2°- Similares

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Desde hace dos meses la azabache se había visto obligada a sociabilizar en su nuevo colegio. Luego de unos cuántos cruces con cierto grupo de bromistas, había logrando "asentar" cabeza y conseguir amigos, tales como Severus y Lily. Ambos eran personas un tanto introvertidas (el aún más que ella) y eran amigos desde la infancia. La pelirroja se había convertido en una buena amiga desde que vio con el talento magestuoso que rechazaba a James Potter y como lo ignoraba olímpicamente casi todo el día, eso le despertó admiración hacia la hija de muggles. Severus, en cambio, era humillado siempre por el grupo del susodicho Potter y, para Anna, no había existido otra oportunidad más increíble que estar siempre metida en el medio de la pelea, solo para molestar a los orangutanes sin cerebro de los merodeadores.

No mal entiendan, a ella le caían bien los merodeadores... bueno, dos de cuatro. A Remus era imposible no quererlo, incluso la chica creía que lo ama, era realmente esas personas tranquilas, sabía y, al mismo tiempo, adicto a la locura que Anna le agradaban de sobremanera. Peter Petrigrew era nada más y nada menos que un pequeño animalito en una jungla de leones salvajes, no era astuto ni valiente, pero era una cosa: excelente en la cocina y eso a la chica (que nunca había aprendido ni a hervir agua) le resultaba digno de admiración. James Potter era muchas cosas, entre ellos: tedioso y egocéntrico a niveles ansestrales. Eso realmente no le molestaba, ella incluso era peor, nacida y criada en una familia aristocrática, su ego no era menor de menor tamaño que Hogwarts... o tal vez Escocia, no podía precisar. La verdadera molestia de Anna con el chico eran otra, dos para ser precisa, como trataba a Severus cuando el chico no le había hecho nada y Sirius Black.

Ese azabache de ojos grises le volvía loca y no de una buena manera. Ella siempre tenía que llevar la delantera, dejar al otro sin palabra, ser ele elementos sorpresa, ¿el problema? A él le gustaba lo mismo y dos estrellas en un mismo show no puede haber. El comienzo había estado todo bien hasta que hubo que comprobar quién era mejor en algo. La guerra se dió en pociones, terreno favorable para la azabache, pues Sirius siempre hacia explotar uno que otro caldero, aún así el insistió en que era mejor y logró que explote la guerra. Anna, fiel a su estilo "yo lo sé todo y tú no" había logrado humillar a Sirius Black luego de que éste intentara pasarle por encima. El, un poco rencoroso a opinión de Anna, le había jugado una broma a la chica, dejándola en pleno comedor con la piel color rosa. La cosa no terminó ahí como le sugirió Lily, sino que la chica hizo su siguiente jugada, lo humilló en donde más le dolía, su orgullo como mujeriego. La azabache por mera casualidad era descendiente de un Veela que había sido muy poderosa sobre los hombres y, claro, ella había desarrollado el mismo don. Recordaba como Serverus con una sonrisa perversa le preguntaba "¿qué vas a hacer?", a lo que ella solo le aconsejó que esperara pacientemente. Al día siguiente, Sirius Black le rogaba de rodillas que saliera con el, que era lo más hermoso que había visto y chorradas más de alagos que ni ella sabía que existían, todo frente al atónito Gran Comedor y los merodeadores.

Anna ahora mismo se encontraba en ese lugar, almorzando algo un día viernes, al tiempo requerido sentía que sus ojos se caían por el sueño que tenía acumulado. Lily al lado le hablaba de no sé qué encantamiento que achicaba las cosas. Ella simplemente negó, tratando de no dormir. Por un momento sintió que se iba al mundo de los sueños, pero, para su desgracia, alguien tocó su hombro.

—¿Sí?— preguntó irritada, para luego observar a la persona que la había molestado—.

Era un chico y no cualquiera, era uno bastante guapo. Su cabello era color castaño claro igual que sus ojos, era realmente llamativo y su sonrisa era encantadora. Anna sonrió, ahora realmente agradecida de no haberlo mándalo a recoger flores en el jardín del infierno.

—¿Anna Jordan, cierto?— su voz sonaba dulce y bastante seductora—.

—La misma... ¿y tú cómo te llamas?

—Amos Diggory... realmente un placer— le sonrió, para luego sentarse a su lado—.

—Permíteme decir lo mismo, Amos...— observó cuidadosamente el uniforme Hufflepuff del chico, cayendo en que posiblemente tendría un cuerpo bien formando bajo este—.

Habían hablado unos segundos, hasta que el chico pareció haber tomado la confianza suficiente y la invitó a salir, logrando en ella un biroteo de victoria en sus adentros. Anna nunca admitiría en voz alta, pero ella podrás llegar a empatar con Sirius Black en citas, a ella le encantaba conocer chicos y, de vez en cuando, tener una relación semi estable de dos meses. Lily le había dicho que era muy similar a lo que hacía el chico llamado Canuto, pero ella nunca lo aceptaría, primero muerta.

Es Igual A Mi...- Sirius BlackDonde viven las historias. Descúbrelo ahora