17. De luto

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Odiaba ducharse por las mañanas. Realmente lo odiaba.

Pero la vengativa de Triz no le había dado otra opción, ¡le había aventado una alfombrilla llena de aceite a la cabeza! ¿Quién hacía eso? ¡Sólo le había tomado una foto mientras estaba desprevenida, no era para tanto! Puede que luego fuera a subirla a todas las redes sociales y a la página web de Noticias Tatata-chan pero eso no era motivo para llenarle el pelo de aceite de coche.

No obstante, la culpa había sido suya, en cualquier otro momento hubiera esquivado la alfombrilla pero estaba demasiado distraído pensando lo atractiva y graciosa que se veía llena de espuma. En serio, ¿¡qué le pasaba!? Uno no piensa eso de sus amigas.

Todo esto del tema de la novia estaba trastornándolo, tenía que ser eso. Por culpa de Ann y su empeño en buscarle una novia ahora veía a todas las chicas como posibles candidatas para un romance.

Suspiró profundamente y miró el espejo lleno de vaho, leyó "Kyle es lindo" y rio divertido antes de limpiar el espejo. Pensaba que Annalise había abandonado la idea de dejarle mensajes subliminales pero al parecer estaba equivocado. Se miró en el espejo y decidió que era el momento ideal para afeitarse así que sacó su espuma y su cuchilla del neceser negro que tenía sobre el lavabo.

―Buenos días—saludó su hermana entrando en el baño sin llamar.

―¿No habías dejado los mensajes subliminales? —dijo a modo de saludo mientras señalaba con la cuchilla el espejo.

―Nunca dije que iba a dejarlos, sólo que iba a poner menos—dijo su hermana con una sonrisa, él negó con la cabeza para seguir afeitándose mientras Ann cogía una crema de la estantería que estaba a su lado—. Por cierto, sé que ayer obligaste a Kyle a ponerle dinero a Dan en los calzoncillos.

―Es que yo estaba grabando y Dan no quería seguir bailando si no le ponían dinero; y hablando de ayer, ¿por qué estabais todos en casa de José?—curioseó con inocencia viendo a su hermana por el cristal.

―José estaba enfermito y fuimos a animarlo—contestó Ann con alegría.

―Claro, claro porque todos sabemos lo mucho que Will y Ren se preocupan por la salud de José—dijo con sarcasmo.

Ann se esparció crema por la cara y él la miró fijamente por el espejo.

―Estoy esperando por la verdad y más te vale decirme que no era una reunión para buscarme una novia—dijo de mal humor y Ann intentó caminar en pasos pequeños hacia la puerta por lo que él se dio la vuelta y cruzó los brazos sobre el pecho.

―¡Estás medio desnudo! ¡Una hermana no debe ver esto! ¡Mis ojos! —gritó Ann tapándose los ojos para luego caminar hacia la salida.

―Tengo una toalla y me has visto un millón de veces así, deja de dramatizar.

―¡Mis ojos! ¡No! ¡Duelen! —gritó Ann dando pasos hacia atrás.

―O me lo dices o le entrego a Triz el video de Kyle poniendo un billete en los calzoncillos de Dan. —Ann abrió la boca y quitó sus manos de sus ojos para así poder mirarlo—. Tú decides, o te lo paso a ti o se lo paso a ella.

―Vale, fuimos para buscarte una novia; bueno esa era la idea principal, pero ya nos conoces, tenemos la misma concentración que un bebé de dos meses; antes de darnos cuenta Evan conectó el SingStar y Damien llamó a Will y Ren porque decía que le daba penita que Ren estuviese solito limpiando sus gorros... No estoy muy segura de cómo llegaron allí Lucas, Aaron y Diego; pero si sé que Mario y Miguel fueron porque los llamamos ya que Dan quería una barra para hacer el striptease y ellos son los que la tienen ahora—contó Ann mientras pensaba.

¿El mejor sabor de helado? Tú (TQST Libro #3)©  [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora