، 🦋 : El "hubiera" no existe

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Jungkook ya se iba con Jongsuk. Para Jimin no fue molesto hacer pasar el tiempo, de hecho, fue ameno. Lo disfrutó. Volvió a sentir lo que es reír con alguien que te comprende, ¿o alguien que te complementa?

Ambos ojiverdes despedían a los castaños desde la puerta de su casa. No entraron hasta que los perdieron de vista. Dicho y hecho, Jarin entró primero, Jimin detrás ella.

La ojiverde se deshacía de su coleta, dispuesta a subir a su habitación, pero Jimin no le iba a dejar el camino fácil.

-Ey, tú. Ven acá -llamó su atención con un tono serio-. No creas que te estás escapando de esto, señorita.

Jarin sonrió de forma inocente. Pasos cortos y lentos fueron los que la llevaron hasta donde su padre la esperaba.

-¿Qué pasa? -fingió inocencia.

Jimin sonrió, su hija podía ser cínica cuando quería.

-Dime que se cuidaron -acomodó los cabellos de su hija detrás de su oreja-. Todavía no quiero ser abuelo.

Mucho menos quería ser abuelo de un Jeon.

-Sí... -jugó con su labio-. No nos olvidamos de eso.

Jimin asintió satisfecho. Eso era lo único que quería saber y que le permitiría dormir. La tomó de las mejillas, besando su cabeza.

-Perfecto, amor. Eso fue todo.

La cara de su hija le hizo saber que esperaba algo más que sólo esas palabras.

-¿Y ya? ¿Eso es todo?

Jimin asintió sin interés, despreocupado.

-¿Qué más te diría?

Jarin se encogió de hombros y se acercó a él.

-No lo sé, tal vez me pudiste haber dicho que estaba mal, o que no lo hiciera. Me hubieras prohibido ver a Jongsuk o no sé.

-¿Y para qué? ¿Para que no te importe y lo vuelvas a hacer? -rió-. Amor, tuve tu edad. También hacía cosas así, entonces no tengo problema mientras sean responsables.

Al parecer esas fueron las palabras mágicas para que la menor se sentara en el sofá de la sala, cruzando sus piernas sobre la superficie. Subiendo y bajando sus cejas.

-¿Qué hiciste? ¿Qué pasó? ¿Los abuelos te descubrieron?

Jimin sonrió con diversión por las preguntas de su hija. Parecía tener mucho interés en ello.

-¿De verdad quieres que te cuente esa parte mía? -Jarin asintió emocionada. Jimin rodó los ojos, sentándose a su lado. Jungkook llegó a su cabeza, y entonces, su historia comenzó-. Tenía diecinueve años, mi novio era de la misma edad...

-¿Cómo se llamaba?

-Junghyun.

-Bonito nombre. ¿Era lindo?

-Mucho.

-Bien, sigue.

-Tus abuelos trabajaban desde temprano hasta tarde. Yo pasaba la tarde solo en casa. Un día se me hizo fácil faltar a la escuela y decirle a... Junghyun que tampoco fuera, pero lo esperaba en casa...

🦋

-¿Cómo jodidos se te ocurre ir a casa ajena a tener relaciones, Jongsuk? -Jungkook alzaba la voz, con su vista en el camino.

Claramente Jongsuk no podía salvarse del sermón de su padre.

-Es que Jarin me dijo que su papá no iba a estar y yo... Bueno tú... siempre estás en casa.

not you again, please › kookminWhere stories live. Discover now