12. El anillo perfecto

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―No puedo creer que nos haya vuelto a pasar―dijo mientras observaba con fascinación el enorme letrero que les daba la bienvenida a Portugal.

―¡Lo sabía! ―exclamó Ann con alegría en el asiento trasero―. Dan conduciendo y Matt de copiloto es igual a visitar Portugal o Francia.

―O Andorra, una vez acabamos en Andorra, ¿recuerdas?―habló Nora levantando la mirada del libro para sonreír con diversión; Ann asintió con emoción y las dos lo miraron con burla.

No era su culpa.

¡Sólo se perdían cuando Dan conducía! Estaba clarísimo que el desastre al volante era él.

―Íbamos a una joyería que estaba a media hora y teníamos un GPS, ¿cómo acabamos en Portugal? Esto es surrealista―se quejó Triz mientras él repasaba mentalmente el recorrido, sinceramente tampoco comprendía cómo fue que acabaron allí.

―La verdad es que este era mi plan desde el principio―anunció Dan que había detenido el coche en el arcén en cuanto vieron el cartel que les anunciaba que estaban llegando al país vecino.

Los cuatro ocupantes le lanzaron una mirada escéptica a Dan que se cruzó de brazos ofendido.

―Podría haberlo sido―habló Dan irritado.

―Tenía que haber conducido yo ―indicó Triz ignorando a Dan.

―Entonces estaríamos en la cárcel―murmuró en voz baja haciendo que Dan riese, por suerte Triz pareció no escucharlo.

―Me voy a hacer una foto en el cartel.―Ann salió del coche y caminó hasta el cartel dónde comenzó a hacerse selfies.

―¿Y ahora qué? ―preguntó Nora.

―Bueno, ya que llegamos hasta aquí, digo yo que en Portugal habrá joyerías ―propuso Dan que se había quitado el cinturón de seguridad para poder voltear hacia atrás y hablar con Nora y Triz―. ¿Qué os parece?

―Por mi está bien ―respondió Nora encogiéndose de hombros.

―A mi mientras tenga la exclusiva, me da igual donde compres el anillo ―contestó Triz levantando los pulgares con ánimo; Dan lo miró y él se encogió de hombros.

Ya que estaban allí que importaba si seguían un poco más en busca de una joyería.

Lo importante era el anillo y lo que significaba, el lugar dónde se comprase importaba poco.

―Mira Matt lo que encontré ―canturreó Ann entrando en el coche y tendiéndole un periódico, cuando lo examinó se dio cuenta de que era el ejemplar de hace más de un mes en el que se le buscaba novia o lo que surgiese―. ¡Mi anuncio llegó hasta Portugal, soy genial!

―¿Es mi periódico?―preguntó Triz con emoción metiéndose por el hueco entre asientos para echar un vistazo al periódico que sostenía―. ¡Noticias Tatata-chan traspasa fronteras!

―Genial―murmuró doblando el periódico para guardarlo en la guantera pero Triz le dio un manotazo y se lo arrebató.

―Ann échame una foto con el periódico frente al letrero, le enviaré la foto a Gutiérrez, él que decía que era una fracasada, va a tragarse todas sus palabras, ¡mi periódico llega a Portugal!―dijo Triz saliendo a toda prisa del coche mientras Ann la seguía, una vez fuera ambas se colocaron al lado del cartel y comenzaron una sesión de fotos.

Una vez que terminaron Triz regresó al coche con intenciones de conducir pero tanto Dan como él se negaron y lograron convencerla de que si conducía le estaría poniendo los cuernos a su coche por lo que ella asintió y se sentó tranquilamente en la parte trasera.

¿El mejor sabor de helado? Tú (TQST Libro #3)©  [EN LIBRERIAS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora