The secret of Tom Riddle.

Capítulo 70

Capítulo setenta
"Entre el pasado y el presente"

En medio de la penumbra de la noche, James y Leah se encontraron en un rincón tranquilo del castillo de Hogwarts. La seriedad adornaba sus rostros, reflejando la carga de los secretos que llevaban consigo. Leah había acudido a James para ver si él podía ayudarla, ya que irremediablemente su vida estaba conectada con la de él.

- Leah, hay algo que necesito contarte -comenzó James, su voz resonando con seriedad.

Leah asintió, esperando con atención mientras lo escuchaba.

- He estado teniendo... viajes -confesó James, buscando las palabras adecuadas para expresar la complejidad de sus experiencias.

- ¿Viajes? ¿De qué estás hablando? -preguntó Leah, sus ojos mostrando confusión.

- Viajes en el tiempo. He estado explorando diferentes realidades, diferentes futuros posibles -explicó James, esperando que Leah comprendiera la magnitud de sus palabras.

Leah contuvo el aliento por un momento, procesando la revelación de James. Luego, con cautela, compartió su propia experiencia.

- Yo también he visto un futuro, James. Uno en el que... -vaciló, luchando por encontrar las palabras adecuadas- uno en el que nuestras vidas están entrelazadas de una manera que nunca habría imaginado.

James la miró con atención, esperando que continuara.

- En ese futuro, tú y yo... estamos juntos. Pero más importante aún, Willa está viva, mi padre está a salvo... -sus palabras se desvanecieron mientras la emoción amenazaba con abrumarla.

- ¿Willa está viva? -repitió James, sorprendido por la revelación.

Leah asintió, sintiendo el peso de la esperanza y la incertidumbre en igual medida.

- Entonces... ¿qué significa esto? ¿Qué debemos hacer? -preguntó James, buscando respuestas en los ojos de Leah.

- Significa que si queremos ese futuro... si queremos que nuestras vidas sigan ese camino, entonces tendríamos que... -titubeó Leah, incapaz de terminar la frase.

- Tendríamos que viajar en el tiempo y cambiar el curso de los eventos -completó James, su voz resonando con determinación.

Se miraron el uno al otro, comprendiendo la enormidad de lo que estaban contemplando. Aunque el camino por delante estaba lleno de incertidumbre y peligro, también ofrecía la posibilidad de un futuro que nunca habían imaginado posible.

La noche envolvía a Leah en una densa capa de reflexión y dilema. Se encontraba en una encrucijada, enfrentando una decisión que podría cambiar el curso de su vida para siempre. Por un lado, estaba su presente junto a Tom, una realidad en la que había encontrado amor y compañía, pero también dolor y conflicto. Por otro lado, se extendía la posibilidad de una nueva vida, una en la que sus padres estaban vivos y su familia era completa.

En su mente, los recuerdos se entrelazaban con las visiones del futuro alternativo que había presenciado. Veía a su madre sonriendo, a su padre libre de las sombras de Azkaban. Sentía el cálido abrazo de su familia reunida, el palpitar de un hogar que nunca había conocido en su verdadera realidad.

Pero junto a esos destellos de esperanza, también se vislumbraban las sombras del desconocido. ¿Qué implicaría abandonar su presente? ¿Qué consecuencias tendría intervenir en el curso del tiempo para salvar a su madre? ¿Podría enfrentar los riesgos y desafíos de una nueva vida, dejando atrás todo lo que había conocido?

En medio de su tormenta interna, una certeza comenzó a emerger. Aunque el amor que sentía por Tom era real y profundo, no podía ignorar la llamada de su sangre, el anhelo de unirse a su familia en una realidad en la que nunca habían sido separados por la tragedia.

Con el corazón lleno de determinación, Leah tomó su decisión. Sabía que el camino hacia ese futuro alternativo estaría lleno de obstáculos y sacrificios, pero también estaba imbuido de esperanza y posibilidad. Se preparó para despedirse de su presente, de Tom y de todo lo que conocía, con la promesa de un mañana diferente, uno en el que sus padres estarían vivos y su familia completa.