042.

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Jimin se levantó de golpe, miró a todas partes, estaba completamente aturdido. Su corazón casi se salió al ver a Jini acostada a su lado, las colchas blancas la cubrían, pero aún así se notaba su desnudez y él estaba sin camiseta. Rápido alzo las sábanas, él estaba en pantalones, pero... No, no, no. Jinyoung se remolineó.

— Pss... Jini... Pss

— Deja de joder.— Gruñó.— No es hora de irnos todavía.

— Hey...— La sacudió con cuidado.— Jini...

Jinyoung se levantó de golpe, justo como él lo hizo hace un momento. Lo miró enojada y de la misma manera quitó las colchas de ella y salió de la cama. Jimin tragó duro al verla en ropa interior.

— ¿Qué? ¿Por qué me miras tanto?

Ella salió del baño, ahora con el cabello atado en una coleta, la cara recién lavada y se cepillaba los dientes.

— Eh bueno...— Jimin miró a otra parte nervioso, rascó su nuca.— Es que, me levanté y, y... Bueno, yo estoy sin camiseta, tú en ropa interior— Carraspeó su garganta.— Anoche tomé mucho y no recuerdo nada.— Siguió.— ¿Qué me hiciste?

— ¿Perdón?— Ella se giró ofendida.— ¿Cómo que, qué te hice?

— Yo era una criatura inocente hace unas horas.

— Inocente... Ajá, claro... Muuuuy inocente.

— ¡¿Qué hicimos?!

— ¡Nada, Jimin, nada!— Se alteró.— No follamos, si es lo que más te preocupa.— Volvió a entrar al baño.— ¡De besos no pasamos!

Jimin se lanzó a la cama, dando un fuerte suspiro de alivio.

Entonces pensó en Jini como novia, pretendiente o amiga con derechos. ¿Tan atrevida es? No en el sentido malo, pero ver a una chica que llevara la iniciativa a veces, era extraño en estos tiempos. Le gustaba, era un reto para él.

— Esto es extraño, sabes...— Un suspiro más.— Tú, yo, besándonos...

— Muy extraño.— Ella volvió.— De todas maneras, ya levántate, tenemos que irnos.

— ¡Me duele la cabeza!— Alargó sus palabras con mal humor.— ¡¿Hay pastillas aquí?!— Gritó desde la cocina.— ¡Sí, ya encontré, gracias!

— ¡Ni te dije nada!

Jini lavó su cuerpo rápido en la regadera, salió y se puso literalmente lo primero que encontró. En ningún momento se quitó la coleta, tampoco se maquilló, esta vez llevaría puestos los lentes de sol. Apuró a Jimin a que tan sólo se cambiara de ropa, pero él alcanzó a lavarse la cara y dientes. Tomaron lo que habían comprado en Seúl especialmente para ese día y todas las pertenencias básicas, bajaron y Jimin pidió en recepción las llaves del Jeep que había rentado para ese día.

El viento chocaba con sus rostros y cuerpos, una brisa fresca y muy agradable. En esos momentos, BeFoUr de Zayn sonaba desde el estéreo. El paisaje a sus costados era hermoso, montañas arenosas y con zonas verdes del lado de Jini, el océano del lado de Jimin. Aquel momento tan sereno incluso le había bajado la resaca a Jimin un poco.

— ¿Y qué pasó ayer? ¿Por qué terminamos en la misma cama?

— Hmm, llegamos en la madrugada, estabas tan pedo que te venía cargando y cuando te quise recostar, caíste sobre mí. Diablo hombre, dormido pesas dos toneladas. Y bueno, yo no iba a dormir con la incómoda ropa que llevaba y tú, no sé en qué momento te quitaste tu camisa.

— Entonces... ¿Nada de nada?

— Nop.

— ¿Me puse muy ebrio?

That's Enough ➳ Jimin {Save ME Book #1}Where stories live. Discover now