"Los únicos con el poder de derrotar al señor tenebroso se acercan...."
Todos los personajes y el mundo de Harry no me pertenecen, todos los derechos a J.K Rowling.
Hermione que había sentido los jadeos del rubio se sentó en la orilla de su cama y lo observó algo adormilada.
— ¿Qué pasa? – le preguntó, tenía la voz algo ronca.
— Voldermort.... Hermione, él... está de regreso – contestó él con dificultad, pues un dolor atravesó su pecho y lo hizo pegar un pequeño grito.
— Draco, tranquilo – le dijo ella ayudándolo a acostarse – eso es, respira. ¿Me puedes explicar eso de que...ya tú sabes, está de regreso?
— Desde hace varias noches, he tenido pesadillas lo cuál nunca ha sido habitual en mi – explicó – en las pesadillas al único que le veo el rostro es a Peter Pettigrew... escucho una fría voz y luego a una serpiente, diciendo: alguien nos está observando. Él decía que a los únicos que debían de encontrar eran a Potter y a mi, Hermione. Voldermort...nos quiero matar tal y como en esa noche.
La chica lo miró preocupada y con curiosidad inquirió:
— ¿Cómo sabes que es él? – preguntó.
— Su voz, Pettigrew lo llamaba "mi lord" y piénsalo Hermione – dijo – ¿quién es la única persona que nos quiere ver muertos a mi y a Potter?
— Vo.. Voldermort – dijo ella y Draco asintió.
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Ya era el día, los chicos regresarían a Hogwarts.
Durante todo el viaje, Draco se la pasó dormido, no aguantaba el horrible sueño que tenía, no había podido dormir bien las últimas dos semanas; las pesadillas no lo dejaban.
Hermione había ido leyendo y en ocasiones Fred la molestaba para darle besitos o que ella le acariciara el pelo.
— Esto es estúpido – dijo Draco cuando bajaron del tren y logró ver como Digorry besaba a Cho Chang – muy estúpido y patético...
Harry que iba bromeando con Ron, Theo y Neville chocó con la espalda del rubio. Al principio el miope se quedó paralizado por el repentino choque, pero, al sentir el rico aroma que tenía Draco,que por cierto, no sabía que era él, lo aspiró con los ojos algo cerrados bajo la atenta mirada de los chicos y Pansy.
— ¿Qué te pasa, Potter? – le dijo Blaise llegando tras él y Malfoy se volteó – ¿qué hacias oliendo a Draco?
Malfoy alzó una de sus cejas y le hizo un ademán a Blaise y los demás para que lo dejaran solos. Harry hizo lo mismo, y ambos se volvieron al tren. Ya dentro Draco acorraló a Potter contra la puerta de uno de los vagones, mirándolo fijamente y con su lengua humedeciendo su boca; habló.
— ¿Qué te pasa últimamente conmigo, Potty? – le preguntó – ¿acaso... estás enamorado de mi o qué?, digo; tu obsesión conmigo no es normal.
