The secret of Tom Riddle.

Capítulo 04

Capítulo cuatro
"Slug Club"

Al despertar en el silencio de la madrugada, Leah se tomó un momento para observar a sus compañeras de cuarto dormidas en posiciones despreocupadas. Lydia Lans, desprotegida de las sábanas y casi resbalando al suelo, y Clous Coursell, quien se encontraba en un abrazo completo con su almohada, sus piernas enroscadas alrededor como si fuera un tesoro preciado.

Con movimientos suaves y metódicos, Leah se vistió para el día. Se puso un jersey de lana grueso, gris con franjas verdes, apropiado para el clima frío que se filtraba por las piedras antiguas de Hogwarts. Añadió su corbata y una falda plisada, seguidas de zapatos pulidos y una chaqueta gris que completaba su uniforme.

Finalmente lista, bajó las escaleras de caracol hacia la sala común, donde el silencio aún reinaba, perturbado solo por el crujido ocasional de la leña en la chimenea.

Apenas unas pocas almas madrugadoras se dispersaban por el espacio, entre ellas Nell, quien de espaldas a ella, miraba pensativo hacia la entrada de la sala. Con una ligereza en su paso, Leah se acercó y tocó su hombro, dispuesta a saludar a su compañero en la quietud de la mañana.

Newt invitó a Leah a desayunar en el gran salón con una sonrisa amistosa. Ella aceptó con gusto, agradecida por la compañía en esa mañana. Mientras descendían por las siempre inquietas escaleras del castillo, intercambiaron algunas palabras ligeras sobre cómo había transcurrido la mañana hasta ese momento.

- ¿Cómo te ha sentado la mañana? - preguntó Newt con curiosidad genuina, haciendo que Leah sonriera ante su amabilidad.

- Bien, a excepción de los ronquidos de Lans - respondió Leah con una risita, recordando el ruido que había perturbado su descanso. Juntos continuaron su camino hacia el gran salón, donde la conversación giró hacia los rumores que Newt había escuchado sobre las clases avanzadas de Defensa Contra las Artes Oscuras.

- Me dijeron, en realidad escuché de los amigos de Riddle, que irás a una clase avanzada de Defensa Contra las Artes Oscuras. Eso es sorprendente - comentó Newt mientras entraban al gran salón, donde todas las miradas se posaron en Leah. Era evidente que su presencia no pasaba desapercibida, especialmente entre los chicos que parecían cautivados por ella.

Leah se sentó junto a Newt, agradecida por su compañía. Tomó una tostada y comenzó a untar mermelada con gestos cuidadosos, mientras observaba el ir y venir de los estudiantes a su alrededor, consciente del escrutinio de sus compañeros.

Newt mencionó el baile de bienvenida que el profesor Horace estaba organizando, una novedad en Hogwarts que despertaba la curiosidad de muchos estudiantes. Leah asintió mientras escuchaba atentamente, dejando que su mente divagara por un momento. El baile podría ser una oportunidad para despejarse de las tensiones académicas y sociales del colegio, aunque no estaba segura de qué esperar de ese tipo de eventos en Hogwarts.

Mientras tanto, observó a Tom Riddle riendo y charlando con sus compañeros. Aunque su sonrisa parecía sincera, Leah no pudo evitar sentir que algo se ocultaba detrás de esa fachada de popularidad. Para ella, era evidente que la mayoría de los chicos que rodeaban a Riddle estaban allí por conveniencia, aprovechando su estatus para aumentar su propia popularidad.

Leah sabía que la belleza y el encanto de Tom Riddle podían ocultar oscuros secretos, y eso la hacía sentir cautelosa en su presencia. Había aprendido a desconfiar de las apariencias, especialmente cuando se trataba de personas tan carismáticas como él. Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Newt le hizo otra pregunta sobre el baile, llevándola de vuelta al presente con un ligero sobresalto.

-¿Piensas ir al baile? -preguntó Newt, untando mantequilla en otro trozo de tostada con un gesto despreocupado.

Leah miró por un instante hacia el lugar donde Tom seguía rodeado de risas y miradas. Luego volvió su atención a Newt, considerando su pregunta con más seriedad de la que el tema parecía requerir.