Esa misma noche, por la madrugada, Jimin no conciliaba el sueño.

Una mano sobre su estómago y con otra detenía su celular, deslizando su dedo por la pantalla, intentado distraer su mente. No le gusta pensar en Jungkook, sin embargo, al parecer su mente no pensaba lo mismo al tenerlo presente 24/7.

Cansado, apagó su celular, dejándolo en su mesa de al lado. Suspiró con enfado, apoyando su cabeza con fuerza sobre la almohada.

¿Por qué sentía celos? ¿Por qué se emocionaba con Jungkook cuando sabía que iría a su casa? ¿Por qué se sintió bien cuando por esos mismos celos de Jungkook? ¿Fue una demostración de que al menos existía algo ahí?

Esas y miles de preguntas más no paraban de rondar en su cabeza.

—Tenías que volver —su tono decaído se escuchó en la habitación—. ¿Por qué?

Su estómago seguía revuelto, y ya no tanto por tan sólo la idea de Jungkook, sino también por algo nuevo.

El miedo de aceptar sus sentimientos.

Lo hacía, estaba completamente consiente de que seguían vivos en su interior. Flotantes, un poco perdidos en su profundidad. Tan sólo bastó una pequeña marea azul brillante para sacarlos a relucir de nuevo.

Amor, cariño, nostalgia, tristeza, emoción, admiración. Salieron a la luz.

—Malditos sentimientos —revolvió sus rizos—. Tenían que morir ese día. ¿Por qué soy tan estúpido y débil?

No se permitía tenerlos. Todo sería extraño, ademas, ¿qué le podía asegurar que todo iría bien esa vez? No arriesgaría la relación de su hija para algo de tan sólo semanas o meses.

Ya arruinó la vida de sus hijos una vez, no pensaba hacerlo de nuevo.

Estiró su mano a su mesa de noche, con decisión, tomando su celular antes de ponerse de pie y ponerse sus pantuflas.

Caminó por su habitación hasta su cesta de ropa sucia, sacando de ahí la ropa que usó para la graduación de su hija. Rebuscó en su ropa el papelito que le dio el mesero.

Sabía lo que le prometió a su hija en la mesa, lo que aseguró no hacer, sin embargo, podría ser su salida de escape para no seguir permitiendo el paso de los sentimientos hacia Jungkook.

Es decir, si se daba la oportunidad de conocer a otro, podría tener sentimientos por esa nueva persona en su vida, ¿no es así? Así suele pasar.

Un día no te importa nadie, y después lo conoces y lo es todo para ti.

No lo pensó dos veces antes de enviarle un mensaje.

Jimin:
Hola, soy Jimin el del restaurante a quien le diste su número esta tarde.

Su celular no tardó en sonar de vuelta.

Taeyong:
Hola, Jimin!
Creo que ahora puedo respirar jaja.

Jimin:
Lo siento, tuve cosas que hacer en el día.

Mintió.

Pensaba ignorarlo y dejarlo pasar, pero su mente traicionera hizo lo que hizo y ya estaba hecho.

Jimin:
Pero no dudé en enviarte mensaje.

Taeyong:
No te preocupes, entiendo.
Entonces... crees que puedas aceptarme una cita algún día?

Jimin:
Mmm... no lo sé...
Si!

not you again, please › kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora