"Los únicos con el poder de derrotar al señor tenebroso se acercan...."
Todos los personajes y el mundo de Harry no me pertenecen, todos los derechos a J.K Rowling.
La noche había llegado, sería la noche del yule ball. Draco estaba más que nervioso, estaba apunto de desmayarse de los horribles sentimientos que había experimentado hacia unas horas atrás.
Seis horas atrás...
Malfoy iba con Hermione a su par, los rostros de ambos eran adornados por unas radiantes sonrisas; tenían sus atuendos para el baile.
— Verás que Fred amará verte con ese vestido – dijo Draco con emoción – pero recuerda, Herms. Debes de vestirte para tí misma no para nadie más.
— Lo sé, lo sé – dijo ella – pero, es que ¡me encanta como Freddy me mirá cuando llevo vestido! – bramó – sabes que no suelo andar con faldas ni vestidos. Según él "me veo muchísimo más hermosa."
La plática estaba siendo tan amena, que ni Granger notó cuando un chico alto y de pelo castaño se paró tras ellos.
— ¿Podemos hablar? – los chicos se sobresaltaron y Draco accedió a hablar con él, era Cedric Digorry, que estaba con un aspecto serio; cómo siempre, pensó Hermione.
Alejándose de la castaña, Draco preguntó con severidad que necesitaba.
— ¿Es cierto lo que dicen? – inquirió con tono irritado – ¿es cierto que tú y Krum son novios?
— No – respondió el rubio en seco – ¿de dónde sacaste eso?, Viktor y yo sólo somos amigos.
— Pues él no piensa lo mismo, Dray – Malfoy se sintió algo asqueado al escuchar uno de sus apodos salir de la boca de Cedric – te advierto, si te veo al lado de Krum...
— Mira, me importa poco lo que pienses de mí o Viktor. También me importa poco el que estés intentando amenazarme o algo, Digorry – le interrumpió Malfoy – tú para mí ya...no eres importante.
En esto último el rubio mintió, claro que para el Cedric aún era importante, lo amaba.
El tejón de acercó a él y le dedicó una sonrisa, dejando un beso en su mejilla. Lo cuál fue visto por Granger. Draco sintió como miles de mariposas revolotearon en su estómago, ese beso había bastado para saber qué aún lo estaba, estaba enamorado de Cedric Digorry.
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Volviendo al presente..
Draco se acababa de poner su traje, un traje negro con una camiseta blanca por dentro y una pajarita del mismo color. Su pelo lo recogió muy bien con gel, y Zabini, que yacía con él también cambiándose, le recomendó no hacerlo; pero el rubio lo ignoró olímpicamente.
— Estoy listo – dijo – ¿y tú, Zaza?
— Si.. – le contestó el moreno arreglando uno de los botones de su camisa – ¿no vamos?, seguro Krum debe estar ansioso de verte.
Blaise lo tomó del brazo y salieron directo a las escaleras del gran comedor, ahí ya se encontraban todos, entre ellos Potter que tenía un traje muy parecido a Draco. Su pareja era una de las gemelas Patil, Parvati.
La chica que aún esperaba junto a Potter y los demás, que le dieran señal de entrar, giro para observar el porque del jadeo de sorpresa que escapó de Cho Chang.
Parvati sonrió al notar lo hermoso que lucia Draco. Para Chang fue todo lo contrario, pues, observó con enojo al rubio, la mirada de..¿deseo?, que se posó en el rostro de Cedric.
Harry volteó donde Parvati observaba, y su boca se entreabrió cuando notó a Draco, el pelo rubio brillaba como si fuese el mismísimo oro en persona, sus labios también lo hacían en un color rosa, y sus ojos azules destellaban un brillo que hipnotizaba a cualquiera y, Harry creyó ver unas pequeñas lineas rojas al rededor de estos.
Por un momento las miradas de ambos se toparon. Verde y azul se encontraron, y detenidamente ambos se analizaron, el verde miró al azul con algo de excitación por la belleza que éste poseía, y el azul miraba al verde despectiva y presumidamente; sintiéndose más hermoso e inferior que él.
Una sonrisa se pintó en el rostro de Malfoy, y Potter pensó que se dirigía hacia él, pero cuando notó como alguien extendía una mano para que fuese tomada por el rubio, se dió cuenta que la sonrisa fue dirigida hacia Viktor Krum. Qué con gentileza, pero, admiración y devoción dejó un beso en los nudillos de la mano de Draco.
— Imbécil – bramó Digorry en voz baja, pero fue escuchado por Cho.
— Te vez....tan..., lindo, Draco – halagó Krum – si no supiera que eres más hermoso de ahí, dirías que eres un ángel...es más un dios griego.
Las mejillas del rubio se tiñeron de rojo, y vaya, si todos no supieran que era un Malfoy, lo hubiesen comparado con un Weasley.
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El baile estaba pasando mejor de lo que todos pensaban, bueno, no tanto para Ron y Harry.
Theo había ido junto a Pansy al baile, Neville invitó a Ginny. Y los cuatro, para sorpresa de la chica Weasley, estaban disfrutando entre risas y bailes tontos. Nott miraba a Neville sonreír tanto que su corazón se hacía cálido, cada que se miraban.
— ¡Eso es Draco! – exclamaban los gemelos, Hermione, Lee, Zabini, Krum y sus amigos – ¡eah, eah!
La música estaba al tope, Fleur se les unió junto a su pareja y también intentó bailar. Las risas no paraban en muchos grupos más, y se ganaban la mirada aburrida e irritada de Potter y Weasley.
— ¡¿Se nos unen, chicos?! – preguntó Parkinson y ellos negaron haciéndola rodar los ojos – ¡vamos, está increíble el ambiente!
Pero ambos lo ignoraron, y ella se fue de ahí.
En un momento Malfoy se sentó al lado de Potter y le sonrió con burla, y murmurando a su oído, dijo:
— Luces.. bien, Potty – le dijo – lo debo de admitir, ese traje te sienta bien...bueno, no tanto como a Cedric o Krum. Adiós, cara rajada.
Harry podía decir que por un momento escuchó la sinceridad en la voz de Draco. Pero, tal emoción que siento ante el halagó se desvaneció ante esas palabras...
