Los Elegidos || Harco

44

Narrador omnisciente:

— ¿Ocurre algo? – preguntó Fleur de la cour cuando vio a Harry y Draco entrar a la habitación donde estaban Krum, Digorry y ella.

Fleur no recibió respuesta alguna, Draco estaba metido en sus pensamientos, las palabras no podían salir de su boca. Mientras que, Harry estaba atemorizado, su cuerpo estaba como si le hubieran lanzado un petrificus totalus.

— ¿Qué está pasando, Draco? – preguntó Cedric.

Dumbledore entró a la habitación como loco seguido de Madame Máxime, Karkarov, Mcgonagall, Snape, Moody y Barty Crouch.

— ¡Harry!, ¿tú pusiste tú nombre en el cáliz de fuego? – le preguntó Dumbledore tomándolo de los brazos y el miedo de Harry aumento – ¡respondé!

— No, claro que no, señor – dijo Harry.

Snape tomó a Draco por una de sus manos y lo llevó a una de las esquinas de la habitación.

— Padrino...yo, yo te juro que no toque esa cosa..yo nunca pondría mi nombre en eso – habló Draco con voz entrecortada.

— Shhh...– lo calló Snape – sé que serías incapaz de hacerlo, Draco. Lucius, Narcissa y yo lo sabemos.

En un impulso el rubio abrazó fuertemente al hombre.

— Estoy segura de que hicieron trampa...eso no podía suceder, Dumbledore – dijo Madame Máxime.

— Debe haber una equivocación – agregó Karkarov.

— No hay ninguna, el cáliz no falla, además los chicos son muy jóvenes...no podían cruzar la línea – habló Moody.

—  Sabes mucho de eso, Alastor – dijo Karkarov.

— Claro, mi trabajo era pensar tal y como un mago tenebroso lo haría – mencionó.

— El único que tiene la última palabra es Barty – dijo Dumbledore y el nombrado les dió la espalda.

— No hay vuelta atrás, el cáliz es el único que tiene la decisión – dijo – Harry Potter y Draco Malfoy serán los nuevos participantes del torneo de los magos.