6°- Slytherin Apesta

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Era sábado, el sol brillaba en lo más alto del cielo, pero aún así la lluvia caía a cantaros sobre los jugadores de quidditch que habían decidido entrenar, obtenendo una sesión de quidditch bastante más complicada, pero eso no detenía al capitán que éste año estaba decidido a volver a ganar la copa.

Luego del entrenamiento, Anna caminaba junto a Cornamenta y Canuto en dirección al castillo. Luego de la escena en la casa de los gritos nadie había hablado del tema, solo James le sonría a ambos cuando los veía juntos, pues había dejado de pelear con tanta frecuencia.

—Oh, no te lo dijimos.— comentó el capitán de Quidditch interrumpiendo el silencio incómodo entre sus amigos—. Anoche hablamos de tu apodo. Como eres una merodeadora mereces uno...— asintió James—. Te nombramos Leeon.

—¿Leeon?— preguntó la chica, levantando una ceja mientras seguía caminando con los chicos hacia el castillo—.

—Bueno, eres realmente una leona.— comentó James, bromeando con la forma animaga de la chica—.

La chica sonrió, asintiendo.

—Me agrada.— confesó—. Deberíamos hacer una broma para festejar.

—Necesitamos una prueba de sangre, siento que eres mi hermana.— aseguró el joven Cornamenta, observando a la chica con orgullo, al tiempo que Sirius lo miraba ofendido—. Tu ya eres como mi hermano, Canuto.

—Vamos a hacerle una broma Slytherin.— pidió Sirius, ignorando a su amigo y sin dirigirle la vista a la chica—. Para no perder la costumbre.

—Me sumo.— asintió la chica—. Pero, ¿qué hacemos?

—No lo sé...— el joven suspiró, pensativo—.

Los otras dos jóvenes se miraron, pensativos mientras entraban al castillo y se dirigían a su sala común para cambiarse.

—Oh, ya sé.— sonrió la azabache luego de unos minutos, llamando la atención de los otros dos chicos—. Usemos bombas fétidas. Tengo 5, ¿ustedes?

—También.— respondieron ambos al mismo tiempo, sonriendo—.

—Nos vemos dentro de cinco minutos para planear todo bien, me estoy muriendo de frío.— les sonrió, entrando a la sala común y dirigiéndose a su habitación con rapidez—.

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—¿Y Lunático?— preguntó la chica una vez que entro a la habitación de sus amigos, viendo que el joven no se encontraba en su cama como siempre, al igual que Colagusano—. ¿Y Pet?

—Remus lo está ayudando a estudiar.— explicó James, sacando las bombas fétidas que tenía guardadas en su baúl—.

—¿Y por qué ustedes no están haciendo lo mismo?— preguntó la joven, viendo a los chicos con su ceja arriba—.

—Estás hablando con Sirius Black y James Potter, nos sabemos el libro entero.— sonrió Canuto, logrando una risa de la chica—. ¿Y tú? ¿Por qué no estás con Evans estudiando? Te ví en Cuidado de Criaturas Mágicas, lo necesitas.

—Soy Anna Jordan, sé todos los libros que hay en la biblioteca.— le guiñó un ojo, imitando el tono de voz engreída del joven—. Y eso solo fue un desliz, Black.

James se rió, para luego sentarse en su cama, viendo a la chica con atención, esperando que contara el plan. Ella sonrió, explicando en qué consistía la broma.

Luego de que se repartieran las tareas Sirius y James salieron del cuarto con el Mapa del Merodeador en mano y la capa de James en otra. Iban a averiguar la contraseña de Slytherin. Anna se acercó a la cama de Sirius, dónde estaban las bombas fétidas y sacó su varita, programandolas para que explotaran dentro de unos minutos.

Es Igual A Mi...- Sirius BlackWhere stories live. Discover now