11. Matt vs Triz (2º round)

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(Triz)

Tenía tanto sueño.

Pero ese era el precio a pagar por llevar un periódico de éxito nacional. 

Se golpeó las mejillas con las manos para despertarse y metió su neceser a presión dentro de su bolso, podía maquillarse en el coche mientras esperaba a Dafne y Ann.

Se dirigió a la cocina y se bebió una enorme taza de café de golpe, luego engulló un par de oreos y se dirigió al baño. Allí se cepilló los dientes con prisa y se miró en el espejo, lo bueno de tener el pelo tan corto era que apenas necesitaba mantenimiento, se pasó el cepillo un par de veces y ¡listo! Amaba su pelo. Aunque no podía decir lo mismo de esas pecas tan horribles que adornaban gran parte de su rostro, ¡bendito fuera el maquillaje! Aunque las muy desgraciadas se empeñaban en aparecer aunque se pusiera cinco capas de maquillaje. Arrugó la nariz y las pecas se movieron con ella, ¿a quién podía gustarle eso?

A Matt.

Matt había dicho que le gustaban sus pecas.

Sonrió contenta y salió del baño. Pasó por su dormitorio y tras recoger su bolso abandonó su casa sin hacer mucho ruido, sus padres no se levantaban hasta dentro de una hora y no quería molestarlos.

Una vez en la calle sus pensamientos regresaron al rubio cabezota. Iba a enfadarse un poco cuando viese el periódico pero él se lo había buscado. ¡Se negaba a darle una entrevista! Así que como buena periodista había tenido que buscar una alternativa a su entrevista, además ahora si quería desmentir algo de lo dicho por sus citas iba a tener que dejarse entrevistar sí o sí. No iba a librarse, sí lo conseguía podía crear un precedente y luego los demás podían negarse ¡y eso sí que no!

Caminó por el Parque Lorca y saludó a Nayra cuando la vio caminando hacia la parada de metro. Esa chica era tan adorable, esperaba que le concediese una entrevista en un futuro. Se dirigió hacia donde estaba su coche y se detuvo de golpe cuando encontró un enorme vacío dónde se suponía que debía estar su auto.

―¿Qué demonios? ―murmuró atónita mientras miraba hacia los lados buscando una cámara de vídeo pegada a un árbol, a una farola o a lo que fuese.

Eso tenía toda la pinta de ser una broma de Dafne y Ann.

Al no encontrar nada se preguntó si realmente había aparcado el coche en ese lugar, pero tras repasar todo el día de ayer llegó a la conclusión de que sí. Su coche debía estar ahí, ¿por qué no estaba?

Se pellizcó la mejilla con fuerza para asegurarse de que esto no era una horrible pesadilla en la que le habían robado el coche, pero no, no era un sueño. Era la terrible realidad.

―Me han robado el coche, ¡que hijos de puta! ―gritó enojada tirando el bolso al suelo.




(Matt)

Tamborileó con los dedos sobre el salpicadero y movió la cabeza al ritmo de Iron Maiden.

Le hubiera encantado ver el rostro de Triz cuando llegó y encontró el aparcamiento vacio. Dafne sugirió que dejaran un móvil pegado a un árbol pero él confiaba en los gemelos, aún estaban un poco dormidos cuando los llamó pero seguro que salieron a tiempo para grabar la cara de Triz cuando se diese cuenta de que su coche había sido robado.

Iba a colgar ese vídeo en youtube y en la web de Noticias Tatata-chan, además no descartaba hablar con Ren para que lo ayudase a colgarlo en más páginas. Si creía que iba a poder publicar sobre su vida amorosa y quedar impune, estaba totalmente equivocada. Además, prácticamente le estaba haciendo un favor.

¿El mejor sabor de helado? Tú (TQST Libro #3)©  [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora