Camila Cabello tiene dieciséis años, buenas calificaciones, y una familia típica de clase alta; un padre, una madre y una hermana pequeña. La misma historia todos los malditos días. Sentarse en clase, permanecer callada y sólo hablar cuando el profe...
Apagando el motor y bajando de mi auto, pude sentir mis músculos debilitarse ni bien puse los pies en el suelo.
Abrí la puerta con un poco de dificultad para encajar la llave en la cerradura.
¿Por qué rayos no paro de temblar?
Aunque me daba una idea de la razón, no estaba a punto admitirme a mi misma que una persona esté teniendo tal efecto sobre mí.
Subí las escaleras hasta mi habitación y me tumbé boca abajo sobre la cama de un salto.
No puedo entenderlo.
Nadie jamás me había llamado tanto la atención como ella, a tal punto que siento el impulso de querer tomarla de la mano, acariciar su cabello, sus piernas, tal vez besar su cuello, o mejor aún, toda la longitud de su cuerpo. No quiero dejar ni un centímetro de su cuerpo sin mi marca.
Me di la vuelta y dejé los brazos a los costados del cuerpo.
Sólo la conozco desde hace unas horas, esto no puede ser normal.
Lo peor de todo, es que la he invitado a salir con un coraje que no sé de donde saqué en el momento, simplemente pasó. Deseaba tanto pasar más tiempo con ella que me lancé a la primera chance que se presentó.
No es que sea insegura de mí misma con respecto a mi apariencia, pero nunca antes había tratado así con una chica. Jamás me sentí capaz ni merecedora de salir con alguna, por obvias razones. Cualquiera se asustaría o al menos le parecería raro si se enterase de que tengo un amiguito entre las piernas. No estaba dispuesta a correr el riesgo de enamorarme y que luego huyeran lejos de mí.
Saqué mi teléfono del bolsillo de mis jeans, 2:23 p.m. Ningún mensaje, por suerte. No estoy segura de poder escribir ni hablar en este estado.
''Bien, tengo una hora y media para darme otra ducha, cambiarme, ponerme algo de maquillaje, ir por Chris y Taylor y salir de nuevo.'' Largué un suspiro.
Entré al baño y comencé a quitarme la ropa frente al espejo.
''Woah, el ejercicio está dando frutos.'' Dije, observando mis abdominales con asombro.
Me tomé unos 15 minutos para ducharme, salí y me cambié la ropa por algo más abrigado por si llegase a volver tarde.
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Lavé mis dientes, me coloqué un poco más de maquillaje del que suelo utilizar diariamente y descendí por las escaleras hasta la puerta que lleva al garaje. Una vez en el auto encendí el motor y comencé a conducir hacia la escuela.
Bajé del auto y pude ver a todos los niños saliendo, divisé a Chris.
''¡Chris, aquí!'' Grité e hice una seña alzando la mano. Chris tomó del brazo a Taylor y casi que la arrastra hasta el auto para luego subirse.
