، 🦋 : Puños cerrados, boca cerrada.

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—Park Jarin —se escuchaba alrededor suyo.

Jimin aplaudía con fuerza al ver a su hija pasar al frente para recoger su certificado escolar. Su —ya no tan— pequeña bebita de diecinueve años estaba en su ceremonia de graduación.

Birrete sobre su cabeza, toga oscura y por debajo podían hacerse notar los brillos de su vestido azul marino.

Silbó con fuerza, señalándola.

Jarin alzó su certificado y lo señaló de vuelta con una enorme sonrisa en sus labios.

Las lágrimas eran derramadas por las mejillas del rizado. Esas pequeñas gotas saladas que limpió con el dorso de su mano cuando la vio volver a su asiento para disfrutar el resto de la ceremonia.

Él igual se sentó, su piel erizada y su nariz tapada eran el resultado de esa bella experiencia que vivía.

Orgulloso de su hija, de lo que era y en lo que se convirtió. Un logro más hecho.

Aunque, también era el sentimiento de que ella partiría de su casa en unos meses. Estaba muy acostumbrado a su notable presencia, no sabía qué hacer después.

Dio un respingo cuando escuchó otro nombre por el que ahora también se alegraba.

—Jeon Jongsuk.

De nuevo, se puso de pie y aplaudió con fuerza. Sonriendo a donde Jongsuk caminaba.

La voz de Jungkook podía escucharla detrás de él. Se escuchaba tal y como un padre orgulloso.

—¡Ese es mi hijo! —gritaba con una enorme sonrisa en sus labios, señalándolo—. ¡Eso es, Jongsuk!

El castaño sonreía y negaba, achicando sus ojos. Tal cual lo hacía Jungkook. Agitó su mano, Jungkook alzó su dedo pulgar y guiñó un ojo con media sonrisa. Jimin no podía evitar verlos.

✧✦✧

Después de esa pequeña ceremonia, sus padres los esperaban para irse a sus casas. Jungkook y Jimin juntos en la salida del auditorio.

—Fue lindo escucharte cuando le gritaste así a Jongsuk —Jimin rompió el silencio—. Te escuchaste tal cual un papá orgulloso.

Jungkook soltó una risa tímida, encogiéndose de hombros. Guardando sus manos en sus bolsillos.

—Soy un papá orgulloso. Jongsuk es mi mayor logro en la vida. Sé que será un buen hombre en un futuro. Además, lo amo —Jimin asintió, comprendía el sentimiento—. Tú igual sonaste como papá orgulloso.

Jimin rodó los ojos y giró su cabeza a otro lado.

—Yo no grité.

Jungkook enarcó una ceja.

—Pero silbaste muy fuerte —ambos rieron—. Lloraste.

Jimin pudo sentirse apenado por ello, pero no fue así. No le daba vergüenza esa parte suya con Jungkook. Porque nunca lo invalidó.

—Jarin es mi adoración. Y no sé, por un momento vi a mi niñita de cinco años en toga y birrete —su vista se nubló.

Jungkook colocó su mano sobre su hombro, acariciándolo con el dedo pulgar.

Jimin no iba a negarse a ese tacto. Quiso acercarse más, pero su momento fue interrumpido por las voces de sus hijos. Quienes llegaban a paso veloz, gritando sus nombres.

—¡Papá!

Jungkook quitó su mano del hombro de Jimin. Deslizándola por su espalda hasta tenerla detrás suyo.

not you again, please › kookminWhere stories live. Discover now