#26- Efímero momento.

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-¡Anna!- gritó alguien, haciendo que ella se diera vuelta, mirando al pequeño Black que corría a donde ella se encontraba-.

-¿Qué pasa, Reg?- preguntó, mientras sentía como muchas miradas se le clavaban en la espalda-.

-¿a donde vas?

-A dar un paseo por el bosque, ¿por qué?

-¿Te puedo acompañar?

-Claro- sonrió, siguiendo su camino con ahora Regulus a su lado.

.-.-.-.-.-.-.

-Hace unos días un amigo me preguntó por ti... - comenzó el azabache-.

Anna levantó su ceja, mirando atenta al pequeño Black. Éste tragó en seco por la mirada de la chica.

-¿Un amigo tuyo, preguntando por mi?- una risa salió de sus labios, viendo lo ridículo que eso sonaba.

-Si, Evan Rosier...- comenzó, logrando que Anna lo viera con más atención- Supongo que lo conoces. Se enteró que vienes a Hogwarts. Me preguntó en que casa estabas y cómo estabas. Rió mucho cuando le dije que eras una leona.

La azabache rió, imaginándose a su amigo burlándose de ella por ser lo que siempre creyó odiar.

-Cuentame más, Black-.

-Allí también estaba mi prima Narcissa. Ambos comentaron que desde que la hermana de Evan se fue, no se ven mucho. Y alegaron que debes estar volviendo loca entre tantos Gryffindors. Luego hablaron de viejos tiempos, no entendí nada y dejé de prestar atención a su conversación- relató el chico, mirando a Anna y cómo sonreía- Así que... ¿eras amiga de serpientes declaradas de nacimiento?

-No tan así- rió- Yo era parte de su circulo por mis padres, unos magos puros de Estados Unidos que vinieron a vivir a Londres. Los conozco a todos en su mayoría e incluso me sorprende no haberte visto antes en las reuniones de "somos-superiores-que-los-demas".

Regulus largó una risa un poco nerviosa.

-Y yo también creía ser una serpiente declarada de nacimiento.- hizo una mueca.

-Y ahora los odias...

-No los odio. Sólo que no me caen muy bien sus ideales.

-Te entiendo.

Ambos quedaron en silencio, caminando al borde del bosque prohibido, donde no había nadie que husmeara que una leona y una serpiente charlaban tranquilamente.

-¿Tus padres tienen esos ideales de superioridad, igual que todos?- preguntó el Black, mirando de reojo a su amiga.

-Tenían- corrigió, recordando la muerte de ambos- Si, básicamente eran dos del montón, creían en su superioridad por no estar mezclados con muggles y creyeron en el idiota que se está levantando.

Regulus tragó fuerte al escuchar lo que dijo Anna, miró a sus costados, nerviosamente.

-Mejor no hablar de éstas cosas, Reg. Tu eres una serpiente y yo una leona. Siempre vamos a estar en desacuerdo, de una manera u otra.- el chico asintió, estando de acuerdo.

-Asi que... ¿Evan Rosier?- levantó una ceja, soltando una risa- Me es muy raro que el haya preguntado por ti, cuando muy pocos te conocen o bueno, eso creía yo.

-Con Evan siempre fuimos buenos amigos. La mayoría de los sangres puras entrenan a sus hijos desde pequeños, en diferentes contextos, obviamente. Yo, Evan y su hermana, Belle, entrenábamos juntos, así no nos aburríamos.

-¿En serio? Nunca conocí bien a la hermana de Evan, era un poco tímida- reflexionó Regulus.

-Es relativo de con quien esté. Tiene un carácter fuerte y no tiene pudor si tiene que romperte la nariz.- señaló, sonriendo orgullosa.

El chico asintió, pensando mientras ambos seguían caminando.

-Oye... Reg, ¿te puedo decir algo?

-Dime, Anna.

-Ehhh... bueno- balbuceó, soltando un suspiro- Voy a volver a salir con Sirius.

El azabache abrió los ojos, totalmente inundado de sorpresa.

-¿En serio, con mi hermano? ¿No tienes ojos, Ann?- se burló, riendo.

-Callate, Regulus. Sólo saldré con el para que me deje de pedirmelo.

-Ajá, como digas.

-Una pregunta... ¿Cómo hago para no matarlo?

El Black rió, negando con la cabeza.

-No hay manera alguna, pequeña saltamontes.

-Vaya... veo que leíste el libro que te regale- observó la chica.

-Claro que si, es muy interesante.- argumentó brevemente.

-Sabía que te gustaría- sonrió, para después mirar el cielo y soltar un suspiro.- Me debo ir, Reg, tengo tarea de Pociones.

-Está bien- asintió- Nos vemos luego, Anna. Y no mates a mi hermano.

La chica rió, saludando a su amigo y corriendo hacia el castillos, recordando que tenía un compromiso.

.-.-.-.-.-.-.

¡Hola! Eh, si, lamento la tardanza. No tengo computadora y me cuesta escribir en el celular. Gracias por todos los comentarios, los votos y las lecturas. Nunca pensé llegar a esto. Estoy en eterna gratitud por su apoyo.

Voten, Comenten, Compartan. Los quiere, CornamentaBlack.

Es Igual A Mi...- Sirius BlackOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz